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Activar el poder de Dios

Jueces 14:5-6

 5  Y Sansón descendió con su padre y con su madre a Timnat; y cuando llegaron a las viñas de Timnat, he aquí un león joven que venía rugiendo hacia él.
 6  Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; y no declaró ni a su padre ni a su madre lo que había hecho.

Somos escogidos por Dios, desde el vientre de nuestra madre,  para sus propósitos. Sansón fue escogido para ser un libertador, para manifestar el poder de Dios a favor de su pueblo. Hasta el momento de enfrentarse con un león, la vida de Sansón era común y corriente. El león es figura del enemigo, cuando Sansón entró en el tiempo de Dios, para comenzar a cumplir su propósito, el enemigo lo enfrentó en el camino. 
Debemos saber que somos escogidos por Dios, para traer su gloria a la tierra, y el enemigo buscará por todos los medios, impedir que hagamos la voluntad de Dios.
Sansón no conoció el poder de Dios que lo respaldó para hacer su voluntad, hasta que se enfrentó con el león en el camino, debemos entender que muchos de los desafíos que enfrentamos en momentos de crisis, nos permitirá conocer el poder del Espíritu Santo que nos respalda en el camino. Debemos saber que Dios prepara escenarios para que nosotros aprendamos a usar el poder del Espíritu Santo que no fue dado. Cuando el león vino rugiendo hacia Sansón, el Espíritu Santo vino sobre él y en vez de escapar del león, lo enfrentó, y con la ayuda del Espíritu de Jehová, mató al león. Este acontecimiento en la vida de Sansón, activó el poder del Espíritu de Dios en él, y desde ese momento comenzó a manifestar la gloria de Dios, venciendo a los enemigos de Israel en varias ocasiones.
Dios quiere que conozcamos el poder del Espíritu Santo, que fue derramado en nosotros, porque de esa forma nuestra fe en Dios crecerá, y seremos vencedores en cada desafío que nos toque enfrentar. El poder del Espíritu Santo te respalda para que vivas un vida de bendiciones en obediencia a Dios y venciendo todo obstáculo que impide que sus promesas se cumplan en tu vida, y que el propósito de Dios se lleve a cabo en ti. En este tiempo el Espíritu de Dios se manifestará en ti, y harás promesa en el nombre de Jesús.


Ptr. Aldo Daniel Monegal

Confía

Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. 
Ellos flaquean y caen, Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie.
Salmo 20:7-8

En el momento de la dificultad, debemos aprender a confiar en Dios por sobretodo, cualquier persona confía en su fuerza o en los recursos que están a su disposición, eso es fácil. Pero cuando la fuerza o los recursos no están disponibles, la gente cae, se desmorona en tristeza en desesperanza, porque aquello en lo que confía no está disponible para ayudarlo. Los recursos materiales, las fuerzas humanas, y la ayuda de los demás en el momento de la dificultad, son inciertos. El dinero con que disponemos para salir de apuros económicos, nos da cierta seguridad para el presente y el futuro inmediato, pero confiar en eso también es un error, hay gente que confía en su dinero, pero cuando el dinero le falta, cuando sus reservas están vacías, la desesperación invade sus corazones. Todo aquello en lo que confía el hombre es relativo, hoy puede abundar el dinero en tu cuenta, pero en un momento puede desaparecer, la ayuda de la gente también puede faltar en el momento que más se necesita, la fuerza física también puede desvanecerse, todo fluctúa y es relativo, nada es seguro.
Pero hay alguien que no cambia, que siempre está disponible, y sus recursos son inagotables, Dios es la roca eterna inconmovible e inmutable. Sin duda confirmar en Dios es lo más Sabio, en todo tiempo era disponible para proveer bendición, no hay nada imposible para Dios, y los que confían en el disfrutan de sus abundantes beneficios.
Una vez más la palabra de Dios delinea un contraste, entre los incrédulos y los creyentes, aquellos confían en lo que ven sus ojos, carros, caballos, pero los creyentes ponen su confianza en Dios. Confiar en carros y caballos tiene que ver con aferrarse a lo terrenal, confiar en todo aquello que es temporal, relativo y falible, poner la confianza en lo que ven tus ojos, confiar en el dinero, en la ayuda de la gente, confiar en uno mismo, ser autosuficiente. Confiar en Dios es creer plenamente, que más allá de todo, sin el no hay salida.
Los resultados de este contraste es contundente, los incrédulos flaquean y caen, pero nosotros los que creemos en un Dios de poder, aunque cargamos, nos levantaremos y estaremos en pié.

Pastor Aldo D. Monegal

Prosperidad

Salmo 127:1-2
Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño.

La prosperidad viene de Dios, cuando confiamos en Él, tenemos paz y descanso. Esto no significa que no tengamos que trabajar arduamente para ganar el sustento o para alcanzar algunas metas económicas, al contrario Dios nos enseña a ser diligentes en el trabajo y el servicio a Dios, así como con todas la obligaciones que debemos cumplir, como ciudadanos y como miembros de una familia.
La diferencia está en saber que nuestros progresos no dependen del esfuerzo desmedido que invertimos, cuando confiamos solo en nuestras fuerzas o capacidades nos volvemos ansiosos, vamos al límite de nuestras fuerzas físicas, nos vamos a dormir tarde, nos levantamos temprano, nos abruman  las tareas, y nuestro cuerpo se termina enfermando. El confiar en nuestras fuerzas únicamente, es una manifestación de soberbia y altivez hacia Dios, es desafiar el orden establecido por el, en las actividades diarias que debemos alternar, con el descanso necesario para el cuerpo y la mente.
Sin la bendición de Dios es inútil que nos esforcemos, el trabajo, los proyectos, la familia, todo depende de Dios y todos provienen de Él, cada cosa que emprendemos sin tener en cuenta a Dios será en vano, es un esfuerzo inútil, porque la base principal de toda nuestra vida es Dios. El motor que impulsa la vida misma es Dios, Jesús dijo:  "las aves del cielo no trabajan ni acumulan en depósitos, pero Dios las alimenta, no hará muchos más por ustedes hombres de poca fe?"
Si entendemos que nuestro corazón late por la voluntad de Dios, entonces sabremos que dependemos de Él para todo, Jesús será nuestro motor, y todos nuestros esfuerzos serán prosperados, no estaremos cansados y ansiosos, porque nuestra confianza está en el Eterno, el Todopoderoso.

Ptr. Aldo Daniel Monegal

No te apoyes en tu fuerza

Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.
Salmo 20:7

La autosuficiencia es una forma de soberbia, creer que por méritos propios, por nuestra inteligencia o fuerza lograremos los objetivos que nos proponemos. Confiar en otras cosas o personas fuera de Dios, es un gran error, la Biblia nos enseña que Dios es quien da la victoria, cuando le damos el primer lugar a Dios en todo, las bendiciones comienzan a llover.
David tenía experiencia, el venció a Goliat un guerrero gigante experto en combate, siendo David un pastor joven, con su onda y una piedra en el nombre de Jehová, fue su fe en que Dios le daría la victoria lo que venció aquel gigante, la Biblia dice no es con ejército ni con espada sino con su Santo Espíritu.
No confíes en las fuerzas humanas, no te apoyes en tu inteligencia ni en nada que creas conveniente, la Palabra de Dios dice: no te apoyes en tu propia prudencia.
Ante todo confía en el Señor, porque él salva con mucho o con poco, confía en El frente a cualquier desafío, Jesús dijo: aquel que tiene fe como un grano de mostaza trasladará los montes, confiar en Dios ejercitar la fe, descansar en Él es una bendición. Nosotros del nombre de nuestro Dios haremos memoria.

A. D. Mongal