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Enciende mi lámpara


Salmo 18:28-32

 28  Enciendes una lámpara para mí. El SEÑOR, mi Dios, ilumina mi oscuridad. 29  Con tu fuerza puedo aplastar a un ejército; con mi Dios puedo escalar cualquier muro. 30  El camino de Dios es perfecto. Todas las promesas del SEÑOR demuestran ser verdaderas. Él es escudo para todos los que buscan su protección.  31  Pues ¿quién es Dios aparte del SEÑOR? ¿Quién más que nuestro Dios es una roca sólida?  32  Dios me arma de fuerza y hace perfecto mi camino.


Dios enciende nuestra lámpara, nos libera de la oscuridad, todo lo que representa lo malo, y nos da temor es oscuridad, la luz es seguridad, confianza, paz. Con el Señor nada es imposible para nosotros, si nos aferramos a Jesús, seremos capaces de hacer cualquier cosa, la victoria es segura, los obstáculos no pueden detener a un hombre o mujer de fe. Esa confianza que genera la fe en su palabra, sus maravillosas promesas, llenan de alegría nuestro corazón, es bueno pensar y declarar en voz alta las promesas de Dios para sus hijos, porque con el corazón se cree y con la boca se confiesa, y Dios hace el milagro a nuestro favor.

Vivir confiando en Dios, nos da paz y descanso, aprender a depositar en él las cargas hace que todo sea diferente. Tenemos más claridad para ver la vida, tomar decisiones y hacer lo que hay que hacer, cuando Dios es el centro de nuestra vida, nuestro camino es perfecto, cómo dice el salmo. Por este motivo, Dios merece toda alabanza, él es único, Jesús es el Señor de Señores y Rey de reyes, el Dios de Israel es único, no hay Dios fuera de él.

En este día reconoce a Dios en tu vida, ora, alaba, y cree en su palabra, práctica los principios bíblicos, el amor , el perdón, la misericordia, y verás cómo tú vida se llena de alegría, por vivir en la voluntad de Dios. El Señor te guarde y te prospere, haga resplandecer su rostro sobre tí, y te de paz!

¡Bendiciones!

Oscuridad interior

Tú encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.
Contigo desbarataré ejércitos, Y con mi Dios asaltaré muros.
Salmo 18:28-29

La oscuridad infunde temor, provoca un estado de incertidumbre, de confusión que  lleva a la desesperación. No poder ver es desesperante. Jesús dijo "teniendo ojos no veis" Él habla de una oscuridad espiritual, un estado interior de tinieblas, todos tenemos una lámpara en nuestro interior que sólo Jesús puede encender, cuando estamos en oscuridad, sin Dios, la confusión interior la insatisfacción, la frustración nos invade y todo lo malo nos controla, necesitamos que Jesús, la luz del mundo, encienda nuestra lámpara, para que todo lo negativo de la oscuridad se disipe.
Cuando nuestra lámpara es encendida alumbra con la luz del todopoderoso nuestro lugar interior y nuestra vida, para que veamos claramente dónde caminamos y hacia dónde vamos, para que podamos sacar de nosotros las cosas que no sirven.
Dios nos da su fuerza para vencer ejércitos, tenemos enemigos espirituales de los cuales Dios nos libra con su poder, y  tenemos el enemigo interno, la antigua naturaleza enemiga de Dios está en nosotros, y cuando nos descuidamos quiere volver a tomar el gobierno de nuestro ser abriendo las puertas de nuestro interior para darle paso al enemigo de nuestras almas, pero la Biblia dice en 2 Timoteo 1:7 "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio." Dios nos da las armas y el poder, especialmente el "dominio propio" para cambiar actitudes y dejar de hacer lo que a Dios no le agrada.
Con Dios escalar muros, obstáculos que nos impiden alcanzar las bendiciones prometidas por Dios para nosotros, solo caminando con Dios dejando que alumbre nuestras vidas lograremos alcanzar la victoria en todas las áreas.
El rey David sabía muy bien en quien confiaba, por eso escribió este salmo inspirado por el Espíritu Santo, pasó por experiencias fuertes dificultades, peligros, pruebas, que fueron su escuela de formación espiritual, hoy nosotros aprendemos de sus declaraciones, y recibimos aliento para seguir adelante.
Cada obstáculo, es un desafío para nosotros, que no podrá destruirnos, en Dios cada prueba nos fortalece, nos hace crecer hasta alcanzar el propósito del Padre Celestial para nosotros y nuestra familia.
En este día Dios enciende tu lámpara, alumbra tu vida y te da la victoria frente a toda dificultad, en el nombre de Jesús !

Aldo D. Monegal