Principios Espirituales

Teme a Dios y guarda sus mandamientos, dice Eclesiastés 12:13 y agrega: porque esto es el todo del hombre; este es un principio espiritual, tiene que ver con los dos mandamientos más importantes de la Biblia, en el evangelio de Mateo capítulo 22:37-39 dice : 37  Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
38  Este es el primer y más grande mandamiento.
39  Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Debemos entender que hay mandamientos por cumplir, claro que la salvación es por gracia de Dios, pero también es claro que debemos dar fruto de salvación, cumpliendo los principios espirituales que nos enseñó Jesús, y que están escritos en la biblia.
Temer a Dios es saber que vivimos en su presencia, sus ojos están sobre nosotros para guardarnos y bendecirnos, si sabemos que Dios está con nosotros, entonces viviremos reverenciando al Señor, tratando de agradar en todo a nuestro Padre. Si tememos a Dios y guardamos sus mandamientos, la bendición estará asegurada, porque sus promesas se cumplen en nosotros. Las oraciones que hagamos serán contestadas, su favor se manifestará en nosotros.
Creer es Temer, y obedecer, no se trata solo de ir una vez a la semana a la iglesia, o de llevar una vida que en nuestra propia opinión está bien, se trata de temer a Dios y guardar sus mandamientos, eso es todo lo que necesitamos hacer, porque como dice Ecesiastes 12:13, esto es el todo del hombre.

Las cosas de arriba

Colosenses 3:1-3
 1  Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
 2  Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
 3  Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.

El hecho de ser cristianos no implica nada más que ir a la iglesia o pertenecer a una denominación, ser cristiano es creer en Jesús y la obra de la cruz, donde el Señor entregó su vida sustituyendonos a nosotros, y resucitó al tercer día, dando inicio a la "nueva creación de Dios", esto quiere decir que todos los que creen en Jesús, mueren para el mundo, y resucitan para Dios, como hombres y mujeres renovados.
Una vez que somos resucitados, nuestra naturaleza cambia, ahora llevamos la naturaleza de nuestro Padre Celestial, y comenzamos a ser transformados. 
Este concepto es difícil de entender, porque no es tangible, es decir no se ve con los ojos naturales, y muchos lo toman como una metáfora, el único camino para poder ver y disfrutar del nuevo nacimiento es la fé, creer para ver. 
También es necesario conocer estas verdades de la palabra de Dios, y meditarlas en oración, para que el Espíritu Santo revele y nos de convicción de que Cristo habita por la fe en nosotros, que ahora somos nuevas personas, que la vieja vida quedó atrás con todo lo malo que hicimos, incluso los sufrimientos, y la culpa, que nos perseguía. Ahora no podemos quedarnos parados mirando atrás, hay que avanzar y no volver a probar las cosas de esta tierra que antes usábamos en nuestra ignorancia. 
Por este motivo el Apóstol Pablo declara esta palabra, el énfasis está en el hecho de evaluar si realmente hemos resucitado con Cristo, a la luz de la evidencia que es nuestra vida presente, o sea los frutos que estamos dando, actitudes, forma de vida, emociones, palabras, relaciones con los demás, todo tiene que ser cambiado. No podemos arrastrar nada de la antigua vida, debemos vaciarnos todo de lo anterior, y buscar la cosas de arriba, donde está Cristo, nuestra actitud para cambiar y ser renovados es dejar de apuntar a las cosas terrenales, esto es lo que hacíamos antes de conocer a Jesús, y apuntar a las cosas de arriba, que corresponde a nuestra nueva naturaleza renovada. Debemos recordar esta verdad espiritual, estamos muertos para el mundo y lo terrenal, ahora vivimos para Dios y todo lo que él tiene disponible para nosotros. Enfócate en tu nueva naturaleza, mira con los ojos del espíritu, te aseguro que el escenario de tu vida será muy diferente.

La base de la salvación

Juan 6:28-29

 28  —Nosotros también queremos realizar las obras de Dios —contestaron ellos —. ¿Qué debemos hacer?
 29  Jesús les dijo: —La única obra que Dios quiere que hagan es que crean en quien él ha enviado.


Creer en Jesús, es la base de nuestra salvación, es hacer la voluntad de Dios el Padre. Entonces estaremos bajo su protección, y sus bendiciones serán para nosotros. 
A Veces nos desesperamos, pensando en "agradar a Dios" o nos sentimos "culpables por algo que hicimos" y pensamos que Dios está enojado con nosotros, y creemos que por eso nos va mal, o no logramos lo que pedimos en oración. Claro que sí decidimos seguir a Jesús, nuestra vida debe cambiar, debemos poner por obra sus enseñanzas, el Ap. Pablo dice: el que robaba, no robe más, trabaje de buen testimonio. Si odiábamos ahora debemos amar, y perdonar, si mentíamos ahora debemos vivir en la verdad, así vamos cambiando aquellas cosas que no son compatibles con la voluntad de Dios. Pero no son estas cosas lo que nos salvarán, porque no hay nada que podamos hacer para ser más o menos apreciados por Dios, la salvación es un don, un regalo de Dios, lo más importante que debemos hacer es creer en Jesús y arrepentirnos de nuestros pecados, confiando en su gracia, para ser salvos y alcanzar la bendición. Si te sientes culpable, pide a Dios que te perdones y quite la culpa, si te sientes ansioso por hacer más para Dios, ora y el Espíritu Santo te dirá que hacer y cómo. Pero sabe que Dios te ama, y sus brazos siempre estarán abiertos para ti, en este tiempo de gracia.
Cree en el Señor, y camina en sus pisadas, verás como el escenario de tu vida cambia en un hermoso día.


¡Bendiciones para todos!

Trabajando en el Señor.

2 de Timoteo 2:6
El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.

Está palabra nos enseña una profunda ley espiritual, que habla de la productividad, y se aplica a todos los ámbitos de la vida, incluida el área financiera.
Está ley está asociada a otra ley Espíritual semejante "la siembra y la cosecha" 'No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará" ( Gálatas 6:7)
Que en este texto citado se pone enfasis en la actitud de accionar, trabajar, por un propósito para poder ver el fruto. Para lograr los objetivos hay que trabajar, proyectar, accionar.
Lo contrario a este principio sería la no acción, que produce abandono.
Pero la acción produce fruto, si queremos crecer en lo espiritual, debemos actuar, orando, guardando la palabra de Dios, siguiendo a la autoridad delegada por Dios. Si queremos alcanzar un título profesional, debemos estudiar y planificar la carrera. Si queremos prosperidad, hay que trabajar en el objetivo financiero que nos proponemos.
Si lo que deseamos es tener una familia bendecida, una meta ideal, para todo lo que queremos, hay un principio en el Señor: debemos trabajar primero.
La acción mueve la mano de Dios a favor de nosotros, demos el primer paso y todo lo demás lo proveerá el Señor. No hay nada imposible para aquel que cree en Dios, por la fe todo es posible.

Cuántos reciben está palabra?

El verdadero valor de la vida

Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
(Lucas 12:15)

El mundo vive en pos de lo material, el dinero, las posesiones, le dan poder a quienes las acumulan. De tales cosas depende también la felicidad, para algunos, si no alcanzan sus objetivos económicos se deprimen, y si no pueden adquirir el bien que desean se les cae el mundo. Así es el sistema materialista de este mundo, trabajar para obtener más dinero, para poder comprar más cosas, y así poder pagar todos los gastos que genera tener más y más bienes, siempre observando cómo ganar más, cómo obtener algo de lo que sea que se cruce en nuestro camino.
El valor de las personas también se mide, por la posición económica que tiene, si eres una persona pobre, nadie se acercará, pero si tiene una buena situación financiera, tendrás muchos "amigos", en síntesis es "cuanto tenés cuanto vales".
Este sistema de creencia pertenece al mundo, y lleva a la gente a sufrir de avaricia, vivir para acumular dinero y poder. Es una esclavitud conciente y voluntaria, "estás en el sistema o quedas fuera del sistema".
Jesús dijo:" la vida del hombre no consiste en lo bienes que posee" es una palabra contundente que derrumba todos los conceptos de la gente, con relación sistema.
Jesús enseñó que no dependemos de el dinero, ni de los bienes, o las finanzas, los hijos de Dios dependemos del Padre Eterno, así como Dios alimenta las aves, y viste la flores, también dará todo lo necesario a sus hijos que confían el Él. 1Timoteo 6:10 "porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores."
La felicidad, el amor la vida son cosas que no se pueden comprar con dinero, Jesús dijo: que es más importante ¿El cuerpo o el vestido?
No dejes que la avaricia, te contamine, la avaricia, la envidia son cárceles de maldad, que atormentan a sus cautivos, si podemos entender y recibír está verdad de Dios, nuestra vida cambiará, nuestra escala de valores será diferente. 1Timoteo 6:7 "porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.

Aldo Daniel Monegal

Moviendo tus montañas

Mueve tus montañas

22 Y respondiendo JESÚS, les dice: Tened fe en DIOS.
23 De cierto os digo que cualquiera que diga a este monte: ¡Quítate y arrójate al mar!, y no dude en su corazón, sino que crea que lo que habla sucede , lo obtendrá.
(Marcos 11:22-23)

Tan simple es la palabra de Dios en la boca de Jesús!
Creer en Dios, con una fe simple y verdadera, mueve las montañas, creer como cree un niño.
La humanidad es tan complicada, para asimilar las verdades del Reino, la incredulidad les impide recibir, y ejercer el poder de la fe en Dios.
Pero nunca es tarde en el tiempo de la gracia, hoy es el día para comenzar a creer y fortalecer tu fe, en obediencia y oración.
Comienza a creer que las promesas de Dios son para vos, y que ya se manifiestan en tu vida, cree que esa prueba que estás pasando, termina en el nombre de Jesús, camina en fe, recuerda que la Biblia dice que la voluntad de Dios es: ¡Oh amado, anhelo que en todas las cosas seas prosperado y tengas salud, así como prospera tu alma! (3 de Juan 1:2)
Quita la enfermedad de tu cuerpo y de tu casa, la voluntad de Dios es que tengas salud, Echa fuera es fracaso y la miseria, la voluntad de Dios es que seas prosperado en todo! Dile a ese problema que se quite de tu vida, con fe en Dios, y ocurrirá!

Te bendigo !

Provisión Divina

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. (Filipenses 4:19)


Cuando estamos dispuestos a dar y ayudar al prójimo, se activa la ley de Espiritual de la siembra y la cosecha,  Jesús dijo: más bienaventurado es dar que recibir. 

Cuando Pablo escribió este versículo, guiado por el Espíritu Santo, estaba recibiendo una ayuda financiera de parte de los hermanos de la ciudad de Filipos. En esta ocasión el Apóstol, como buen maestro de la palabra, aprovecha para enseñarle a los hermanos que la buena obra que ellos hicieron con él, no quedará sin recompensa de parte de Dios. 

Todo lo que hacemos para bendecir a nuestros hermanos en la fe, desata la bendición de Dios, en el presente y en el futuro, de los hijos de Dios. 

Cuando no estás prosperando, cuando hay negocios trabados, cuando las deudas se multiplican, y no sabes porque, nada te sale bien, este es el momento de pensar si estás cumpliendo con las ley Espiritual de la siembra y la cosecha.

Los hermanos filipenses, sembraron en buena tierra, el Apóstol Pablo un hombre de Dios, que dedicó su vida entera a llevar la buena noticia del Evangelio al mundo, ayudó a muchos, viajó a lugares lejanos, y pasó penurias por servir al Señor, cuántas vidas fueron bendecidas por medio de su ministerio! 

Si somos agradecidos con Dios por su amor hacia nosotros, y no perdemos oportunidad de hacer con nuestros hermanos y con sus siervos, lo mismo que Dios hizo por nosotros, nuestro Padre Celestial siempre suplirá todas nuestras necesidades, los cielos se abrirán sobre los que saben abrir su mano para dar, y su corazón para dar amor a su prójimo, se cumplirán las promesas de Dios en tu vida, y no conocerás la necesidad, porque la provisión divina siempre estará fluyendo a tu favor. 


P. Aldo D. Monegal.