Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?
Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él?
Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es.
Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.
Juan 9:35-38
Este hombre fue expulsado por los religiosos, seguramente también fue discriminado por sus conocidos por su familia, pero Jesús lo halló. Jesús vino a buscar lo que estaba perdido, abandonado por el mundo, lo que humanamente no tiene valor. Así era este hombre ciego de nacimiento, alguien ignorado por la sociedad por su familia, sin protagonismo, dependía de otros para vivir, y era usado por los demás para obtener beneficio.
Para la gente ya no habia esperanza de una vida mejor para el, para la ciencia en la actualidad no hay posibilidad de que un ciego de nacimiento pueda volver a ver, cuando los discípulos lo vieron dijeron: ¿Quiero peco este o sus padres?, más Jesús les dijo no es que peco el o sus padres, esto es para que Dios sea glorificado. Este hombre ciego de nacimiento, nunca pudo ver los colores, el cielo las flores, nunca pudo ver a su familia, o verse a sí mismo, solo se imaginaba como era el mundo que lo rodeaba por los sonidos, el olor y el tacto, nunca vio lo luz, hasta que llegó el día en el que un hombre unto sus ojos con lodo y saliva, y escucho su voz diciendo " ve y lávate en el estanque de Siloe" y regreso viendo!
Pero nadie se alegró de su milagro, a nadie le importo su bendición, los religiosos negaban que fuese Dios, los incrédulos se burlaban, pero él dijo : digan lo que quieran de Jesús y de mi, yo solo se una cosa, que antes era ciego y ahora veo!
Este hombre recibió de Jesús un imposible, estaba convencido por su vivencia que Dios fue quien lo sanó, no la religión, ni los argumentos de ningún hombre podían refutar su testimonio "yo era ciego pero ahora veo". Cómo ese ciego llegan a Jesús muchos hombres y mujeres, despreciados, esclavizados y desauciados por la humanidad, hasta que se encuentran con Jesús y sus vidas son cambiadas.
Pero no es suficiente, el milagro físico, económico o personal, los más valioso es el milagro de recibir vida eterna, Jesús volvió a encontrar a este hombre y le dijo:¿ Crees tú en el hijo de Dios? Hoy va esa pregunta dirigida a ti, porque eso es lo único que importa, que seas creyente y no incrédulo, muchos recibieron milagros de parte de Dios, pero no todos recibieron a Jesús como su Señor y Salvador.
Aunque estés en la más profunda oscuridad y ya no tengas esperanza de salir, aunque sientas que la gente te abandonó y solo recibas lástima de parte de los que te rodean, no importa lo imposible que sea tu problema, Jesús es la respuesta.
Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él?
Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es.
Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.
Juan 9:35-38
Este hombre fue expulsado por los religiosos, seguramente también fue discriminado por sus conocidos por su familia, pero Jesús lo halló. Jesús vino a buscar lo que estaba perdido, abandonado por el mundo, lo que humanamente no tiene valor. Así era este hombre ciego de nacimiento, alguien ignorado por la sociedad por su familia, sin protagonismo, dependía de otros para vivir, y era usado por los demás para obtener beneficio.
Para la gente ya no habia esperanza de una vida mejor para el, para la ciencia en la actualidad no hay posibilidad de que un ciego de nacimiento pueda volver a ver, cuando los discípulos lo vieron dijeron: ¿Quiero peco este o sus padres?, más Jesús les dijo no es que peco el o sus padres, esto es para que Dios sea glorificado. Este hombre ciego de nacimiento, nunca pudo ver los colores, el cielo las flores, nunca pudo ver a su familia, o verse a sí mismo, solo se imaginaba como era el mundo que lo rodeaba por los sonidos, el olor y el tacto, nunca vio lo luz, hasta que llegó el día en el que un hombre unto sus ojos con lodo y saliva, y escucho su voz diciendo " ve y lávate en el estanque de Siloe" y regreso viendo!
Pero nadie se alegró de su milagro, a nadie le importo su bendición, los religiosos negaban que fuese Dios, los incrédulos se burlaban, pero él dijo : digan lo que quieran de Jesús y de mi, yo solo se una cosa, que antes era ciego y ahora veo!
Este hombre recibió de Jesús un imposible, estaba convencido por su vivencia que Dios fue quien lo sanó, no la religión, ni los argumentos de ningún hombre podían refutar su testimonio "yo era ciego pero ahora veo". Cómo ese ciego llegan a Jesús muchos hombres y mujeres, despreciados, esclavizados y desauciados por la humanidad, hasta que se encuentran con Jesús y sus vidas son cambiadas.
Pero no es suficiente, el milagro físico, económico o personal, los más valioso es el milagro de recibir vida eterna, Jesús volvió a encontrar a este hombre y le dijo:¿ Crees tú en el hijo de Dios? Hoy va esa pregunta dirigida a ti, porque eso es lo único que importa, que seas creyente y no incrédulo, muchos recibieron milagros de parte de Dios, pero no todos recibieron a Jesús como su Señor y Salvador.
Aunque estés en la más profunda oscuridad y ya no tengas esperanza de salir, aunque sientas que la gente te abandonó y solo recibas lástima de parte de los que te rodean, no importa lo imposible que sea tu problema, Jesús es la respuesta.