Los Elíseos de hoy

Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo.

2 Reyes 2:14

Eliseo estaba comenzando su ministerio profético, justo donde terminó el de su mentor Elías, Dios le concedió ser el sucesor del ministerio del profeta Elías, hasta ese momento Eliseo solo había sido un sirviente, pero ahora ya no tenía un papel secundario, pero ahora era el protagonista dentro de los propósitos de Dios. 
Lo primero que hace Elíseo es tomar el manto de Elías, que dejó caer al partir. Después caminó hacia el río Jordán, y al golpear con el manto de Elías las aguas, dijo: "dónde está el Dios de Elías", usó la fe para activar la unción que había recibido, y las aguas del río se abrieron delante de él.
Al contemplar la imagen del relato de este texto, se puede ver la imagen profética del comienzo de la iglesia de Jesucristo, la Biblia dice que las cosas que están escritas en el Antiguo Testamento, son figura y sombra de lo que vendría después(Colosenses 2:17), es decir del tiempo de la manifestación de Jesús y la época actual de la gracia, en la que vivimos. 
Jesús llevó a sus discípulos a Betania, y allí ascendió a los cielos, dejando indicaciones a sus discípulos de quedarse en Jerusalén, hasta ser investidos de poder de lo alto.
Al igual que Eliseo los discípulos vieron a su Señor subir a los cielos, y así como Eliseo los Apóstoles tenían que tomar la unción que Dios derramaría en el día de pentecostés. El manto de la unción de Jesús está disponible para la iglesia del Señor, y para todo hijo de Dios que esté dispuesto a ser lleno del Espíritu Santo. 
Dios quiere despertar a los Elíseos de este tiempo, los herederos de la unción, solo los que son revestidos del poder de lo Alto estarán aptos para el propósito de Dios, en este milenio. Hoy Dios te habla a tí, querido lector, tú eres el Elíseo que Dios quiere bendecir, hoy la palabra de Dios te desafía a tomar la unción que está disponible para ti, y te levantes para comenzar a vivir en el propósito de Dios. La Biblia dice buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todo los demás vendrá por añadidura, Eliseo pidió a Elías una doble porción de su espíritu,(2 Reyes 2:9) estos significa la herencia del primogénito, no pidió más que ser lleno de la presencia de Dios, debemos aprender a desear ser llenos de Dios más que de ninguna otra cosa. Todo lo que necesitas está en la mano de Dios, llénate de Dios y lo tendrás todo. Cuando Eliseo preguntó ¿Dónde está el Dios de Elías? No fue una pregunta de prueba, para saber si Dios estaba con él, fue una declaración de fe y de firmeza, el Dios de Elías es el proveedor el ayudador, el salvador, el Todopoderoso, y Eliseo quería caminar en su presencia, como lo hizo Elías, sabía que el pueblo necesitaba del Dios sobrenatural. 
Hoy el mundo necesita conocer a Jesús, necesita conocer al Todopoderoso, como lo conocerán si no hay nadie que lo dé a conocer, solo los Elíseos de este tiempo, los discípulos del presente pueden traer la manifestación del Reino de Dios. Hermanos, hermanas, nosotros somos los depositarios de la unción, no lo olvidemos. Hoy es el día de tomar la unción y abrir el río que nos separa del propósito de Dios para nosotros.


P. Aldo

El ancla

Hebreos 6:13-15

 13  Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, 
 14  diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente.
 15  Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa.


Abraham un hombre común, que vivía en una ciudad llena de idolatría, alejada del Dios verdadero, una sociedad que no tenía conocimiento del Creador, no existían las escrituras en su tiempo, solo la tradición oral, que hablaba de el Dios creador y se pasaba de boca en boca de padres a hijos. Abraham no tenía forma de encontrar el camino a Dios, por eso Dios se acercó a Abraham y le habló. Dios está interesado en nosotros, que caminamos en este mundo extraviados, palpando como ciegos, donde encontrar ayuda divina. Por eso Dios envió a Jesús, ahora todos sabemos que él es camino, verdad y vida, los tres tesoros que la humanidad necesita. 
Dios le habló a Abraham de una tierra nueva, un futuro, de bendición y abundancia, la condición para recibirlo era creer, confiar y esperar, obedecer. La Biblia dice que Abraham creyó a Dios, y por eso Dios lo justificó, cumpliendo todo lo que le había prometido. Abraham recibió bendiciones sin límites, y se convirtió en "el padre de la fe". Hoy el camino está abierto, Jesús es el medio por el cual Dios se acercó a nosotros, y el camino por el que vamos a su presencia, cuando oramos en el nombre de Jesús él nos oye, sus promesas están disponibles para nosotros, pero la llave es la fe, como Abraham debemos creer y obedecer, para alcanzar las promesas, todo lo que pidas en el nombre de Jesús te será hecho, espéralo, la fe y la confianza en nuestro Padre es el ancla de nuestra alma, estemos firmes creyendo, confiando y esperando en el Señor.

Avaricia

Hebreos 13:5-6

Sean vuestras costumbres sin 
avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; 6 de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre.


La avaricia es un pecado que la biblia califica al mismo nivel  del pecado de idolatría, que es adorar a un dios falso, en lugar del Dios verdadero. La idolatría es la causa por la que Israel cayó bajo el juicio de Dios, muchas veces, a lo largo de su historia. Desde el momento que salieron de Egipto, cuando Moisés estaba recibiendo la ley de Dios, el pueblo al ver que Moisés no volvía, se hizo dioses de fundición para adorar, lo que encendió el enojo de Dios. La avaricia es adorar la riqueza y el poder que está genera a sus poseedores, es atesorar bienes todo el tiempo, y desear tener cada vez más, aún quitarle a otros lo que tienen, la avaricia va junto con la envidia, el amor al dinero, como todos los pecados es esclavitud.
Jesús enseñó que debemos librarnos de la avaricia, lo contrario es ser dadivoso, "den y se les dará" dijo Jesús. La avaricia niega la fe, y la confianza en Dios, el avaro confía más en su dinero y su bienes, que en Dios, el dador de todas las cosas.
"Contentarse con lo que tenemos" no es ser conformista, significa que debemos dar gracias por lo que tenemos, estar felices, y Dios siempre añadirá todo lo que nos falte. Abandona la avaricia, abre tu mano para dar, porque al que da confiando en Dios, nunca le faltará nada, el Señor dijo no te dejaré ni te desampararé. No tengas temor de los hombres, confía en ti Dios.


¡Bendiciones! 


P. Aldo

Principios Espirituales

Teme a Dios y guarda sus mandamientos, dice Eclesiastés 12:13 y agrega: porque esto es el todo del hombre; este es un principio espiritual, tiene que ver con los dos mandamientos más importantes de la Biblia, en el evangelio de Mateo capítulo 22:37-39 dice : 37  Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
38  Este es el primer y más grande mandamiento.
39  Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Debemos entender que hay mandamientos por cumplir, claro que la salvación es por gracia de Dios, pero también es claro que debemos dar fruto de salvación, cumpliendo los principios espirituales que nos enseñó Jesús, y que están escritos en la biblia.
Temer a Dios es saber que vivimos en su presencia, sus ojos están sobre nosotros para guardarnos y bendecirnos, si sabemos que Dios está con nosotros, entonces viviremos reverenciando al Señor, tratando de agradar en todo a nuestro Padre. Si tememos a Dios y guardamos sus mandamientos, la bendición estará asegurada, porque sus promesas se cumplen en nosotros. Las oraciones que hagamos serán contestadas, su favor se manifestará en nosotros.
Creer es Temer, y obedecer, no se trata solo de ir una vez a la semana a la iglesia, o de llevar una vida que en nuestra propia opinión está bien, se trata de temer a Dios y guardar sus mandamientos, eso es todo lo que necesitamos hacer, porque como dice Ecesiastes 12:13, esto es el todo del hombre.

Las cosas de arriba

Colosenses 3:1-3
 1  Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
 2  Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
 3  Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.

El hecho de ser cristianos no implica nada más que ir a la iglesia o pertenecer a una denominación, ser cristiano es creer en Jesús y la obra de la cruz, donde el Señor entregó su vida sustituyendonos a nosotros, y resucitó al tercer día, dando inicio a la "nueva creación de Dios", esto quiere decir que todos los que creen en Jesús, mueren para el mundo, y resucitan para Dios, como hombres y mujeres renovados.
Una vez que somos resucitados, nuestra naturaleza cambia, ahora llevamos la naturaleza de nuestro Padre Celestial, y comenzamos a ser transformados. 
Este concepto es difícil de entender, porque no es tangible, es decir no se ve con los ojos naturales, y muchos lo toman como una metáfora, el único camino para poder ver y disfrutar del nuevo nacimiento es la fé, creer para ver. 
También es necesario conocer estas verdades de la palabra de Dios, y meditarlas en oración, para que el Espíritu Santo revele y nos de convicción de que Cristo habita por la fe en nosotros, que ahora somos nuevas personas, que la vieja vida quedó atrás con todo lo malo que hicimos, incluso los sufrimientos, y la culpa, que nos perseguía. Ahora no podemos quedarnos parados mirando atrás, hay que avanzar y no volver a probar las cosas de esta tierra que antes usábamos en nuestra ignorancia. 
Por este motivo el Apóstol Pablo declara esta palabra, el énfasis está en el hecho de evaluar si realmente hemos resucitado con Cristo, a la luz de la evidencia que es nuestra vida presente, o sea los frutos que estamos dando, actitudes, forma de vida, emociones, palabras, relaciones con los demás, todo tiene que ser cambiado. No podemos arrastrar nada de la antigua vida, debemos vaciarnos todo de lo anterior, y buscar la cosas de arriba, donde está Cristo, nuestra actitud para cambiar y ser renovados es dejar de apuntar a las cosas terrenales, esto es lo que hacíamos antes de conocer a Jesús, y apuntar a las cosas de arriba, que corresponde a nuestra nueva naturaleza renovada. Debemos recordar esta verdad espiritual, estamos muertos para el mundo y lo terrenal, ahora vivimos para Dios y todo lo que él tiene disponible para nosotros. Enfócate en tu nueva naturaleza, mira con los ojos del espíritu, te aseguro que el escenario de tu vida será muy diferente.

La base de la salvación

Juan 6:28-29

 28  —Nosotros también queremos realizar las obras de Dios —contestaron ellos —. ¿Qué debemos hacer?
 29  Jesús les dijo: —La única obra que Dios quiere que hagan es que crean en quien él ha enviado.


Creer en Jesús, es la base de nuestra salvación, es hacer la voluntad de Dios el Padre. Entonces estaremos bajo su protección, y sus bendiciones serán para nosotros. 
A Veces nos desesperamos, pensando en "agradar a Dios" o nos sentimos "culpables por algo que hicimos" y pensamos que Dios está enojado con nosotros, y creemos que por eso nos va mal, o no logramos lo que pedimos en oración. Claro que sí decidimos seguir a Jesús, nuestra vida debe cambiar, debemos poner por obra sus enseñanzas, el Ap. Pablo dice: el que robaba, no robe más, trabaje de buen testimonio. Si odiábamos ahora debemos amar, y perdonar, si mentíamos ahora debemos vivir en la verdad, así vamos cambiando aquellas cosas que no son compatibles con la voluntad de Dios. Pero no son estas cosas lo que nos salvarán, porque no hay nada que podamos hacer para ser más o menos apreciados por Dios, la salvación es un don, un regalo de Dios, lo más importante que debemos hacer es creer en Jesús y arrepentirnos de nuestros pecados, confiando en su gracia, para ser salvos y alcanzar la bendición. Si te sientes culpable, pide a Dios que te perdones y quite la culpa, si te sientes ansioso por hacer más para Dios, ora y el Espíritu Santo te dirá que hacer y cómo. Pero sabe que Dios te ama, y sus brazos siempre estarán abiertos para ti, en este tiempo de gracia.
Cree en el Señor, y camina en sus pisadas, verás como el escenario de tu vida cambia en un hermoso día.


¡Bendiciones para todos!

Trabajando en el Señor.

2 de Timoteo 2:6
El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.

Está palabra nos enseña una profunda ley espiritual, que habla de la productividad, y se aplica a todos los ámbitos de la vida, incluida el área financiera.
Está ley está asociada a otra ley Espíritual semejante "la siembra y la cosecha" 'No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará" ( Gálatas 6:7)
Que en este texto citado se pone enfasis en la actitud de accionar, trabajar, por un propósito para poder ver el fruto. Para lograr los objetivos hay que trabajar, proyectar, accionar.
Lo contrario a este principio sería la no acción, que produce abandono.
Pero la acción produce fruto, si queremos crecer en lo espiritual, debemos actuar, orando, guardando la palabra de Dios, siguiendo a la autoridad delegada por Dios. Si queremos alcanzar un título profesional, debemos estudiar y planificar la carrera. Si queremos prosperidad, hay que trabajar en el objetivo financiero que nos proponemos.
Si lo que deseamos es tener una familia bendecida, una meta ideal, para todo lo que queremos, hay un principio en el Señor: debemos trabajar primero.
La acción mueve la mano de Dios a favor de nosotros, demos el primer paso y todo lo demás lo proveerá el Señor. No hay nada imposible para aquel que cree en Dios, por la fe todo es posible.

Cuántos reciben está palabra?