Siguiendo al Maestro

No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Filipenses 2:4-8

La iglesia es un organismo, la clave es moverse y trabajar en unidad, en equipo como una gran familia. Jesús oro en getsemani (Juan 17) y pidió al Padre que seamos uno en El. Es difícil conservar la unidad en un grupo grande de gente, siempre surgen divisiones y contiendas murmuraciones, chismes y toda clase de dificultades, pero la iglesia del Señor no es un grupo más, los hijos de Dios tenemos el poder del Espíritu Santo en nosotros que nos capacita para hacer su voluntad y manifestar su amor a los demás.
Cómo discípulos de Jesús es necesario que nos libremos de la competencia, la ambición, la envidia, el deseo de poder, todo esto nos lleva a querer tener un lugar de privilegio dentro de la iglesia, nos desenfocamos de la verdadera voluntad del Señor que dijo : "el que quiera ser alguien entre vosotros sea el siervo de todos" Jesús vino para servir, pero los hombre buscan ser servidos, buscan el poder. Los hijos de Dios tenemos que ser como nuestro maestro, tenemos que aprender a valorar a los demás, no ser egoístas, tenemos que buscar el beneficio de los demás y orar por ellos.
Jesús dejó todo por nosotros, y camino en esta tierra como uno más, aunque era Dios no se aprovechó de su naturaleza para beneficiarse a si mismo, sino que se humilló, y demostró ser obediente a Dios hasta la muerte. En todo fue ejemplo con su familia, con sus hermanos y con la sociedad.
Aprendamos del ejemplo de nuestros Señor guardemos su palabra y seamos obedientes, seamos agentes de bendición y unidad para la iglesia, canales de bendición para todos los que nos rodean.

Aldo Daniel Monegal

Pagar precio

Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo:
Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
Lucas 14:25-27

Donde hay grandes multitudes hay muchas ambiciones humanas la gran mayoría desea satisfacer sus necesidades inmediatas, el bienestar temporal y las cosas materiales son lo más buscado por la gente que se acerca a Jesús.
Por eso vemos mega iglesias llenas de gente, campañas y festivales cristianos multitudinarios, todos buscan algo momentáneo pero pocos son los que se comprometen realmente a seguir y ser discípulos de Jesús.
Hay una gran diferencia entre ser un simpatizante de Jesús y ser un discípulo, Jesús no busca multitudes, el busca discípulos que sean obedientes y hagan lo que él dice, hay recompensa para los que oyen y obedecen, pero los que no desea comprometerse con el Señor no recibirán el galardón.
Seguir a Cristo es un privilegio, ser parte de sus discípulos, conocerlo a El, participar de la resurrección, la vida eterna y el reino prometido por el Padre es glorioso, pero hay un precio que pagar.
Jesús dice que es necesario poner a Dios por sobre todo, nuestro compromiso por el debe ser tal que el amor que sentimos por nuestra familia comprado por nuestro amor por Dios, parezca odio. Es necesario poner a Dios aún por sobre nuestras ambiciones y deseos personales, "el que ama su vida la perderá el que pierda su  vida la hallará."
Tomar la cruz cada día y seguir a Jesús, es crucificar nuestra carne, nuestro carácter humano, decir cómo el Ap. Pablo "con Cristo estoy Juntamente crucificado, ya no vivo yo más Cristo vive en mi".
Si decidimos ser discípulos de Cristo debemos tener en cuenta el precio a pagar, "el que pone sus manos en el arado y mira hacia atrás no es digno de mi".

Aldo Daniel Monegal

Volveremos a nuestra herencia

He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.
Génesis 28:15

La palabra de Dios dice que hay un plan para cada hombre y mujer, el Señor es omnipotente y omnisciente, todo lo puede y todo lo sabe, la Biblia dice que desde el vientre de nuestra madre Él nos conoce, esto quiere decir que venimos a esta vida con un propósito de parte de Dios.
Pero también el Señor nos creó con el poder de decidir por nosotros mismos, podemos elegir el camino a seguir según nuestra opinión, la mayoría de la gente sigue su propio camino, según su razonamiento y guiándose por su propia percepción de lo bueno y lo malo asi elige cómo construir su vida o que camino seguir para alcanzar su ideal, y todo esto lo hacen sin tomar en cuenta a Dios, ignorando sus planes y propósitos, pero también hay creyentes que no entregan el gobierno de sus vidas al creador y viven una vida mediocre sin alcanzar las bendiciones porque aún continúan siendo incrédulos, todo aquel que no vive por la fe en Jesucristo sin entregar todo al Señor, vivirá en el desierto, como el pueblo de Israel que camino por el desierto cuarenta años por causa de su incredulidad, recibiendo pequeñas gotas de bendición, pensando siempre en volver atrás, y sin poder llegar a la tierra prometida.
La incredulidad y la duda cierran los cielos,  por eso la gente vive lejos de las bendiciones de Dios y algunos están dentro de la tierra prometida pero no pueden disfrutar de la herencia del Padre por esta causa, el no creerle al Señor, la desobediencia y la rebeldía nos aleja de Dios y sus promesas.
Cuando el Señor se revela al hombre lo primero que entiende, el hombre, es su error y su condición, no podemos ser sanados hasta que no tomamos conciencia de nuestra enfermedad, es entonces que Dios nos revela su misericordia: "Yo estaré contigo, y te guardaré por donde quiera que fueres;" aún estando en el camino equivocado Dios nos guía de regreso, cuando nos refugiamos bajo sus alas el nos guía y nos guarda, donde quiera que andemos, "volveré a traerte a esta tierra" no perderemos la herencia, disfrutaremos la bendición; "porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho" el Señor cumplirá en ti su plan, aunque seamos rebeldes Dios nos guía al arrepentimiento, si estamos perdidos el Señor nos traerá de regreso, y si lo perdimos todo Dios tiene guardad la herencia para nosotros.

Aldo Daniel Monegal

¿Cuál es tu motivación?

Alguna vez te preguntaste ¿cuál es la motivación que te impulsa a servir a Dios y mantenerte trabajando en su obra?
Quizás esta historia te ayude a identificarla.

Un anciano, vivía solo porque había perdido a su esposa. Trabajó duramente como sastre toda su vida y ahora, pro causa de su edad, ya no podía trabajar. Tenía tres hijos varones, pero ellos han formado sus propios hogares y estaban tan ocupados con su propia vida que sólo tenían tiempo para cenar con su padre una vez por mes.

El anciano estaba cada vez más débil y los hijos lo visitaban cada vez menos. -Ya no quieren estar conmigo ahora, soy una carga, se decía así mismo, entonces se le ocurrió un plan.

A la mañana siguiente fue a la carpintería de su amigo, en busca de un cofre de madera, lo llenó de pedazos de vidrio, lo cerró con llave y lo puso bajo la mesa.

Cuando sus hijos fueron a cenar, lo tocaron con los pies. -¿Qué hay en ese cofre? -preguntaron mirando bajo la mesa -Oh, nada -respondió el anciano-, sólo algunas cosillas que he ahorrado, sus hijos lo empujaron y vieron que era muy pesado. Lo patearon y oyeron un tintineo.-Debe estar lleno con el oro que ahorró a lo largo de los años susurraron ellos.

Deliberaron y comprendieron que debían custodiar el tesoro. Decidieron turnarse para vivir con el anciano, y así podrían cuidar el cofre. El hijo menor se mudó a la casa del padre y le cuidó. A la semana siguiente lo reemplazó el segundo hijo, y la semana siguiente el mayor. Así siguieron por un tiempo.

Al fin el anciano padre enfermó y falleció. Los hijos le hicieron un bonito funeral, pues sabían que una fortuna les aguardaba bajo la mesa de la cocina.

Cuando terminó la ceremonia, buscaron en toda la casa hasta encontrar la llave, y abrieron en cofre. Por cierto, lo encontraron lleno de vidrios rotos.

-¡Qué triquiñuela infame! -exclamó el hijo mayor-. ¡Qué crueldad hacia sus hijos!
-¿Pero qué podía hacer? -preguntó tristemente el segundo hijo-. Seamos francos. De no haber sido por el cofre, lo habríamos descuidado hasta el final de sus días.

Avergonzados, no les quedó otra que reconocer su mal proceder.

¿Cual es la motivación que nos lleva a amar a Dios, servirlo y obedecerlo? ¿responde a lo que queremos obtener de Dios y recibir de El en este mundo?

No te equivoques, ni trabajes para Dios por una motivación incorrecta, que en realidad todo lo que hagas por Él, nazca por un agradecimiento inmenso por lo que hizo para salvarnos, por el amor incondicional que siempre nos demuestra dándonos vida, fortaleza para seguir adelante y por el anhelo de pasar una vida eterna junto a Él.

“Porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”1 de Samuel 16:7

Que tu obediencia, tu servicio sean el fruto de la admiración y la pasión que tienes por tu Padre y no por algo pasajero, sino por algo eterno.


Telma Céspedes

Comida de pajaritos

Cuando un pájaro sale del cascarón, este se queda en el nido sabiendo que su madre sale a conseguir comida pero lo sorprendente es la forma en que realizan esta tarea.

Las aves poseen una bolsa muscular a lo largo del esófago llamada buche. La función que tiene es la de ablandar el alimento y regular su flujo a través de este sistema para almacenarlo temporalmente. El proceso principal para ablandar el alimento comienza en el ventrículo o molleja, compuesta de cuatro bandas musculares que rotan y trituran el alimento desplazándolo de un área a otra dentro de la molleja que en algunas aves contiene pequeñas piezas de arena y piedra tragadas por el ave para ayudar en el proceso de trituración de la digestión, sirviendo en la función de los dientes.

Después de este proceso, el ave regresa a su nido con sus pequeños, abre la boca y estos comen directamente del buche. En otros casos como de la paloma, búho, lechuza, buitre y otras aves rapaces, la regurgitan. De esta manera un ave puede alimentar a sus hijos hasta que los pequeños puedan valerse por sí mismo.

En algún momento de nuestra vida espiritual, todo hemos pasado por un proceso similar, alguien más tuvo que estudiar por horas la Biblia y explicarnos su basto contenido en términos que en nuestra niñez espiritual podíamos entender.
1 Corintios 13:11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.

Ciertamente llega un momento en nuestra vida en la cual debemos dejar de ser simples oidores de la palabra de Dios, dejar atrás la comodidad que implica la simple escucha de las enseñanzas que alguien más nos imparte. Sino que es tiempo de comenzar nosotros mismos a buscar el alimento espiritual, estudiando la Biblia, y esforzándonos por adentrarnos en las profundidades de la Palabra, en definitiva, empezar nuestra propia historia con Dios.

Hebreos 5:11-14 Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.

La lectura de la Biblia es de vital importancia, pero además es necesario estudiarla ya que el conocimiento de la verdad nos hace libres.

No nos limitemos a ser simples oyentes de la Biblia, sino a ser hacedores de su palabra estudiándola y logrando un entendimiento propio. Porque Dios da sabiduría a quien la pide.

Dejemos de comer del buche de otro, sal a buscar cada día tu alimento espiritual.

Héctor Colque

Como forastero

2  Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré.
3  Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre.
4  Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente,
5  por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.
Génesis 26:2-5

Cuando la dificultad se acerca y caemos en la desesperación tomamos decisiones equivocadas. Egipto representa la solución humana, Egipto es la ayuda que no proviene de Dios, Egipto era una nación pagana adoraba a otros dioses, descender a Egipto, espiritualmente, es volverle la espalda a Dios, es como volver al lugar de esclavitud de donde Dios te sacó, pensando que allí está nuestra salida. La advertencia de Dios es clara: "No vayas a Egipto" no busque ayuda de gente que no camina con Dios, porque "qué comunión hay entre la luz y las tinieblas" que unidad hay entre el creyente y el incrédulo, Dios ya te sacó de la cárcel, no vuelvas a ella, vicios, malas costumbres, idolatría, pecados sexuales, negocios ilegales, engaños, dinero fácil, corrupción, todo esto es Egipto. El consejo es: "habita en la tierra que yo te diré" deja que Dios te guíe, El te hace caminar hacia adelante, nunca hacia atrás, Dios tiene un lugar especial para ti, una tierra de bendición, ve a donde Él te envía. Cómo cristianos está Palabra nos identifica mucho, así como Dios liberó a su pueblo Israel de Egipto, lo llevo por el desierto y lo introdujo en la tierra prometida, nosotros también fuimos liberados al creer en Jesús, cuando oímos el Evangelio y somos llevados hacia la tierra prometida, estamos en un viaje, esperando llegar a la tierra prometida. El versículo 3 dice: "habita como forastero en esta tierra" esta es una palabra profética, el Apostol Pedro dice en 1°Pedro 2:11 que somos peregrinos y extranjeros en esta tierra y tenemos que vivir aquí sin aferrarnos a lo terrenal, sin adoptar las costumbres de este mundo en el cual somos forasteros, estamos de paso y vamos a nuestra patria Celestial Filipenses 2:20.
Dios nos asegura que estando aquí en esta tierra si permanecemos en obediencia seremos bendecidos (verso 3),  multiplicados y que está tierra también pasará a ser nuestra, El mismo promete estar con nosotros y cumplir para nosotros y nuestros hijos las promesas de su palabra. Cristo volverá pronto por su iglesia, para llevarla a las mansiones celestiales, Jesús dijo "voy a preparar lugar para vosotros y vendré otra vez por ustedes" Juan 14: 2-3; Ahora vivimos en este mundo como forasteros, Pero la promesa de Dios dice: "estaré contigo y te bendeciré" sí Dios quiere que seamos prosperados, multiplicados en todas maneras, y esa es la promesa que Dios te entrega en este día: no desciendas a Egipto, vive en esta tierra como forastero.

Aldo Daniel Monegal

Orando en el desierto

Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.
Marcos 1:35

El Apóstol Pablo aconsejó : "sed imitadores de mí como yo de Cristo" Jesús es nuestro modelo a seguir, el es nuestro maestro, Marcos dice en el Evangelio, que Jesús se levantaba muy temprano y se dirigía a lugares desiertos y allí oraba buscaba al padre en oración para preparar un día de bendición, el Señor se anticipa buscando la guía del Espíritu Santo y la dirección del Padre celestial para ese día que comenzaba.
La oración es el oxígeno del espíritu, cuando oramos crecemos y nos fortalecemos porque entramos en comunión con nuestro Creador, pero cuando descuidamos nuestra vida de oración, nos debilitamos espiritualmente, y la carne comienza a ganar nuestra mente, nuestras actitudes, somos presa fácil de las artimañas del enemigo.
Cuando oramos nos anticipamos a los planes del enemigo contra nosotros, los desarticulamos en el nombre de Jesús, más si oramos de mañana, tenemos que orar por todo lo que hagamos y emprendamos, Jesús dijo "todo lo que pidan al padre en mi nombre lo recibirán" es una promesa, por eso tenemos que pedir en oración todo lo que necesitamos, tenemos que orar para ser librados del mal, orar para recibir la llenura del Espíritu Santo, orar por los hermanos y por los propósitos de Dios en nuestras vidas y naciones. Nuestro maestro se levantaba muy de mañana para orar, hagamos de la oración nuestro primer negocio, Dios hará el resto.

Aldo Daniel Monegal