El le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.
2 Reyes 6:16
Las dificultades se nos presentan como grandes y numerosos ejércitos que vienen contra nosotros. La preocupación, el temor la idea de pensar que estamos peleando solos con los problemas, nos desanima y nos hace desfallecer. El enemigo de nuestras almas, fábrica escenarios negativos para preocuparnos, y nuestro punto débil es lo que ven nuestros ojos naturales, a veces la realidad no es tan real como parece, y no todo lo que ven nuestros ojos naturales es realidad. Las cosas de Dios, su poder y su gloria, no son cosas que podamos percibir fácilmente con los ojos naturales, las cosas espirituales solo se ven con los ojos del espíritu. Cuando estemos en apuros, cuando estemos entre la espada y la pared, acorralados por los problemas, no dejemos que la desesperación nos cierre los ojos espirituales de la fe, ora a Dios para que te abra los ojos.
La Biblia dice en el Salmo 27:3 aunque un ejercito acampe contra mi, no temera mi corazón, aunque contra mí se levante guerra yo estaré confiado. La ceguera espiritual anula la fe, y sin fe no podemos acceder al reino de Dios, no podemos ver más allá de lo que ven nuestros ojos naturales. El Profeta Eliseo estaba parado, en una llanura y frente a él venía un gran ejército enemigo, el siervo de Eliseo, Giezi, estaba aterrado al ver a esos guerreros frente a ellos, y clamó a su maestro Eliseo, que observaba tranquilamente la situación, fue entonces que Eliseo dijo a Giezi esta palabra que hoy leemos en este devocional. Hermano, hermana en este día recuerda que pase lo que pase, Jesús está contigo, y que es mucho más poderoso el té está en tí, que aquel que viene contra ti, abre tus ojos espirituales y verás la gloria de Dios a tu favor.
Pastor Aldo.
2 Reyes 6:16
Las dificultades se nos presentan como grandes y numerosos ejércitos que vienen contra nosotros. La preocupación, el temor la idea de pensar que estamos peleando solos con los problemas, nos desanima y nos hace desfallecer. El enemigo de nuestras almas, fábrica escenarios negativos para preocuparnos, y nuestro punto débil es lo que ven nuestros ojos naturales, a veces la realidad no es tan real como parece, y no todo lo que ven nuestros ojos naturales es realidad. Las cosas de Dios, su poder y su gloria, no son cosas que podamos percibir fácilmente con los ojos naturales, las cosas espirituales solo se ven con los ojos del espíritu. Cuando estemos en apuros, cuando estemos entre la espada y la pared, acorralados por los problemas, no dejemos que la desesperación nos cierre los ojos espirituales de la fe, ora a Dios para que te abra los ojos.
La Biblia dice en el Salmo 27:3 aunque un ejercito acampe contra mi, no temera mi corazón, aunque contra mí se levante guerra yo estaré confiado. La ceguera espiritual anula la fe, y sin fe no podemos acceder al reino de Dios, no podemos ver más allá de lo que ven nuestros ojos naturales. El Profeta Eliseo estaba parado, en una llanura y frente a él venía un gran ejército enemigo, el siervo de Eliseo, Giezi, estaba aterrado al ver a esos guerreros frente a ellos, y clamó a su maestro Eliseo, que observaba tranquilamente la situación, fue entonces que Eliseo dijo a Giezi esta palabra que hoy leemos en este devocional. Hermano, hermana en este día recuerda que pase lo que pase, Jesús está contigo, y que es mucho más poderoso el té está en tí, que aquel que viene contra ti, abre tus ojos espirituales y verás la gloria de Dios a tu favor.
Pastor Aldo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario