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Los sirvientes y los Eliseos

Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿qué haremos?

El le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.

2 Reyes 6:15-16


La adversidad viene sin aviso, de pronto nos encontramos rodeados de problemas y dificultades como dice el proverbio secular "de la noche, a la mañana". Los problemas son como el mal tiempo, a veces no se pueden pronosticar, son escenarios negativos que nos plantean imposibilidad, son como las montañas que  se interponen en nuestro camino. 

La pregunta que se hace la gente en general es, ¿Si creo en Dios, porque estoy rodeado de problemas? Y la respuesta es que Dios promete estar con nosotros cada día y darnos la victoria, la paz y los recursos necesarios para la vida, pero las dificultades y los problemas seguirán presentándose, porque son la herramienta que Dios usa para perfeccionar a sus hijos, sin batalla no hay victoria.

En este relato bíblico, tenemos dos tipos de personas, el profeta tipo del creyente maduro que depende de Dios y confía plenamente en Él, y el sirviente, tipo del creyente que, a pesar de creer en Dios, su confianza está en el hombre, necesita alguien que haga de mediador entre Dios y él mismo, piensa que Dios no le escucha que no puede acceder a su trono de gracia para relacionarse personalmente con el Creador, y que sólo el "varón de Dios" tiene este privilegio, por tanto su confianza en la deidad está puesta en aquel hombre de Dios. 

Es más cómodo dejar que otro haga el trabajo por nosotros, las personas que son como el sirviente, no quieren acercarse a Dios porque tienen temor al compromiso, saben que la demanda del Señor es dejarlo todo y seguirlo sin reservas, y como no están dispuestos, buscan a un sustituto que les haga de mediador, a un Eliseo, un pastor, o un mentor.

No está mal, tener un mentor o un líder que nos ayude a crecer en nuestro andar con Dios, pero nuestra confianza debe estar puesta en el Creador.

El sirviente ve el problema, un ejército amenazante, un escenario negativo delante de él, pero no tiene la visión para ver la ayuda de Dios, la solución divina, pero los "Elíseos" tienen los ojos abiertos no solamente para ver las dificultades naturales, sino para ver la providencia de Dios a su favor. 

Los Eliseos viven confiados aunque estén rodeados de ejércitos enemigos, porque ellos pueden ver a los ángeles que acampan alrededor de ellos, para defenderlos. Los Elíseos confían plenamente en Dios, hablan con Él, tiene una relación íntima, personal con el Padre Celestial, por eso tienen sus ojos abiertos, tiene visión de parte de Dios. Los Elíseos bendicen por su propia fe a los que son como el sirviente, los ayudan a ver lo que no pueden percibir, Orán para que los ojos de los ciegos se abran y en medio de la frustración y la desesperanza saben dar palabra de aliento diciendo: no temas, porque más son los que están con nosotros, que los que vienen contra nosotros.


Ptr. Aldo D. Monegal

Los ojos de la fe

El le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.

2 Reyes 6:16


Las dificultades se nos presentan como grandes y numerosos ejércitos que vienen contra nosotros. La preocupación, el temor la idea de pensar que estamos peleando solos con los problemas, nos desanima y nos hace desfallecer. El enemigo de nuestras almas, fábrica escenarios negativos para preocuparnos, y nuestro punto débil es lo que ven nuestros ojos naturales, a veces la realidad no es tan real como parece, y no todo lo que ven nuestros ojos naturales es realidad. Las cosas de Dios, su poder y su gloria, no son cosas que podamos percibir fácilmente con los ojos naturales, las cosas espirituales solo se ven con los ojos del espíritu. Cuando estemos en apuros, cuando estemos entre la espada y la pared, acorralados por los problemas, no dejemos que la desesperación nos cierre los ojos espirituales de la fe, ora a Dios para que te abra los ojos.

La Biblia dice en el Salmo 27:3 aunque un ejercito acampe contra mi, no temera mi corazón, aunque contra mí se levante guerra yo estaré confiado. La ceguera espiritual anula la fe, y sin fe no podemos acceder al reino de Dios, no podemos ver más allá de lo que ven nuestros ojos naturales. El Profeta Eliseo estaba parado, en una llanura y frente a él venía un gran ejército enemigo, el siervo de Eliseo, Giezi, estaba aterrado al ver a esos guerreros frente a ellos, y clamó a su maestro Eliseo, que observaba tranquilamente la situación, fue entonces que Eliseo dijo a Giezi esta palabra que hoy leemos en este devocional. Hermano, hermana en este día recuerda que pase lo que pase, Jesús está contigo, y que es mucho más poderoso el té está en tí, que aquel que viene contra ti, abre tus ojos espirituales y verás la gloria de Dios a tu favor.


Pastor Aldo.

Jesús ten misericordia de mí !

Y he aquí, dos ciegos sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
Y la multitud les reprendía para que callasen; pero ellos más clamaban, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
Y deteniéndose Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os haga?
Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos.
Entonces Jesús, teniendo compasión de ellos, tocó sus ojos, y al instante sus ojos recibieron la vista; y le siguieron.
Mateo 20:30-34

Igual que aquellos dos ciegos hoy también hay muchos que están sentados junto al camino, mendigando para suplir sus necesidades, algunos mendigan amor, otros salud, algunos mendigan compañía, también mendigan dinero, trabajo o solo alguien que los ayude. La ceguera es una incapacidad física, hoy en día hay muchos que están ciegos no solo físicamente, también espiritualmente, hay personas que están incapacitadas para valerse por sí mismas o para salir adelante.
La actitud de los ciegos es para imitar, ellos escucharon que Jesús pasaba cerca, y fueron hacia donde escuchaban su voz, ellos sabían que Jesús podía sacarlos de esa situación de mendicidad. Los ciego ya había escuchado hablar de Jesús, pero no lo podían encontrar y cuando posó cerca de ellos salieron hacia El, este fue el primer paso de fe, hay gente que no sabe dónde hallar a Jesús, si hoy escuchas de él corre tras él y síguelo.
No importa lo que la gente te diga clama a Jesús pide su misericordia!
La reacción de Jesús fue primero que se detuviese, y segundo la pregunta que les hizo conociendo el problema que ellos tenían: que quieren que les haga?
Parece una pregunta que está de más, pero esta palabra nos enseña que Jesús está esperando que le pidamos específicamente lo que necesitamos, Jesús sabía que ellos necesitaban la vista, pero dejo que ellos se lo digan, pide al Señor lo que necesitas, ellos pudieron pedir dinero, ropa nueva, la unidad de su familia, pudieron pedir muchas cosas que no eran necesarias, lo único que necesitaban era recibir la vista.
Que estamos esperando de parte del Señor? Lo que pedimos, es lo que realmente necesitamos? Pide hoy a Jesús que te devuelva la vista, eso es todo lo que necesitas, primero para verlo a Él, y después para fijar tus metas y tu horizonte, para no andar en oscuridad necesitas ver.
Ser libre de la incapacidad, lo que te estanca o te detiene, pide a Jesús que te libre, y toma la actitud de estos ciegos, primero clama lucha por tu bendición, luego pide lo que quieres, y después sigue a Jesús !
Hoy es tiempo de calamar Jesús está cerca el te escucha clama y pide lo que quieres que el te lo dará, hoy es el día de tu bendición, "Jesús hijo de David ten misericordia de mí!"

A.D.Monegal

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