El Espíritu Santo

Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 

Efesios 4:30


El Espíritu Santo es una persona, que pertenece a la deidad, es la tercera persona de la Trinidad, Padre, Hijo ,y Espíritu Santo. Debemos saber que el Espíritu vive en nosotros, el Apóstol Pablo dijo: ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? (1 Corintios 3:16) es importante no olvidar que fuimos "sellados" con el Espíritu Santo. 

Desde el momento en el que nacimos de nuevo, el Espíritu de Dios vive en nosotros, para guiarnos, para santificarnos, y equipar con todo lo que necesitamos para la vida y ministerio. Por eso es tan importante el Espíritu Santo, y debemos cuidar su presencia en nosotros, cultivar una relación cada vez más profunda con él.

Pero este versículo de Efesios que leemos hoy, dice que es posible que contristemos, o que pongamos triste al Espíritu Santo, también que podemos ofender al Espíritu, ¿De qué manera? Haciendo lo que a Dios  no le agrada, viviendo una vida opuesta a la voluntad de Dios, volviendo atrás, dándole la espalda a Dios. Todas estas cosas entristecen al Espíritu Santo, y persistir en ello puede resultar en que finalmente se retire de nosotros, y quedemos vacíos de la presencia de Dios.

La presencia del Señor está con nosotros todo el tiempo, para ayudarnos, y darnos poder para vivir una vida de victoria. Tenemos el privilegio de portar la presencia de Dios, algo que los antiguos hombres y mujeres de fe, no pudieron disfrutar, pero hoy nosotros Garcías a Jesús, llevamos en nosotros, el Apóstol Pablo dijo:"Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros," (2 de Corintios 4:7)

Ignorar, despreciar, ofender, o entristecer al Espíritu de Dios, es algo muy grave, y peligroso. Jesús hablo sobre esto y dijo: "Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada" (Mateo 12:31) 

¿Cómo está tu relación con el Espíritu Santo? Dios te ama por eso quiere vivir en tí, para darte todo lo que anhela tu corazón, una vida de paz y bendición, alaba a Dios y cultiva tu relación con él por medio del Espíritu Santo. 


P. Aldo.

Los desiertos de Dios

Y yo os he traído cuarenta años en el desierto; vuestros vestidos no se han envejecido sobre vosotros, ni vuestro calzado se ha envejecido sobre vuestro pie.

Deuteronomio 29:5


Los desiertos tienen mucho significado en la palabra de Dios, la región donde se desarrolló el relato bíblico, estaba rodeada de desiertos. Cuando Israel vivía en Egipto, bajo la esclavitud de faraón, Dios envío a Moisés para libertar a su pueblo, el gemido de su pueblo, y sus oraciones había llegado a los oídos del Señor. Dios se acordó de su pueblo, para liberarlo y llevarlo a la tierra de la promesa, tierra que fluye leche y miel. 

La liberación de Israel, es una figura de la liberación futura de la humanidad, redimida por medio de Jesús, para ser parte de la familia de Dios. Pero también tiene que ver con nuestra vida personal, en esta palabra hay una profunda enseñanza para nosotros, y tiene que ver con los desiertos.

Estando Cristo tenemos salvación y vida eterna, tenemos bendiciones para esta vida, y la vida eterna, Jesús es nuestra Tierra prometida. La enseñanza está en el hecho de que Israel, no llegó inmediatamente a la tierra prometida, al ser libertado, primero tuvo que atravesar el desierto, un camino que no podía durar más que unos días, se transformó en un viaje de cuarenta años. Los desiertos son lugares de transición, es un lugar de procesos, de grandes cambios, pero también de peligros, y necesidades, pero sobre todo son lugares donde Dios nos confronta, con nuestros propios pecados. Israel no pudo evitar pasar el desierto, pero finalmente alcanzó la tierra prometida, con una mente y un corazón renovado, y listos para disfrutar de toda la bendición. 

Hay una norma espiritual, y es que para lograr la victoria primero debemos atravesar el desierto, no hay forma de evitarlo, porque no podemos entrar en la nueva tierra sin ser transformados, no podemos vivir en el espíritu sin nacer de nuevo, no podemos vivir una vida de victoria si Jesús en el corazón. La mente no renovada no puede percibir las cosas de Dios, porque son espirituales, Dios es espíritu, tenemos que atravesar el desierto del proceso, donde no tenemos nada más que la ayuda de Dios, el lugar donde no hay otra cosa que podamos hacer más que buscar el Señor. Si estás en un desierto, no tengas temor, no te desesperes, no seas rebelde, todo esto solo aumentará el tiempo de permanencia en el desierto. Si eres paciente, y crees en el Señor, confía porque al final del desierto, te encontrarás con un río, y al pasar al otro lado estarás en la tierra de tu bendición. Dios te sustentará siempre, créeme que el desierto en necesario, y Dios siempre estará, más presente que nunca, no bajes los brazos, no te desanimes, la tierra prometida de tus bendiciones, es tan deseada que cuando estés en ella, el desierto será solo un recuerdo más, de tu camino andado y un tesoro de enseñanzas y sabiduría para disfrutar y compartir. El desierto es tu mejor campo de entrenamiento, para el propósito que Dios tiene para tí.

El Hijo de Dios

Jesús es el único camino a Dios, en el evangelio de Juan 14:6 Jesús dice: "yo soy el camino, la verdad, y la vida". La Biblia habla proféticamente desde el libro de Génesis sobre Jesús, especialmente en el capítulo 3 donde podemos encontrar el resumen del evangelio en los comienzos de la creación. Por causa de la desobediencia de Adán y Eva toda la humanidad quedó sujeta al pecado, Romanos 3:23 dice: "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios". Desde entonces Dios comenzó a llevar adelante el plan de salvación, el Señor no quiere que la humanidad se pierda. La Biblia dice en Génesis 6 que la humanidad estaba corrompida, y que subía el olor de la corrupción ante la presencia del Creador, fue entonces que Dios decidió desechar aquella generación corrupta, por medio del diluvio limpiar la creación. Fue así que encontró a Noe, y su familia y decidió salvarlo por medio del Arca para dar comienzo a una nueva generación. Luego en Génesis 12:1 Dios llama a Abram: "Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré." Y lo elige para construir un pueblo, una nación, Israel de donde vendría el Mesías Jesús el Salvador. 
La humanidad no tenía oportunidad de salvación, el pecado separaba al hombre de Dios, todos los hombre están en deuda con Dios y la única forma de saldar el esa deuda es con la muerte, como dice Romanos 6:23 "Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro." 
No hay religión, ni filosofía, no hay hombre, ni sabio ni profeta que pueda llegar a Dios, todos los nacidos de mujer, como dicen las escrituras están bajo la misma sentencia de pecado, por lo tanto no hay poder en ellos para salvar. 

Jesús es el Mesías prometido, el no cargó con la herencia del pecado de Adán, como dijo el Profeta Isaías 7:14 "Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel" así Jesús nace de María por gracia y obra del Espíritu Santo: "El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. Mateo 1:18
Jesús es el Mesías prometido por el Creador desde el principio, Dios encarnado camino por Israel anunciando el reino de Dios, y haciendo milagros hasta el día que fue recibido arriba y se sentó a la diestra del Padre. Pero lo más poderoso es que Jesús vino a dar su vida en rescate por todos los hombres, a pagar la deuda que la humanidad no podía pagar, Jesús dio su vida en la cruz por nosotros, tomando nuestro lugar,"Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él." 2 Corintios 5:21. Pero no quedó en la tumba, porque al tercer día resucitó de entre los muertos, venció a la muerte, "pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio" 2 Timoteo 1:10.
Jesús no es un profeta, es el hijo de Dios, el salvador del mundo, no es una religión, no es una filosofía, ni un libro, es una persona, Jesús el camino, la verdad y la vida. Resucitó de los muertos, porque Dios le declaró Justo, todos los que creen en Él y le reciben tiene vida eterna con El.
"Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;" Filipenses 2:9-10

Palabras de Ana

No multipliquéis palabras de grandeza y altanería; Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; Porque el Dios de todo saber es Jehová, Y a él toca el pesar las acciones. 

1 Samuel 2:3

La soberbia y la altanería, son cosas que a Dios no le agradan, son males muy grandes en el corazón de las personas. El arrogante cree que lo sabe todo, y este sentimiento lo lleva a creer que es superior a los demás, detrás de la altanería, la soberbia y la arrogancia, viene la envidia, el perjuicio, la murmuración, la crítica negativa.
Son cosas comunes en las personas que no tienen a Dios en su corazón, y son cosas muy graves que también afectan a la iglesia. Los cristianos no pueden dejarse dominar por estos sentimientos, que no pertenecen a una vida nueva, y se contraponen con las enseñanzas de Jesús. 
El cántico de Ana, contiene este versículo, que comienza diciendo " no multipliqueis palabras de grandeza y altanería" claro que el Espíritu Santo estaba inspirando a esta mujer, que sufrió por varios años la humillación de sus pares, por ser estéril, por parte de su familia y conocidos, vivía triste y oprimida por las burlas, de las mujeres que vivían en su casa, en ese tiempo no tener hijos era como una maldición. Cuánta gente hoy, querido lector, está sufriendo lo mismo que Ana, lo que los expertos llaman Bullying, es discriminación, y daña al prójimo. 
Hay gente que discrimina, murmura, crítica, prejuzga a los demás, sin medir sus palabras están hiriendo y hasta matando a su prójimo con sus expresiones. Este mal es muy visible en las redes sociales, críticas palabras de altanería, competencia, arrogancia, son moneda corriente en las comunicaciones de hoy. 
Pero debes saber que servimos al "Dios de todo saber" si creemos en Dios y decimos ser sus hijos, no podemos hablar con arrogancia, altanería, ni soberbia, al contrario debemos ser humildes y saber que por cada palabra que decimos, aún en el lugar más secreto, daremos cuenta delante del Dios todopoderoso, algún día. 
Ana estaba tan feliz de que su oración fuese respondida, la que era estéril ahora abrazaba un hijo, gracias a Dios, quizá ella también en su lucha, para defenderse de la burla, pudo haber pronunciado palabra negativas, por eso declara "Cesen las palabras arrogantes de su boca" departe de ella misma, y de parte de sus detractores, porque el Dios de todo saber, es quien tiene la última palabra, y decide que será de nosotros, al "pesar las acciones", esto es las nuestras coma la de nuestro prójimo.

P. Aldo

Los Elíseos de hoy

Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo.

2 Reyes 2:14

Eliseo estaba comenzando su ministerio profético, justo donde terminó el de su mentor Elías, Dios le concedió ser el sucesor del ministerio del profeta Elías, hasta ese momento Eliseo solo había sido un sirviente, pero ahora ya no tenía un papel secundario, pero ahora era el protagonista dentro de los propósitos de Dios. 
Lo primero que hace Elíseo es tomar el manto de Elías, que dejó caer al partir. Después caminó hacia el río Jordán, y al golpear con el manto de Elías las aguas, dijo: "dónde está el Dios de Elías", usó la fe para activar la unción que había recibido, y las aguas del río se abrieron delante de él.
Al contemplar la imagen del relato de este texto, se puede ver la imagen profética del comienzo de la iglesia de Jesucristo, la Biblia dice que las cosas que están escritas en el Antiguo Testamento, son figura y sombra de lo que vendría después(Colosenses 2:17), es decir del tiempo de la manifestación de Jesús y la época actual de la gracia, en la que vivimos. 
Jesús llevó a sus discípulos a Betania, y allí ascendió a los cielos, dejando indicaciones a sus discípulos de quedarse en Jerusalén, hasta ser investidos de poder de lo alto.
Al igual que Eliseo los discípulos vieron a su Señor subir a los cielos, y así como Eliseo los Apóstoles tenían que tomar la unción que Dios derramaría en el día de pentecostés. El manto de la unción de Jesús está disponible para la iglesia del Señor, y para todo hijo de Dios que esté dispuesto a ser lleno del Espíritu Santo. 
Dios quiere despertar a los Elíseos de este tiempo, los herederos de la unción, solo los que son revestidos del poder de lo Alto estarán aptos para el propósito de Dios, en este milenio. Hoy Dios te habla a tí, querido lector, tú eres el Elíseo que Dios quiere bendecir, hoy la palabra de Dios te desafía a tomar la unción que está disponible para ti, y te levantes para comenzar a vivir en el propósito de Dios. La Biblia dice buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todo los demás vendrá por añadidura, Eliseo pidió a Elías una doble porción de su espíritu,(2 Reyes 2:9) estos significa la herencia del primogénito, no pidió más que ser lleno de la presencia de Dios, debemos aprender a desear ser llenos de Dios más que de ninguna otra cosa. Todo lo que necesitas está en la mano de Dios, llénate de Dios y lo tendrás todo. Cuando Eliseo preguntó ¿Dónde está el Dios de Elías? No fue una pregunta de prueba, para saber si Dios estaba con él, fue una declaración de fe y de firmeza, el Dios de Elías es el proveedor el ayudador, el salvador, el Todopoderoso, y Eliseo quería caminar en su presencia, como lo hizo Elías, sabía que el pueblo necesitaba del Dios sobrenatural. 
Hoy el mundo necesita conocer a Jesús, necesita conocer al Todopoderoso, como lo conocerán si no hay nadie que lo dé a conocer, solo los Elíseos de este tiempo, los discípulos del presente pueden traer la manifestación del Reino de Dios. Hermanos, hermanas, nosotros somos los depositarios de la unción, no lo olvidemos. Hoy es el día de tomar la unción y abrir el río que nos separa del propósito de Dios para nosotros.


P. Aldo

El ancla

Hebreos 6:13-15

 13  Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, 
 14  diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente.
 15  Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa.


Abraham un hombre común, que vivía en una ciudad llena de idolatría, alejada del Dios verdadero, una sociedad que no tenía conocimiento del Creador, no existían las escrituras en su tiempo, solo la tradición oral, que hablaba de el Dios creador y se pasaba de boca en boca de padres a hijos. Abraham no tenía forma de encontrar el camino a Dios, por eso Dios se acercó a Abraham y le habló. Dios está interesado en nosotros, que caminamos en este mundo extraviados, palpando como ciegos, donde encontrar ayuda divina. Por eso Dios envió a Jesús, ahora todos sabemos que él es camino, verdad y vida, los tres tesoros que la humanidad necesita. 
Dios le habló a Abraham de una tierra nueva, un futuro, de bendición y abundancia, la condición para recibirlo era creer, confiar y esperar, obedecer. La Biblia dice que Abraham creyó a Dios, y por eso Dios lo justificó, cumpliendo todo lo que le había prometido. Abraham recibió bendiciones sin límites, y se convirtió en "el padre de la fe". Hoy el camino está abierto, Jesús es el medio por el cual Dios se acercó a nosotros, y el camino por el que vamos a su presencia, cuando oramos en el nombre de Jesús él nos oye, sus promesas están disponibles para nosotros, pero la llave es la fe, como Abraham debemos creer y obedecer, para alcanzar las promesas, todo lo que pidas en el nombre de Jesús te será hecho, espéralo, la fe y la confianza en nuestro Padre es el ancla de nuestra alma, estemos firmes creyendo, confiando y esperando en el Señor.

Avaricia

Hebreos 13:5-6

Sean vuestras costumbres sin 
avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; 6 de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre.


La avaricia es un pecado que la biblia califica al mismo nivel  del pecado de idolatría, que es adorar a un dios falso, en lugar del Dios verdadero. La idolatría es la causa por la que Israel cayó bajo el juicio de Dios, muchas veces, a lo largo de su historia. Desde el momento que salieron de Egipto, cuando Moisés estaba recibiendo la ley de Dios, el pueblo al ver que Moisés no volvía, se hizo dioses de fundición para adorar, lo que encendió el enojo de Dios. La avaricia es adorar la riqueza y el poder que está genera a sus poseedores, es atesorar bienes todo el tiempo, y desear tener cada vez más, aún quitarle a otros lo que tienen, la avaricia va junto con la envidia, el amor al dinero, como todos los pecados es esclavitud.
Jesús enseñó que debemos librarnos de la avaricia, lo contrario es ser dadivoso, "den y se les dará" dijo Jesús. La avaricia niega la fe, y la confianza en Dios, el avaro confía más en su dinero y su bienes, que en Dios, el dador de todas las cosas.
"Contentarse con lo que tenemos" no es ser conformista, significa que debemos dar gracias por lo que tenemos, estar felices, y Dios siempre añadirá todo lo que nos falte. Abandona la avaricia, abre tu mano para dar, porque al que da confiando en Dios, nunca le faltará nada, el Señor dijo no te dejaré ni te desampararé. No tengas temor de los hombres, confía en ti Dios.


¡Bendiciones! 


P. Aldo