Los buenos frutos

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Gálatas 5: 22-23

Pocas veces se escucha hablar de los frutos del Espíritu, siempre se habla de los dones espirituales como si fueran la garantía de una profunda espiritualidad.
Es más fácil recibir que dar, los dones se reciben los frutos se dan, pero tener dones espirituales inflan el ego de muchos y la idea de poder, creerse superiores de alguna forma, y no debería ser así.
Pero los frutos son los que resaltan la naturaleza del cristiano. La evidencia de que un cristiano es genuino y es maduro está en los frutos, no en los dones.
Por esto el Señor Jesús enseñó que a los falsos profetas se los conocería por sus frutos, " por sus frutos los conoceréis" Mateo 7: 16-20.
Si somos genuinos hijos de Dios no pueden faltar los frutos del Espíritu en nosotros, cada día tenemos que examinar nuestra vida para ver cuáles son nuestros frutos. Estamos dando amor, gozo, paz a los demás, que generamos en nuestro entorno?
Cada día pidamos a Dios que cambie nuestra naturaleza y que seamos fructíferos, en el Espíritu Santo, y seremos genuinos hijos de Dios. Y como los buenos frutos dan semilla que se siembra, también recibiremos lo que sembramos, paz, amor, gozo.. para la gloria del Señor.
En este día demos fruto abundante para Dios y para su Reino, ama a tu prójimo, bendice a cada persona, que la gente sienta en ti el olor fragante de Cristo.
Y todo lo que necesites Dios te los dará por añadidura.

A. D. Monegal, Pastor.

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