Alabanza por su amor


Salmo 22:24-25

24  Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido, Ni de él escondió su rostro; Sino que cuando clamó a él, le oyó.

 25  De ti será mi alabanza en la gran congregación; Mis votos pagaré delante de los que le temen.


Las injusticias y aflicciones que sufren los pobres no están ocultas para Dios, la gente afligida no está sola ni olvidada, Dios está siempre atento al llamado de los necesitados. El Dios de amor y Justicia es fiel y sus promesas son firmes, cuando vemos injusticia y calamidad en el mundo, no es culpa de Dios, es por causa de la maldad de la humanidad que se produce la violencia, el hambre, la injusticia y la destrucción. La angustia, y todos los males que sufre la gente, son por causa de la corrupción y la maldad generalizada, que rompen las normas de Dios, que tiene como primer mandamiento el amor, a Dios y al prójimo. Si la humanidad volviese a Dios, obedeciendo los dos principios básicos de la ley de Dios, basados en el amor, el mundo sería diferente. Pero aún así en medio de tantas injusticias y corrupción, la voz de los afiliados es oída en los cielos  cuando ellos claman al Señor, hay respuesta divina a las oraciones de los que buscan al Señor, por esta causa Dios es digno de ser alabado, él merece la gloria, la honra y la adoración por siempre amén! 



Visión



Salmo 19:1

Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.


Levantarse cada mañana y mirar hacia el cielo, nos pone en sintonía con Dios. Nuestro Padre es el hacedor de todo lo que nos rodea, sin darnos cuenta toda la creación es la provisión que el Señor nos entrega cada día para que disfrutemos, junto con la vida misma.

Decir que no vemos a Dios es declarar que estamos ciegos, si podemos ver al Señor en todo lo que nos rodea, significa que nuestros ojos espirituales fueron abiertos, entonces veremos su grandeza, y también lo pequeños que somos ante él : "Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? (Salmo 8:3-4)

Comienza tu día alabando a Dios por su amor, por todo lo que podemos disfrutar cada día, por tener el privilegio de vivir un día más, dale gracias por todo, no mires defectos no dejes que la disconformidad te quite la posibilidad de disfrutar de la vida y las bendiciones de Dios. Cambia tu visión, la palabra de Dios limpia tus ojos como el colirio, para que veas a Dios en todo lo que te rodea, y acompañándote a cada paso.

Enciende mi lámpara


Salmo 18:28-32

 28  Enciendes una lámpara para mí. El SEÑOR, mi Dios, ilumina mi oscuridad. 29  Con tu fuerza puedo aplastar a un ejército; con mi Dios puedo escalar cualquier muro. 30  El camino de Dios es perfecto. Todas las promesas del SEÑOR demuestran ser verdaderas. Él es escudo para todos los que buscan su protección.  31  Pues ¿quién es Dios aparte del SEÑOR? ¿Quién más que nuestro Dios es una roca sólida?  32  Dios me arma de fuerza y hace perfecto mi camino.


Dios enciende nuestra lámpara, nos libera de la oscuridad, todo lo que representa lo malo, y nos da temor es oscuridad, la luz es seguridad, confianza, paz. Con el Señor nada es imposible para nosotros, si nos aferramos a Jesús, seremos capaces de hacer cualquier cosa, la victoria es segura, los obstáculos no pueden detener a un hombre o mujer de fe. Esa confianza que genera la fe en su palabra, sus maravillosas promesas, llenan de alegría nuestro corazón, es bueno pensar y declarar en voz alta las promesas de Dios para sus hijos, porque con el corazón se cree y con la boca se confiesa, y Dios hace el milagro a nuestro favor.

Vivir confiando en Dios, nos da paz y descanso, aprender a depositar en él las cargas hace que todo sea diferente. Tenemos más claridad para ver la vida, tomar decisiones y hacer lo que hay que hacer, cuando Dios es el centro de nuestra vida, nuestro camino es perfecto, cómo dice el salmo. Por este motivo, Dios merece toda alabanza, él es único, Jesús es el Señor de Señores y Rey de reyes, el Dios de Israel es único, no hay Dios fuera de él.

En este día reconoce a Dios en tu vida, ora, alaba, y cree en su palabra, práctica los principios bíblicos, el amor , el perdón, la misericordia, y verás cómo tú vida se llena de alegría, por vivir en la voluntad de Dios. El Señor te guarde y te prospere, haga resplandecer su rostro sobre tí, y te de paz!

¡Bendiciones!

Sin Ansiedad


Filipenses 4:6-7

 6  Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.  7  Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

La nueva forma de vida en Cristo, nos libera de la ansiedad, por la confianza en Dios sabemos que nada nos faltará, y que no estamos solos, tenemos un amigo que nos ayuda en todo momento, nos escucha cuando hablamos con él, siempre está disponible, y tiene todo lo que necesitamos, él es Jesús.

Otra versión de este versículo dice: "No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho."(Fil 4:6 NTV) Cuando el centro de nuestra vida cambia, la forma de ver la vida también cambia, tenemos nuevas y mejores actitudes, pensamientos, hábitos que edifican y nos llevan a la paz espiritual. Vivimos en un contexto social que se caracteriza por la ansiedad, la incertidumbre, y todo lo que contribuye a producir estrés, angustia, pero creer en Jesús genera esperanza y fe y paz. 

Debemos aprender a no dejar que la ansiedad nos domine, en cambio oremos pidiendo a Dios todo lo que necesitamos, y demos gracias por todo siempre y : "Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús." (Filipenses 4:7 NTV) Dios te bendiga siempre!

El Poder de la Buena Noticia

16  Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.  17  Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. (Romanos 1:16-17)

Todo lo que Jesús hizo cuando se manifestó en la tierra, desde su nacimiento hasta su muerte y resurrección, más todas sus enseñanzas y milagros, sus anuncios proféticos, y lo que continúa haciendo hoy, está contenido en el evangelio. Jesús es el Todopoderoso, por lo tanto todo lo que pertenece al evangelio es poderoso, el evangelio mismo es poder de Dios que salva, libera, sana, y provee vida eterna.

Los que creemos en Jesús somos justificados por Dios, para vivir por fe, dependiendo de Dios que por su gracia y poder, sostiene todas las cosas. Avergonzarse del evangelio, es una incoherencia, Jesús no tuvo vergüenza de ir a la cruz por nosotros, cargar nuestros pecados en la cruz, sufrir y ser humillado por nosotros, su obra desató el poder de la vida, un poder incalculable que está presente en el evangelio. Y nosotros somos portadores de ese poder, para que vivamos una vida abundante y bendecida!

 Hoy abrazamos el poder del evangelio, y lo sentimos en nosotros, y lo compartimos con los demás, nada es imposible para aquél que cree.



Promesas

Porque yo me volveré a vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto con vosotros.
(Levítico 26:9)

Está promesa es la base del pacto que Dios hace con nosotros, y es la más importante de todas. Significa volver a estar conectados a la fuente, el orígen de la vida, a nuestro Creador, fuimos creados para vivir en Dios. Este es nuestro propósito, si no tenemos unión con Dios, estamos perdidos, a la deriva, sin dirección y sin propósito en la vida, con todo lo que eso implica.
No basta con creer en Dios, tampoco basta con ir de vez en cuando a la iglesia o dedicarle un tiempo de vez en cuando, el ser humano no puede por sí mismo llegar a Dios, el hombre cree que puede hacerse a Dios cuando y como él quiera, pero la verdad es que hay una gran brecha entre Dios y los hombres, y es imposible de cruzar para las personas.
Por eso Dios dice: "me volveré a vosotros"; si Dios no se acerca a nosotros es imposible llegar a Dios. Jesús es el puente provisto por Dios para cruzar a su presencia, no hay otro camino. La raíz de todos los problemas de la humanidad, es su distanciamiento de Dios, esa brecha imposible de cruzar se llama: pecado. El pecado es una mancha, que la humanidad no puede quitarse, es una marca grabada a fuego en los hombres, y eso separa a la gente de Dios. Pero lo que es imposible para los hombres es posible para Dios, así que el Señor se acercó a nosotros y proveyó la solución, solo por amor. Su deseo es que vivamos con él, como un Padre con sus hijos quiere vernos crecer y multiplicarnos, por eso hace un pacto que solo tenemos que aceptar para entrar en él, y disfrutar todos sus beneficios.
Hoy es el día en que Dios se vuelve a tí, él va a buscarte, déjate atrapar por  Jesús.


Aviva el fuego.

2 Timoteo 1:6-8 (BTX)
 6  Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don de DIOS que hay en ti por la imposición de mis manos.
 7  Porque no nos ha dado DIOS espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
 8  Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; sino comparte conmigo el sufrimiento por causa del evangelio, conforme al poder de DIOS


La carta de un maestro a su discípulo, que también puede decirse que es la de un padre a un hijo en la fe de Jesús, nos deja ver instrucciones de Dios para nosotros. 
Debemos reconocer que en nuestro corazón habita el Espíritu Santo, como una llama de fuego que arde en una lámpara, así la presencia de Dios está en nosotros. Si recibiste a Jesús como tu Señor y Dios, si pediste perdón por tus pecados, y llevas una vida de arrepentimiento y santificación, esforzándote cada día para llevar una vida que agrada a Dios, entonces el Espíritu Santo está en tí.

Sin el Espíritu Santo, no es posible vivir en vida nueva, también es la fuerza que nos impulsa para servir al Señor, para adorarlo y hacer su voluntad y cumplir así con su propósito. El Espíritu Santo nos capacita con dones especiales, nos quita las inhibiciones y nos da la valentía para testificar delante de los incrédulos. El versículo siete indica el cambio de actitud que provoca la presencia del Señor en nosotros, una actitud de valentía no solamente para la vida, si observamos el contexto de esta palabra, vemos que el Apóstol Pablo se refiere al servicio a Dios, tres son las virtudes espirituales que nombra Pablo: poder, amor y dominio propio. Estas virtudes de espíritu están disponibles para los hijos de Dios, porque son indispensables para vivir en la dimensión del Espíritu Santo.

Pero debemos tener cuidado, de no dejar apagar el fuego, al contrario debemos avivar el fuego de Dios en nosotros, así estaremos activos, fuertes y gozosos cada día, con una visión de fe, frente a las situaciones que enfrentamos en la vida cotidiana, dando siempre testimonio de Dios, para su gloria. Esta es la actividad primaría de todo hijo de Dios, predicar la palabra sin vergüenza, dar testimonio de Jesús y no tener reparo en decir que somos sus discípulos, hablar de lo que Jesús hizo en nosotros, porque ese es parte del trabajo que hacemos para Dios. 
Así que recuerda que, Dios te dió un regalo muy importante, un don el Espíritu Santo está en tí, cultiva tu relación con él, toma conciencia de su presencia en tí, para que no se debilite la llama de Dios en tu corazón, habla con él y escúchalo, deja que te guíe, y tu vida cambiará de una forma extraordinaria. Vuelve a leer el texto, y trata de memorizar el versículo siete, para declararlo en voz alta, Dios te dió espíritu de poder, amor y dominio propio.