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Deja tu carga en Dios

Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo. Salmo 55:22

Los consejos de la palabra de Dios son sencillos, y lo más maravilloso de la sabiduría de Dios es que está disponible para todos, y nadie tiene posibilidad de quedar exceptuado ni del conocimiento de su consejo ni de sus beneficios. El versículo que leemos hoy tiene un consejo que todos lo que confiamos en Dios debemos practicar,  el dejar nuestras cargas en Dios, significa renunciar a la autosuficiencia, es reconocer que no podemos solos, y que necesitamos de la ayuda de Dios. 
Hay gente que no deja sus cargas en el Señor por diferentes motivos, algunos creen que molestan a Dios con sus problemas, otros están tan ansiosos por resolver su carga que dicen: "mejor lo hago por mi mismo, y soportó la carga". Están los que no se acuerdan, que Dios está disponible para ayudar, tiene a Dios solo como una religión para los días de iglesia, pero no creen que pueda llevar sus cargas. El consejo de Dios es sencillo, pero ¡qué difícil le es al ser humano poder hacerlo! 
Así muchos viven enfermos, angustiados, cansados hasta el punto de caer exhaustos, y no solamente la gente incrédula, hay muchos cristianos que no saben echar sus cargas a Dios, y padecen muchos males, por está causa. Dejar nuestra carga en Dios es la llave para abrir la puerta de la provisión divina, fíjate lo que dice el versículo que estamos leyendo: Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará ! Dios nos bendecirá cuando demostramos nuestra confianza en Él, mientras luchemos con nuestras propias fuerzas, intentando resolver y sobrellevar las cargas por nuestros propios medios, no encontraremos descanso, hasta quedar sin fuerzas, pero en el momento que entregamos a Dios la carga, la puerta del sustento divino se abrirá para nosotros.
La palabra termina con la siguiente afirmación: No dejará para siempre caído al Justo. Esa es la razón de nuestra confianza, saber que nuestro Padre Celestial, no quiere que caigamos bajo el peso de las dificultades, él quiere ayudarnos, quiere que contemos con él, como un hijo cuenta con su padre. Jesús dijo: vengan a mí los que están trabajados y cansados, y yo los haré descansar. 
Recuerda ir a Jesús cada día y dejar a sus pies la carga, mejor dejemos que el Señor regule nuestra carga, porque él sabe lo que es mejor para nosotros, y su anhelo es bendecirnos, hoy es el día de descansar en el Señor!

P. Aldo Daniel Monegal

Nuevas fuerzas

El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Isaías 40:29

Hay muchos tipos de cansancio, el cansancio mental, cuando estamos llenos de actividades y estudio, el cansancio físico cuando el trabajo es muy pesado y extenso, o cuando hacemos demasiada actividad física. El cansancio emocional, cuando sufrimos a causa de maltrato, cuando somos rechazados, cuando nuestro amor no es correspondido. Y el cansancio, espiritual cuando buscamos a Dios en los lugares equivocados, cuando conociendo a Dios luchamos con nuestras fuerzas y no dejamos actuar al Señor, cuando el peso y la lucha en el espíritu es tan intensa que nos deja sin fuerzas.
Cualquiera sea tu cansancio, tienes que buscar la verdadera fuente de poder, tu Padre Celestial renovará tus fuerzas, aunque ya no te quede nada, el te dará esfuerzo, la palabra de Dios no habla del aliento que produce un mensaje y motivacional, la promesa de Dios nos declara que si confiamos en el Señor recibiremos fuerza sobrenatural para hacer proezas en su nombre!
Hay cansancio que solo puede ser aliviado sobrenaturalmente, lo espiritual no tiene medicina, ni tratamiento de este mundo,  solo el Dios de Israel, solo nuestro Señor Jesús puede, quitar este cansancio, porque su poder es divino, su fuerza es sobrenatural y quiere compartirla con nosotros los que confiamos en El.
Pide a Dios en Oración que hoy renueve tus fuerzas, y declara: diga el débil, fuerte soy!

Ptr. Aldo D. Monegal

Nuevas fuerzas

Isaías 40:29
El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

Hay momentos donde el cansancio se hace difícil de sobrellevar, hay diferentes tipos de cansancio. El cansancio físico después de trabajar mucho o por  hacer ejercicio el cuerpo queda extenuado, está el cansancio emocional cuando nos sentimos frustrados o decepcionados y queremos bajar los brazos. También hay un cansancio espiritual cuando dejamos de buscar a Dios pensando que podemos luchar sin El.
El cansancio nos deja sin fuerzas y la falta de fuerzas nos quita el poder para seguir adelante, nos quedamos sin aliento para seguir batallando, la vida de los hijos de Dios es una batalla de fe, cada día nos enfrentamos con batallas que ganar contra las circunstancias que nos rodean cada día, el trabajo, el hogar, la familia la gente a veces nos sentimos cansados de luchar contra tanta contrariedad. Batallamos contra nosotros mismos para mantener una línea de conducta que agradecer a Dios, para no caer en las tentaciones del pecado, y en lo espiritual batallamos contra espíritus, principados y potestades, con la autoridad y la fuerza que nos da el Espíritu Santo.
Todo esto puede traernos cansancio y deseos de bajar los brazos, luchar contra lo malo también nos cansa y nos hace pensar en volver atras.
Pero cuando nos pasa esto tenemos que ir a la fuente de poder, tenemos que doblar nuestras rodillas y levantar nuestras manos al Dios del cielo y del recibiremos las fuerzas que nos faltan para ganar la batalla, el Espíritu Santo nos restaura nos ayuda nos restaura, cuando dejamos de acudir a El pude ser que el cansancio en cualquier de sus formas nos avasalle, pero si permanecemos unidos al Señor nunca nos faltarán las fuerzas, físicas, emocionales y espirituales porque su palabra dice: "El da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna."

Aldo Daniel Monegal

Nuevas fuerzas

Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció,
Daniel 10:18

Cuando alguien es tocado por Dios no vuelve a ser el mismo, Jesús es vida y todo lo que toca es renovado.
Cuando Dios creó el mundo, el Padre Celestial daba la orden " sea la Luz" y Jesús ejecutaba la acción.
Estamos rodeados de vida, la naturaleza y todo lo que hay sobre la tierra está lleno de vida, por el toque de la mano de Dios. Cada día necesitamos ese toque de su mano, es como el sustento de nuestro cuerpo, es como el aire que respiramos. Daniel estaba débil, su preocupación por la liberación del pueblo de Dios y el cumplimiento de la palabra Profética lo llevó a un cansancio extremo, no podía estar de pié cuando el mensajero de Dios llegó con la respuesta, amado que la ansiedad y la preocupación no te debiliten, la confianza en Dios nos mantiene firmes.
Si en este día te sientes debilitado abrumado por la larga espera, y las preocupaciones, hay alguien a tu lado que hoy te toca para darte fortaleza.
Pide al Señor que te toque, pide que te fortalezca, la Biblia dice: los que confían en Jehová tendrán nuevas fuerzas.

Aldo D. Monegal