Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto.
Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros.
Génesis 45:4-5
La vida de José está llena de enseñanza espiritual y es un paralelo Profético tremendo con la vida de Jesús desde el capítulo cuarenta y dos de Génesis en adelante el relato bíblico de la vida de José revela profundas enseñanzas del Señor para la iglesia. Jesús dijo un mandamiento nuevo les doy que se amen unos a otros como yo los he amado, sin duda el amor de Dios es la base principal en la iglesia de Jesucristo y en la vida de José se revela el amor de Dios por su pueblo, y el perdón como principio de unidad y restauración. José fue vendido por sus hermanos, ellos lo envidiaban y le tenían odio porque su padre Jacob lo amaba, así fue arrancado por sus propios hermanos de la familia para ser vendido como esclavo a Egipto, así también Jesús fue rechazado por sus hermanos israelitas y entregado a los romanos para ser condenado a la cruz. Lo tremendo es que José no perdió su fe, no dejo de ser quien era por causa de todo lo que le pasó, la Biblia dice que donde José estaba la bendición de Dios estaba con él, en la casa de su amo egipcio pasó de ser esclavo a ser mayordomo de todo lo que su amo tenía. Parece que las cosas malas que le pasaban a José en vez de debilitarlo lo fortalecía, luego fue enviado a la cárcel injustamente allí también paso de ser un preso común a ser el encargado de la cárcel. Ni la traición de sus hermanos, ni el maltrato de sus captores pudieron derrotar a José, mantuvo su fe en alto y su confianza en Dios más fuerte que nunca y Dios se glorificaba en el. José llegó a ser gobernador de todo Egipto, de esclavo a gobernante, Dios lo bendijo y por pasar todas aquellas pruebas su perder la fe, sin dejar que el odio y el rencor nublen su mente, sin dejarse ganar por los sentimientos de venganza, que viene justificados hubieran sido humanamente, gracias a que mantuvo su fe pudo entender el pan de Dios para él y su familia.
Amados a veces pasamos por dificultades y sufrimos el rechazo o la traición de la gente más cercana a nosotros, pero debemos fortalecernos en el Señor, José de mantuvo aferrado a El, y entendió que tuvo que pasar por todo aquello para ser el gran proveedor de su propia familia, y de los hermanos que lo rechazaron, José soltó perdón sobre sus hermanos en vez de venganza, y Dios le mostró el porqué de todo lo que vivió, "porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros".
La Biblia dice en Romanos 8:28 "porque a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien" cuando amamos a Dios y le seguimos pese a todo, en lo bueno y en lo malo, cuando perdonamos a nuestros hermanos y no permitimos que el odio no haga pagar mal por mal, cuando no damos lugar a los malos sentimientos de rencor y amargura y dejamos de dar lugar a la queja y los lamentos, es entonces que estamos listos para recibir el milagro de Dios. José pasó por todo aquello para salvar a su familia del hambre y la destrucción, pero además por su actitud su familia fue restaurada se unió más, su padre Jacob fue libre de la tristeza, sus hermanos de la culpa que sentían por haber vendido a su hermano.
Cuando nos dejamos guiar por el Espíritu Santo, cuando dejamos que el amor de Dios se manifieste, cuando soltamos perdón y restauración, cuando mantenemos la fe en medio de la tormenta, el propósito de Dios se cumplirá en nuestras vidas y las de nuestros seres queridos.
Así como José, Jesús hoy te recibe no importa lo que pasó el te ama, no importa si le diste la espalda, hoy te dice"acércate a mi" y " no estés triste, yo estoy aquí para ayudarte", nosotros tenemos que hacer lo mismo con aquellos que nos lastimaron, soltemos perdón, libremos de todo rencor, como José amemos, perdonemos seamos agentes de restauración para que la bendición de Dios se manifieste.
Aldo Daniel Monegal
Siguiendo al Maestro
No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Filipenses 2:4-8
La iglesia es un organismo, la clave es moverse y trabajar en unidad, en equipo como una gran familia. Jesús oro en getsemani (Juan 17) y pidió al Padre que seamos uno en El. Es difícil conservar la unidad en un grupo grande de gente, siempre surgen divisiones y contiendas murmuraciones, chismes y toda clase de dificultades, pero la iglesia del Señor no es un grupo más, los hijos de Dios tenemos el poder del Espíritu Santo en nosotros que nos capacita para hacer su voluntad y manifestar su amor a los demás.
Cómo discípulos de Jesús es necesario que nos libremos de la competencia, la ambición, la envidia, el deseo de poder, todo esto nos lleva a querer tener un lugar de privilegio dentro de la iglesia, nos desenfocamos de la verdadera voluntad del Señor que dijo : "el que quiera ser alguien entre vosotros sea el siervo de todos" Jesús vino para servir, pero los hombre buscan ser servidos, buscan el poder. Los hijos de Dios tenemos que ser como nuestro maestro, tenemos que aprender a valorar a los demás, no ser egoístas, tenemos que buscar el beneficio de los demás y orar por ellos.
Jesús dejó todo por nosotros, y camino en esta tierra como uno más, aunque era Dios no se aprovechó de su naturaleza para beneficiarse a si mismo, sino que se humilló, y demostró ser obediente a Dios hasta la muerte. En todo fue ejemplo con su familia, con sus hermanos y con la sociedad.
Aprendamos del ejemplo de nuestros Señor guardemos su palabra y seamos obedientes, seamos agentes de bendición y unidad para la iglesia, canales de bendición para todos los que nos rodean.
Aldo Daniel Monegal
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Filipenses 2:4-8
La iglesia es un organismo, la clave es moverse y trabajar en unidad, en equipo como una gran familia. Jesús oro en getsemani (Juan 17) y pidió al Padre que seamos uno en El. Es difícil conservar la unidad en un grupo grande de gente, siempre surgen divisiones y contiendas murmuraciones, chismes y toda clase de dificultades, pero la iglesia del Señor no es un grupo más, los hijos de Dios tenemos el poder del Espíritu Santo en nosotros que nos capacita para hacer su voluntad y manifestar su amor a los demás.
Cómo discípulos de Jesús es necesario que nos libremos de la competencia, la ambición, la envidia, el deseo de poder, todo esto nos lleva a querer tener un lugar de privilegio dentro de la iglesia, nos desenfocamos de la verdadera voluntad del Señor que dijo : "el que quiera ser alguien entre vosotros sea el siervo de todos" Jesús vino para servir, pero los hombre buscan ser servidos, buscan el poder. Los hijos de Dios tenemos que ser como nuestro maestro, tenemos que aprender a valorar a los demás, no ser egoístas, tenemos que buscar el beneficio de los demás y orar por ellos.
Jesús dejó todo por nosotros, y camino en esta tierra como uno más, aunque era Dios no se aprovechó de su naturaleza para beneficiarse a si mismo, sino que se humilló, y demostró ser obediente a Dios hasta la muerte. En todo fue ejemplo con su familia, con sus hermanos y con la sociedad.
Aprendamos del ejemplo de nuestros Señor guardemos su palabra y seamos obedientes, seamos agentes de bendición y unidad para la iglesia, canales de bendición para todos los que nos rodean.
Aldo Daniel Monegal
Pagar precio
Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo:
Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
Lucas 14:25-27
Donde hay grandes multitudes hay muchas ambiciones humanas la gran mayoría desea satisfacer sus necesidades inmediatas, el bienestar temporal y las cosas materiales son lo más buscado por la gente que se acerca a Jesús.
Por eso vemos mega iglesias llenas de gente, campañas y festivales cristianos multitudinarios, todos buscan algo momentáneo pero pocos son los que se comprometen realmente a seguir y ser discípulos de Jesús.
Hay una gran diferencia entre ser un simpatizante de Jesús y ser un discípulo, Jesús no busca multitudes, el busca discípulos que sean obedientes y hagan lo que él dice, hay recompensa para los que oyen y obedecen, pero los que no desea comprometerse con el Señor no recibirán el galardón.
Seguir a Cristo es un privilegio, ser parte de sus discípulos, conocerlo a El, participar de la resurrección, la vida eterna y el reino prometido por el Padre es glorioso, pero hay un precio que pagar.
Jesús dice que es necesario poner a Dios por sobre todo, nuestro compromiso por el debe ser tal que el amor que sentimos por nuestra familia comprado por nuestro amor por Dios, parezca odio. Es necesario poner a Dios aún por sobre nuestras ambiciones y deseos personales, "el que ama su vida la perderá el que pierda su vida la hallará."
Tomar la cruz cada día y seguir a Jesús, es crucificar nuestra carne, nuestro carácter humano, decir cómo el Ap. Pablo "con Cristo estoy Juntamente crucificado, ya no vivo yo más Cristo vive en mi".
Si decidimos ser discípulos de Cristo debemos tener en cuenta el precio a pagar, "el que pone sus manos en el arado y mira hacia atrás no es digno de mi".
Aldo Daniel Monegal
Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
Lucas 14:25-27
Donde hay grandes multitudes hay muchas ambiciones humanas la gran mayoría desea satisfacer sus necesidades inmediatas, el bienestar temporal y las cosas materiales son lo más buscado por la gente que se acerca a Jesús.
Por eso vemos mega iglesias llenas de gente, campañas y festivales cristianos multitudinarios, todos buscan algo momentáneo pero pocos son los que se comprometen realmente a seguir y ser discípulos de Jesús.
Hay una gran diferencia entre ser un simpatizante de Jesús y ser un discípulo, Jesús no busca multitudes, el busca discípulos que sean obedientes y hagan lo que él dice, hay recompensa para los que oyen y obedecen, pero los que no desea comprometerse con el Señor no recibirán el galardón.
Seguir a Cristo es un privilegio, ser parte de sus discípulos, conocerlo a El, participar de la resurrección, la vida eterna y el reino prometido por el Padre es glorioso, pero hay un precio que pagar.
Jesús dice que es necesario poner a Dios por sobre todo, nuestro compromiso por el debe ser tal que el amor que sentimos por nuestra familia comprado por nuestro amor por Dios, parezca odio. Es necesario poner a Dios aún por sobre nuestras ambiciones y deseos personales, "el que ama su vida la perderá el que pierda su vida la hallará."
Tomar la cruz cada día y seguir a Jesús, es crucificar nuestra carne, nuestro carácter humano, decir cómo el Ap. Pablo "con Cristo estoy Juntamente crucificado, ya no vivo yo más Cristo vive en mi".
Si decidimos ser discípulos de Cristo debemos tener en cuenta el precio a pagar, "el que pone sus manos en el arado y mira hacia atrás no es digno de mi".
Aldo Daniel Monegal
Volveremos a nuestra herencia
He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.
Génesis 28:15
La palabra de Dios dice que hay un plan para cada hombre y mujer, el Señor es omnipotente y omnisciente, todo lo puede y todo lo sabe, la Biblia dice que desde el vientre de nuestra madre Él nos conoce, esto quiere decir que venimos a esta vida con un propósito de parte de Dios.
Pero también el Señor nos creó con el poder de decidir por nosotros mismos, podemos elegir el camino a seguir según nuestra opinión, la mayoría de la gente sigue su propio camino, según su razonamiento y guiándose por su propia percepción de lo bueno y lo malo asi elige cómo construir su vida o que camino seguir para alcanzar su ideal, y todo esto lo hacen sin tomar en cuenta a Dios, ignorando sus planes y propósitos, pero también hay creyentes que no entregan el gobierno de sus vidas al creador y viven una vida mediocre sin alcanzar las bendiciones porque aún continúan siendo incrédulos, todo aquel que no vive por la fe en Jesucristo sin entregar todo al Señor, vivirá en el desierto, como el pueblo de Israel que camino por el desierto cuarenta años por causa de su incredulidad, recibiendo pequeñas gotas de bendición, pensando siempre en volver atrás, y sin poder llegar a la tierra prometida.
La incredulidad y la duda cierran los cielos, por eso la gente vive lejos de las bendiciones de Dios y algunos están dentro de la tierra prometida pero no pueden disfrutar de la herencia del Padre por esta causa, el no creerle al Señor, la desobediencia y la rebeldía nos aleja de Dios y sus promesas.
Cuando el Señor se revela al hombre lo primero que entiende, el hombre, es su error y su condición, no podemos ser sanados hasta que no tomamos conciencia de nuestra enfermedad, es entonces que Dios nos revela su misericordia: "Yo estaré contigo, y te guardaré por donde quiera que fueres;" aún estando en el camino equivocado Dios nos guía de regreso, cuando nos refugiamos bajo sus alas el nos guía y nos guarda, donde quiera que andemos, "volveré a traerte a esta tierra" no perderemos la herencia, disfrutaremos la bendición; "porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho" el Señor cumplirá en ti su plan, aunque seamos rebeldes Dios nos guía al arrepentimiento, si estamos perdidos el Señor nos traerá de regreso, y si lo perdimos todo Dios tiene guardad la herencia para nosotros.
Aldo Daniel Monegal
Génesis 28:15
La palabra de Dios dice que hay un plan para cada hombre y mujer, el Señor es omnipotente y omnisciente, todo lo puede y todo lo sabe, la Biblia dice que desde el vientre de nuestra madre Él nos conoce, esto quiere decir que venimos a esta vida con un propósito de parte de Dios.
Pero también el Señor nos creó con el poder de decidir por nosotros mismos, podemos elegir el camino a seguir según nuestra opinión, la mayoría de la gente sigue su propio camino, según su razonamiento y guiándose por su propia percepción de lo bueno y lo malo asi elige cómo construir su vida o que camino seguir para alcanzar su ideal, y todo esto lo hacen sin tomar en cuenta a Dios, ignorando sus planes y propósitos, pero también hay creyentes que no entregan el gobierno de sus vidas al creador y viven una vida mediocre sin alcanzar las bendiciones porque aún continúan siendo incrédulos, todo aquel que no vive por la fe en Jesucristo sin entregar todo al Señor, vivirá en el desierto, como el pueblo de Israel que camino por el desierto cuarenta años por causa de su incredulidad, recibiendo pequeñas gotas de bendición, pensando siempre en volver atrás, y sin poder llegar a la tierra prometida.
La incredulidad y la duda cierran los cielos, por eso la gente vive lejos de las bendiciones de Dios y algunos están dentro de la tierra prometida pero no pueden disfrutar de la herencia del Padre por esta causa, el no creerle al Señor, la desobediencia y la rebeldía nos aleja de Dios y sus promesas.
Cuando el Señor se revela al hombre lo primero que entiende, el hombre, es su error y su condición, no podemos ser sanados hasta que no tomamos conciencia de nuestra enfermedad, es entonces que Dios nos revela su misericordia: "Yo estaré contigo, y te guardaré por donde quiera que fueres;" aún estando en el camino equivocado Dios nos guía de regreso, cuando nos refugiamos bajo sus alas el nos guía y nos guarda, donde quiera que andemos, "volveré a traerte a esta tierra" no perderemos la herencia, disfrutaremos la bendición; "porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho" el Señor cumplirá en ti su plan, aunque seamos rebeldes Dios nos guía al arrepentimiento, si estamos perdidos el Señor nos traerá de regreso, y si lo perdimos todo Dios tiene guardad la herencia para nosotros.
Aldo Daniel Monegal
¿Cuál es tu motivación?
Alguna vez te preguntaste ¿cuál es la motivación que te impulsa a servir a Dios y mantenerte trabajando en su obra?
Quizás esta historia te ayude a identificarla.
Un anciano, vivía solo porque había perdido a su esposa. Trabajó duramente como sastre toda su vida y ahora, pro causa de su edad, ya no podía trabajar. Tenía tres hijos varones, pero ellos han formado sus propios hogares y estaban tan ocupados con su propia vida que sólo tenían tiempo para cenar con su padre una vez por mes.
El anciano estaba cada vez más débil y los hijos lo visitaban cada vez menos. -Ya no quieren estar conmigo ahora, soy una carga, se decía así mismo, entonces se le ocurrió un plan.
A la mañana siguiente fue a la carpintería de su amigo, en busca de un cofre de madera, lo llenó de pedazos de vidrio, lo cerró con llave y lo puso bajo la mesa.
Cuando sus hijos fueron a cenar, lo tocaron con los pies. -¿Qué hay en ese cofre? -preguntaron mirando bajo la mesa -Oh, nada -respondió el anciano-, sólo algunas cosillas que he ahorrado, sus hijos lo empujaron y vieron que era muy pesado. Lo patearon y oyeron un tintineo.-Debe estar lleno con el oro que ahorró a lo largo de los años susurraron ellos.
Deliberaron y comprendieron que debían custodiar el tesoro. Decidieron turnarse para vivir con el anciano, y así podrían cuidar el cofre. El hijo menor se mudó a la casa del padre y le cuidó. A la semana siguiente lo reemplazó el segundo hijo, y la semana siguiente el mayor. Así siguieron por un tiempo.
Al fin el anciano padre enfermó y falleció. Los hijos le hicieron un bonito funeral, pues sabían que una fortuna les aguardaba bajo la mesa de la cocina.
Cuando terminó la ceremonia, buscaron en toda la casa hasta encontrar la llave, y abrieron en cofre. Por cierto, lo encontraron lleno de vidrios rotos.
-¡Qué triquiñuela infame! -exclamó el hijo mayor-. ¡Qué crueldad hacia sus hijos!
-¿Pero qué podía hacer? -preguntó tristemente el segundo hijo-. Seamos francos. De no haber sido por el cofre, lo habríamos descuidado hasta el final de sus días.
Avergonzados, no les quedó otra que reconocer su mal proceder.
¿Cual es la motivación que nos lleva a amar a Dios, servirlo y obedecerlo? ¿responde a lo que queremos obtener de Dios y recibir de El en este mundo?
No te equivoques, ni trabajes para Dios por una motivación incorrecta, que en realidad todo lo que hagas por Él, nazca por un agradecimiento inmenso por lo que hizo para salvarnos, por el amor incondicional que siempre nos demuestra dándonos vida, fortaleza para seguir adelante y por el anhelo de pasar una vida eterna junto a Él.
“Porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”1 de Samuel 16:7
Que tu obediencia, tu servicio sean el fruto de la admiración y la pasión que tienes por tu Padre y no por algo pasajero, sino por algo eterno.
Telma Céspedes
Quizás esta historia te ayude a identificarla.
Un anciano, vivía solo porque había perdido a su esposa. Trabajó duramente como sastre toda su vida y ahora, pro causa de su edad, ya no podía trabajar. Tenía tres hijos varones, pero ellos han formado sus propios hogares y estaban tan ocupados con su propia vida que sólo tenían tiempo para cenar con su padre una vez por mes.
El anciano estaba cada vez más débil y los hijos lo visitaban cada vez menos. -Ya no quieren estar conmigo ahora, soy una carga, se decía así mismo, entonces se le ocurrió un plan.
A la mañana siguiente fue a la carpintería de su amigo, en busca de un cofre de madera, lo llenó de pedazos de vidrio, lo cerró con llave y lo puso bajo la mesa.
Cuando sus hijos fueron a cenar, lo tocaron con los pies. -¿Qué hay en ese cofre? -preguntaron mirando bajo la mesa -Oh, nada -respondió el anciano-, sólo algunas cosillas que he ahorrado, sus hijos lo empujaron y vieron que era muy pesado. Lo patearon y oyeron un tintineo.-Debe estar lleno con el oro que ahorró a lo largo de los años susurraron ellos.
Deliberaron y comprendieron que debían custodiar el tesoro. Decidieron turnarse para vivir con el anciano, y así podrían cuidar el cofre. El hijo menor se mudó a la casa del padre y le cuidó. A la semana siguiente lo reemplazó el segundo hijo, y la semana siguiente el mayor. Así siguieron por un tiempo.
Al fin el anciano padre enfermó y falleció. Los hijos le hicieron un bonito funeral, pues sabían que una fortuna les aguardaba bajo la mesa de la cocina.
Cuando terminó la ceremonia, buscaron en toda la casa hasta encontrar la llave, y abrieron en cofre. Por cierto, lo encontraron lleno de vidrios rotos.
-¡Qué triquiñuela infame! -exclamó el hijo mayor-. ¡Qué crueldad hacia sus hijos!
-¿Pero qué podía hacer? -preguntó tristemente el segundo hijo-. Seamos francos. De no haber sido por el cofre, lo habríamos descuidado hasta el final de sus días.
Avergonzados, no les quedó otra que reconocer su mal proceder.
¿Cual es la motivación que nos lleva a amar a Dios, servirlo y obedecerlo? ¿responde a lo que queremos obtener de Dios y recibir de El en este mundo?
No te equivoques, ni trabajes para Dios por una motivación incorrecta, que en realidad todo lo que hagas por Él, nazca por un agradecimiento inmenso por lo que hizo para salvarnos, por el amor incondicional que siempre nos demuestra dándonos vida, fortaleza para seguir adelante y por el anhelo de pasar una vida eterna junto a Él.
“Porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”1 de Samuel 16:7
Que tu obediencia, tu servicio sean el fruto de la admiración y la pasión que tienes por tu Padre y no por algo pasajero, sino por algo eterno.
Telma Céspedes
Comida de pajaritos
Cuando un pájaro sale del cascarón, este se queda en el nido sabiendo que su madre sale a conseguir comida pero lo sorprendente es la forma en que realizan esta tarea.
Las aves poseen una bolsa muscular a lo largo del esófago llamada buche. La función que tiene es la de ablandar el alimento y regular su flujo a través de este sistema para almacenarlo temporalmente. El proceso principal para ablandar el alimento comienza en el ventrículo o molleja, compuesta de cuatro bandas musculares que rotan y trituran el alimento desplazándolo de un área a otra dentro de la molleja que en algunas aves contiene pequeñas piezas de arena y piedra tragadas por el ave para ayudar en el proceso de trituración de la digestión, sirviendo en la función de los dientes.
Después de este proceso, el ave regresa a su nido con sus pequeños, abre la boca y estos comen directamente del buche. En otros casos como de la paloma, búho, lechuza, buitre y otras aves rapaces, la regurgitan. De esta manera un ave puede alimentar a sus hijos hasta que los pequeños puedan valerse por sí mismo.
En algún momento de nuestra vida espiritual, todo hemos pasado por un proceso similar, alguien más tuvo que estudiar por horas la Biblia y explicarnos su basto contenido en términos que en nuestra niñez espiritual podíamos entender.
1 Corintios 13:11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
Ciertamente llega un momento en nuestra vida en la cual debemos dejar de ser simples oidores de la palabra de Dios, dejar atrás la comodidad que implica la simple escucha de las enseñanzas que alguien más nos imparte. Sino que es tiempo de comenzar nosotros mismos a buscar el alimento espiritual, estudiando la Biblia, y esforzándonos por adentrarnos en las profundidades de la Palabra, en definitiva, empezar nuestra propia historia con Dios.
Hebreos 5:11-14 Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
La lectura de la Biblia es de vital importancia, pero además es necesario estudiarla ya que el conocimiento de la verdad nos hace libres.
No nos limitemos a ser simples oyentes de la Biblia, sino a ser hacedores de su palabra estudiándola y logrando un entendimiento propio. Porque Dios da sabiduría a quien la pide.
Dejemos de comer del buche de otro, sal a buscar cada día tu alimento espiritual.
Héctor Colque
Las aves poseen una bolsa muscular a lo largo del esófago llamada buche. La función que tiene es la de ablandar el alimento y regular su flujo a través de este sistema para almacenarlo temporalmente. El proceso principal para ablandar el alimento comienza en el ventrículo o molleja, compuesta de cuatro bandas musculares que rotan y trituran el alimento desplazándolo de un área a otra dentro de la molleja que en algunas aves contiene pequeñas piezas de arena y piedra tragadas por el ave para ayudar en el proceso de trituración de la digestión, sirviendo en la función de los dientes.
Después de este proceso, el ave regresa a su nido con sus pequeños, abre la boca y estos comen directamente del buche. En otros casos como de la paloma, búho, lechuza, buitre y otras aves rapaces, la regurgitan. De esta manera un ave puede alimentar a sus hijos hasta que los pequeños puedan valerse por sí mismo.
En algún momento de nuestra vida espiritual, todo hemos pasado por un proceso similar, alguien más tuvo que estudiar por horas la Biblia y explicarnos su basto contenido en términos que en nuestra niñez espiritual podíamos entender.
1 Corintios 13:11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
Ciertamente llega un momento en nuestra vida en la cual debemos dejar de ser simples oidores de la palabra de Dios, dejar atrás la comodidad que implica la simple escucha de las enseñanzas que alguien más nos imparte. Sino que es tiempo de comenzar nosotros mismos a buscar el alimento espiritual, estudiando la Biblia, y esforzándonos por adentrarnos en las profundidades de la Palabra, en definitiva, empezar nuestra propia historia con Dios.
Hebreos 5:11-14 Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
La lectura de la Biblia es de vital importancia, pero además es necesario estudiarla ya que el conocimiento de la verdad nos hace libres.
No nos limitemos a ser simples oyentes de la Biblia, sino a ser hacedores de su palabra estudiándola y logrando un entendimiento propio. Porque Dios da sabiduría a quien la pide.
Dejemos de comer del buche de otro, sal a buscar cada día tu alimento espiritual.
Héctor Colque
Como forastero
2 Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré.
3 Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre.
4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente,
5 por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.
Génesis 26:2-5
Cuando la dificultad se acerca y caemos en la desesperación tomamos decisiones equivocadas. Egipto representa la solución humana, Egipto es la ayuda que no proviene de Dios, Egipto era una nación pagana adoraba a otros dioses, descender a Egipto, espiritualmente, es volverle la espalda a Dios, es como volver al lugar de esclavitud de donde Dios te sacó, pensando que allí está nuestra salida. La advertencia de Dios es clara: "No vayas a Egipto" no busque ayuda de gente que no camina con Dios, porque "qué comunión hay entre la luz y las tinieblas" que unidad hay entre el creyente y el incrédulo, Dios ya te sacó de la cárcel, no vuelvas a ella, vicios, malas costumbres, idolatría, pecados sexuales, negocios ilegales, engaños, dinero fácil, corrupción, todo esto es Egipto. El consejo es: "habita en la tierra que yo te diré" deja que Dios te guíe, El te hace caminar hacia adelante, nunca hacia atrás, Dios tiene un lugar especial para ti, una tierra de bendición, ve a donde Él te envía. Cómo cristianos está Palabra nos identifica mucho, así como Dios liberó a su pueblo Israel de Egipto, lo llevo por el desierto y lo introdujo en la tierra prometida, nosotros también fuimos liberados al creer en Jesús, cuando oímos el Evangelio y somos llevados hacia la tierra prometida, estamos en un viaje, esperando llegar a la tierra prometida. El versículo 3 dice: "habita como forastero en esta tierra" esta es una palabra profética, el Apostol Pedro dice en 1°Pedro 2:11 que somos peregrinos y extranjeros en esta tierra y tenemos que vivir aquí sin aferrarnos a lo terrenal, sin adoptar las costumbres de este mundo en el cual somos forasteros, estamos de paso y vamos a nuestra patria Celestial Filipenses 2:20.
Dios nos asegura que estando aquí en esta tierra si permanecemos en obediencia seremos bendecidos (verso 3), multiplicados y que está tierra también pasará a ser nuestra, El mismo promete estar con nosotros y cumplir para nosotros y nuestros hijos las promesas de su palabra. Cristo volverá pronto por su iglesia, para llevarla a las mansiones celestiales, Jesús dijo "voy a preparar lugar para vosotros y vendré otra vez por ustedes" Juan 14: 2-3; Ahora vivimos en este mundo como forasteros, Pero la promesa de Dios dice: "estaré contigo y te bendeciré" sí Dios quiere que seamos prosperados, multiplicados en todas maneras, y esa es la promesa que Dios te entrega en este día: no desciendas a Egipto, vive en esta tierra como forastero.
Aldo Daniel Monegal
3 Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre.
4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente,
5 por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.
Génesis 26:2-5
Cuando la dificultad se acerca y caemos en la desesperación tomamos decisiones equivocadas. Egipto representa la solución humana, Egipto es la ayuda que no proviene de Dios, Egipto era una nación pagana adoraba a otros dioses, descender a Egipto, espiritualmente, es volverle la espalda a Dios, es como volver al lugar de esclavitud de donde Dios te sacó, pensando que allí está nuestra salida. La advertencia de Dios es clara: "No vayas a Egipto" no busque ayuda de gente que no camina con Dios, porque "qué comunión hay entre la luz y las tinieblas" que unidad hay entre el creyente y el incrédulo, Dios ya te sacó de la cárcel, no vuelvas a ella, vicios, malas costumbres, idolatría, pecados sexuales, negocios ilegales, engaños, dinero fácil, corrupción, todo esto es Egipto. El consejo es: "habita en la tierra que yo te diré" deja que Dios te guíe, El te hace caminar hacia adelante, nunca hacia atrás, Dios tiene un lugar especial para ti, una tierra de bendición, ve a donde Él te envía. Cómo cristianos está Palabra nos identifica mucho, así como Dios liberó a su pueblo Israel de Egipto, lo llevo por el desierto y lo introdujo en la tierra prometida, nosotros también fuimos liberados al creer en Jesús, cuando oímos el Evangelio y somos llevados hacia la tierra prometida, estamos en un viaje, esperando llegar a la tierra prometida. El versículo 3 dice: "habita como forastero en esta tierra" esta es una palabra profética, el Apostol Pedro dice en 1°Pedro 2:11 que somos peregrinos y extranjeros en esta tierra y tenemos que vivir aquí sin aferrarnos a lo terrenal, sin adoptar las costumbres de este mundo en el cual somos forasteros, estamos de paso y vamos a nuestra patria Celestial Filipenses 2:20.
Dios nos asegura que estando aquí en esta tierra si permanecemos en obediencia seremos bendecidos (verso 3), multiplicados y que está tierra también pasará a ser nuestra, El mismo promete estar con nosotros y cumplir para nosotros y nuestros hijos las promesas de su palabra. Cristo volverá pronto por su iglesia, para llevarla a las mansiones celestiales, Jesús dijo "voy a preparar lugar para vosotros y vendré otra vez por ustedes" Juan 14: 2-3; Ahora vivimos en este mundo como forasteros, Pero la promesa de Dios dice: "estaré contigo y te bendeciré" sí Dios quiere que seamos prosperados, multiplicados en todas maneras, y esa es la promesa que Dios te entrega en este día: no desciendas a Egipto, vive en esta tierra como forastero.
Aldo Daniel Monegal
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