Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.
Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?
Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Juan 6:65-69
El mensaje de Jesús es una buena noticia, de salvación, de vida eterna, una palabra que nos libera, nos sana espiritual, emocional y físicamente, Jesús dijo mis palabras son Espíritu y son vida.
Pero cuando profundizamos en la Palabra nos encontramos con las demandas de Jesús, sus mandamientos, sus exigencias. Seguir a Jesús verdaderamente es convertirse en un discípulo más que creer solamente, ser un discípulo es oír y hacer la palabra y demostrarlo con nuestra propia vida.
Jesús nos confronta con nuestros errores, y pecados, y nos demanda el arrepentimiento, muchos llegan hasta este punto y vuelven atrás; cuando entendemos que tenemos que dejar nuestros intereses de lado, negar nuestro YO personal, para obedecer al Rey de reyes y Señor de señores, es donde nos convertimos en discípulos de Jesús.
El Señor nos demanda obediencia, esto implica, tener que hacer lo que no queremos, pero debemos. Y muchas veces el Señor nos pedirá que hagamos cosas que no entendemos, pero debemos Obedecer sin cuestionar.
En la palabra que leímos en Juan 6:54 Jesús dice: el que come mi carne y bebe sangre tiene e vida eterna.
Para un Judío esto era algo muy difícil asimilar está palabra, su cultura y tradición les enseñó que es algo abominable hacer lo que Jesús decía. Este mensaje fue un filtro porque muchos discípulos dejaron de seguir a Jesús, pero quedaron los verdaderos los que el Padre había elegido.
Estamos dispuestos a ser confrontados por Jesús? Estamos verdaderamente listos para obedecer los mandatos del Señor? Aunque las enseñanzas de Cristo se opongan a nuestra cultura, tradiciones, o incluso a nuestros intereses o deseos personales, somos capaces de obedecer sin dudar?
Los doce sabían que no existía nadie como Jesús, y que solo Él tenía palabras de vida eterna ! Solo Jesús tiene lo que necesitas síguelo sin mirar atrás.
A.D.Monegal
Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?
Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Juan 6:65-69
El mensaje de Jesús es una buena noticia, de salvación, de vida eterna, una palabra que nos libera, nos sana espiritual, emocional y físicamente, Jesús dijo mis palabras son Espíritu y son vida.
Pero cuando profundizamos en la Palabra nos encontramos con las demandas de Jesús, sus mandamientos, sus exigencias. Seguir a Jesús verdaderamente es convertirse en un discípulo más que creer solamente, ser un discípulo es oír y hacer la palabra y demostrarlo con nuestra propia vida.
Jesús nos confronta con nuestros errores, y pecados, y nos demanda el arrepentimiento, muchos llegan hasta este punto y vuelven atrás; cuando entendemos que tenemos que dejar nuestros intereses de lado, negar nuestro YO personal, para obedecer al Rey de reyes y Señor de señores, es donde nos convertimos en discípulos de Jesús.
El Señor nos demanda obediencia, esto implica, tener que hacer lo que no queremos, pero debemos. Y muchas veces el Señor nos pedirá que hagamos cosas que no entendemos, pero debemos Obedecer sin cuestionar.
En la palabra que leímos en Juan 6:54 Jesús dice: el que come mi carne y bebe sangre tiene e vida eterna.
Para un Judío esto era algo muy difícil asimilar está palabra, su cultura y tradición les enseñó que es algo abominable hacer lo que Jesús decía. Este mensaje fue un filtro porque muchos discípulos dejaron de seguir a Jesús, pero quedaron los verdaderos los que el Padre había elegido.
Estamos dispuestos a ser confrontados por Jesús? Estamos verdaderamente listos para obedecer los mandatos del Señor? Aunque las enseñanzas de Cristo se opongan a nuestra cultura, tradiciones, o incluso a nuestros intereses o deseos personales, somos capaces de obedecer sin dudar?
Los doce sabían que no existía nadie como Jesús, y que solo Él tenía palabras de vida eterna ! Solo Jesús tiene lo que necesitas síguelo sin mirar atrás.
A.D.Monegal