Buenas acciones

Sin embargo, alguien dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras.» Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré la fe por mis obras.
Santiago 2:18 (NVI)

No es lo mismo decir que hacer, lo que decimos tiene que ir acompañado por lo que hacemos. Dios reclama a su pueblo que su fe sea genuina: "Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí," (Isaías 29:13). Es un grave problema profesar una  fe inactiva, el Apóstol Santiago dice que una fe sin obras, o buenas acciones, es una fe muerta. Muchos cantan y alaban a Dios en las reuniones generales, una vez a la semana, pero sus acciones cotidianas no reflejan la fe que manifestaron con sus bocas en el culto semanal, porque "este pueblo de labios me honra, pero su corazón está lejos de mi". El Señor Jesus también habló sobre esto:¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? (Lucas 6:46) confesar con nuestras palabras que creemos en Jesus, que lo acabamos, y seguimos sus pisadas,  pero negar con nuestros hechos esas palabras, o no accionar en línea con nuestras palabra es tener una fe muerta.
La fe genuina se manifiesta en nuestros actos, no solamente hacer bien a los demás, ayudar a los necesitados, también los hechos de la fe tienen que ver con el esfuerzo, la abnegación por buscar y servir a Jesus. Si no tenemos el anhelo de tener más de Dios, si no hay en nosotros hambre y sed espiritual, entonces es tiempo de examinar si hay una fe viva en nosotros. Dios está esperando que vayas a El, pero tus pasos se encaminan hacia otro lado, tus pensamientos están centrados en una multitud de cosas, menos en Dios. Jesús lo dio todos por nosotros, si tenemos una fe verdadera en el, no dudaremos en dar lo que sea por el. Si tienes una fe inactiva, solo de profesión, no te sorprendas si tus oraciones no son contestadas, o si las bendiciones son escasas, las promesas del Señor son para los creyentes no para los que dicen, pero no hacen. Amados, Dios corrige a los que ama, espero que esta palabra haga reaccionar tu fe, que tus buenas obras y esfuerzos por Cristo, Glorifiquen su Nombre.

Pastor. Aldo.

Multiplicación

Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?
Juan 6:9

El milagro que Jesús hizo dando de comer a más de cinco mil personas, con cinco panes y dos peces, nos habla de multiplicación divina, de la economía del Reino de Dios, y por sobre todo nos habla de la gracia divina.
El favor de Dios inmerecido, por nosotros, que suple todas las necesidades humanas, que gracias a la cruz de Cristo, hoy es derramada sobre todos los que creen, con solo pedir al Padre Celestial, él manifiesta su gracia respondiendo la petición. En tiempos de escasez, cuando el hambre avanza, cuando la situación social de las naciones se vuelve difícil por la falta de trabajo, cuando no hay sustento para las familias, y no hay salida para el hambre, la superabundante Gracia del Altísimo, suple, multiplica y genera todo lo que podemos necesitar.
Vivir bajo la economía del Reino de Dios, es disponer de un gran depósito Celestial, que contiene abundancia de todo bien, y eso es lo que nos trajo Jesús, cuando dijo: yo vine para darles vida, y vida en abundancia. La multiplicación de los panes y los peces, es una manifestación de la gracia divina, que actúa por medio del dar y recibir, uno de los discípulos que tiene en su poder cinco panes entregados por un niño, los niños son especiales para el Señor ellos no están limitados por el intelecto, son más sensibles al poder de Dios porque creen en él con facilidad.
El mayor milagro no es sólo que los cinco panes suplieran el hambre de más de cinco mil personas, porque además sobró, doce canastas de pan, cuando entendemos que nada es imposible para Dios y aprendemos que mejor es dar que recibir, comenzamos a vivir bajo la abundancia divina. El niño entregó cinco panes, que alimentaron a cinco mil varones, y se convirtieron en doce cestas de pan para los discípulos, esto es multiplicación divina, es gracia Abundante para todos. Dios no quiere que estemos preocupados por los recursos personales, comida y vestido, por los recursos corporativos o comunitarios, porque los que no tienen a Dios se preocupan de estas cosas, pero los que creemos en el nombre de Jesús, disfrutaremos de la abundante gracia y multiplicación divina en todas la áreas de la vida.

Ptr. Aldo

El barco

El mundo es como un barco que se está hundiendo sin que sus pasajeros se den cuenta. No hay mucha esperanza para un viajero que sabe que su barco se hunde y no tienen suficientes salvavidas, ni la seguridad, de que otra embarcación vaya a rescatarlo. Así es el mundo va camino a la destrucción. Por eso Dios dice: no amen al mundo, ni las cosas que están en él, porque el mundo pasa y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. Huyan del mundo! El que cree en Jesús ya renunció al mundo, el que no cree en Jesús seguirá el destino de este mundo, la perdición.
Ahora que sabemos que este mundo está condenado, podemos entender porqué es necesario anunciar la verdad, decir a la gente que este mundo se está hundiendo, pero hay una salida, la buen noticia es que Jesús es la salida, el rescate, la salvación que necesitamos. El mundo se pierde, pero nosotros tenemos salvación asegurada en Cristo!
Cree en Jesucristo y serás salvo, comparte el la buena noticia a todos los que están en este barco averiado, no dejes pasar el tiempo, quizá mañana sea demasiado tarde.
Juan 17:24
De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.

Ptr. Aldo.

Unidad y Amor

Una de las primeras cosas que se destacan en la vida un hijo de Dios es el amor. Muchos viven ansiosos por tener dones espirituales, que son necesarios para la iglesia y el ministerio, pero más importante que los dones son los frutos. Jesús dijo: "por sus frutos los conoceréis" porque un árbol da fruto según su naturaleza, no se puede cosechar higos de un manzano, así la gente que no tiene a Dios da frutos de maldad, pero los hijos de Dios dan fruto, según su naturaleza, y uno de esos frutos, y el más importante, es el amor. La comunidad de la iglesia de Cristo tiene que destacarse por la unidad, la preocupación por el bien común, y el amor entre hermanos. La gente busca milagros, quieren ver el poder de Dios, pero lo más extraordinario que debemos experimentar en la iglesia de Jesucristo, es el milagro del amor de Dios que todo lo llena.
La iglesia, que traducido del griego, es asamblea, es una comunidad de personas que tienen todas las cosas en común, cuya ley es la obediencia a Dios, y su moneda corriente es el amor. Cualquier hombre o mujer que encuentre un lugar así, solo pensaría en quedarse a vivir allí.
Una de las necesidades básicas de la humanidad es el amor, amar y ser amado es el ámbito propicia para una vida saludable y bendecida, Dios es amor, por tanto el que tiene al Señor está completo en El, y tiene comunión con sus hermanos, los que viven unidos al Señor.
Cada uno de nosotros debemos esforzarnos por, cultivar la unidad en amor, Dios es uno, por lo tanto debemos esforzarnos por guardar la unidad, el Padre, El Hijo y el Espíritu Santo son uno, es un Dios. Jesús es la oración por la iglesia en Juan capítulo 17 dice: "para que sean uno, como yo en ti, y tu en mi, que ellos sean uno en nosotros".
Cuando la iglesia vive este tipo de unidad, el Señor se manifiesta, y camina entre su pueblo, porque ese es su santuario.
Como hijos de Dios tenemos que cultivar la unidad, y el amor divino, cubrir las faltas y seguir, perdonar, amar, restaurar.
Juan 13:34-35
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

Ptr. Aldo

Provocadores de milagros

Isaías 50:4
Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios.

Somos llamados por Dios para hacer su voluntad, él mismo nos llama y nos capacita, pero es necesario, estar dispuestos a caminar con el Señor. Es tiempo de dejar en las manos del Señor,  nuestras preocupaciones personales, de cambiar nuestro modo de hablar, quejándonos, y orando todo el tiempo por nosotros mismos. Dejemos de hablar y abramos nuestros oídos, para recibir el mensaje y la instrucción que Dios tiene para nosotros.
Ahora es necesario que dejemos que Dios nos use como canal de Bendición para otros, cada mañana ora, pero abre también tus oídos, y trata de escuchar lo que Dios te dice. Ayuda a tu prójimo, el Señor pone palabras en tu boca para dar al cansado, al abatido, para dar palabra de fortaleza y esperanza a los abatidos. Cada mañana abre tus oídos, y crecerás en unción, en fortaleza, crecerás en sabiduría para hacer la voluntad del Señor.
El profeta dice: "y no fui rebelde ni me volví atrás", la perseverancia, y la obediencia significa hacer lo que Dios nos dice, aunque sea necesario negarnos a nosotros mismos. El Apóstol Pablo dijo a Timoteo, predica la palabra a tiempo y fuera de tiempo(2 Timoteo 4:1-2) cuando nos ocupamos de los intereses del Señor, él se ocupa de los nuestros, y extender su reino, llevar su mensaje de salvación y esperanza a los demás, es la voluntad de Dios. Declaró a todo el que lee, que Dios te unge, con sabiduría de lo alto, para dar palabra de vida a todos los necesitados, declaró que serás un, hombre una mujer,  provocadores de milagros.

Ptr. Aldo

Corazón

Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová;
Salmo 27:8

Dios habita en el corazón, desde el momento en que Jesús fue a la Cruz, se abrió un tiempo nuevo, la época de la Gracia de Dios. Desde hace dos mil años, Dios abandonó los templos, y preparó el camino para habitar en el corazón de sus hijos. Dios no vive en templos hechos por la mano del hombre, el Señor decidió vivir en el templo que Él mismo edificó para encontrarse con los hombre y las mujeres que creó, sus corazones. Es maravilloso saber que para encontrar a Dios no es necesario ir muy lejos, es glorioso entender que para hablar con Dios no es necesario intermediarios, ni talismanes, ni rituales, solo al dirigirnos a Él cuando hablamos en el nombre de Jesús, nos oye, aún sin hablar nos escucha, porque él está en nuestro corazón. El Espíritu Santo es el vehículo que nos conecta con el Padre y el Hijo, y está dentro nuestro.
Por eso es bueno saber escuchar nuestro corazón, la Biblia dice: "engañoso es el corazón del hombre" cuando no está Dios en él, pero cuando un corazón está lleno del Espíritu Santo, ya no habla por sí mismo, es el Señor el que habla por medio de Él. Es sabio escuchar qué dice tu corazón, escúchalo! El salmista dijo: mi corazón dijo de ti "buscad mi rostro". Que dice hoy tu corazón dentro tuyo?
La Biblia dice: "hijo mío entrégame tu corazón", si no escuchas a Dios en tu corazón, si aún no lo encontraste dentro tuyo, es tiempo que se lo entregues a Jesús. Búscalo dentro tuyo y lo hallarás, deja que te hablé y te guiará, el té te está diciendo: "Buscad mi rostro".

Ptr. Aldo

Gloría y Aflicción

Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
Romanos 8:18

Somos portadores de la presencia de Dios, desde el momento que creímos en Jesus y abrimos nuestro corazón a él, la presencia del Espíritu Santo vive en nosotros. La Biblia dice que la presencia de Dios en sus hijos es un sello, un adelanto de la herencia prometida es la garantía que nos asegura, que recibiremos lo prometido (Efesios 1:13). La paz, el Gozo, el amor, son algunas bendiciones, que podemos disfrutar ahora, por adelantado (Gálatas 5:22-23). Somos partícipes de la gloria, y la bendición del Señor, los beneficios de la cruz hoy siguen fluyendo para todos los que creen. La palabra de Dios nos enseña que somos herederos de la gloria del Señor, pero también es necesario que pasemos por aflicciones, Jesús padeció aflicción, y dolor en su cuerpo. Jesús padeció el rechazo se sus hermanos, la traición de sus discípulos, el ataque de sus detractores. Nosotros también pasaremos por cosas similares como nuestro maestro, para alcanzar la gloria pasaremos por valles de aflicción. Jesus nos dijo: "en el mundo tendréis aflicción", así que no deberíamos sorprendernos cuando nos viene alguna prueba, porque el Señor nos avisó de antemano que eso sucedería. Seguir a Cristo significa cargar nuestra cruz, cada día, para ir en pos de Él, seguir a Jesús requiere determinación, perseverancia, esfuerzo, y mucha fe.
Pero las cosas que vamos a recibir cuando Jesús se manifieste, y sea consumado el plan de salvación, son indescriptibles, si ahora la paz sobrenatural de Dios nos hace disfrutar de su presencia, si nos sorprendemos cuando ocurre un milagro, o nos elevamos cuando somos bautizados en don de lenguas, imaginen lo que será cuando recibamos ese cuerpo nuevo que Dios nos ha prometido en su venida.
Cuando pensamos en estas cosas, los problemas presentes se hacen cada vez más pequeños, y podemos decir como el Apóstol Pablo, las aflicciones del tiempo presente no se comparan con la gloria que disfrutaremos. Deja tus problemas en manos del Señor, y sigue adelante, la gloria de Dios te espera.

Ptr. Aldo