Venciendo el cansancio

Isaías 35:3-4
3  Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles.
4  Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.

El cansancio nos detiene y es el mayor peligro en todas las actividades humanas, cuando somos vencidos por el cansancio nos dormimos y dormirse en un momento inadecuado puede ser muy peligroso. Cuando estamos conduciendo un auto cansados el sueño nos hace cerrar los ojos y puede ser fatal, lo mejor es detenerse a un costado del camino, dormir un momento para recuperar las fuerzas y seguir adelante. En lo espiritual pasa algo semejante, si continuamos adelante sin descansar corremos peligro de dormirnos y en medio de la batalla espiritual puede ser la oportunidad para que el enemigo nos destruya.
La Biblia dice en Génesis que Dios hizo el mundo en seis días y el séptimo día descanso, así nosotros su creación también debemos descansar un día para renovar fuerzas, en lo espiritual también necesitamos entrar en el descanso del Señor para renovar las fuerzas espirituales, mentales y físicas, Jesús dijo "vengan a mí todos los que están cargados y trabajados y yo los haré descansar" Mateo 11:28.
Hay cansancio físico, hay cansancio espiritual, cuando servimos al Señor es posible que el cansancio espiritual nos debilite si nos descuidamos y no buscamos renovar las fuerzas, cuando luchamos con dificultades, con personas que son difíciles, cuando la opresión del enemigo nos empieza a debilitar el cansancio se vuelve peligroso, porque con él viene el desánimo, la desesperanza, luego nos empezamos a enfriar, y entramos en un sueño espiritual del que es difícil despertar.
Pero hoy por medio del profeta Isaías Dios nos dice: Fortalezcan las manos y las rodillas, las manos para seguir activos en la obra de Dios, y las rodillas para orar, para caminar en las sendas del Señor, es tiempo de descansar en el Señor para tomar nuevas fuerzas y ser canales de Bendición para otros: digan a los de corazón apocado esforzaos, no temáis.. la consigna buscar en Dios nuevas fuerzas, porque "Él renueva las fuerzas al cansado y se las multiplica al que no tiene ninguna".
Cual es la motivación? El premio de Dios, el Señor no nos dejará sin recompensa, " vuestro Dios viene con retribución" para nosotros es recompensa, para los desobedientes es el pago de lo que sembraron viviendo en contra de Dios.
No te canses de servir al Señor, si te sientes agobiado, ve a los brazos de Jesús descansa, toma nuevas fuerzas y continua, porque hay recompensa para tu servicio. La promesa: Dios mismo vendrá y nos salvará!

Aldo Daniel Monegal.

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