Pero vosotros, amados, edificandoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,
conservados en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
Judas 1:20-21
Cuando hablamos de la fe lo primero que viene a nuestra memoria son los hechos de los héroes de la fe en el Antiguo testamento, hombres como Abraham el padre de la fe, David con sus victorias, como venció a Goliat, Sansón, los profetas y la lista es interminable.
Pero en los evangelios, también hay relatos de persona con fe, por ejemplo la mujer con flujo de sangre, doce años enferma, socialmente discriminada, pensó: si tan solo tocare el borde de su manto..seré sana.. y se acercó a Jesús entre una gran multitud, y por la fe arrebato su sanidad. O como Jairo que en medio de la agonía de su hija salió a buscar a Jesús, y a pesar que su hija murió, por su acto de fe Jesús la resucitó, o el ciego Bartimeo que corría detrás de Jesús diciendo: Jesús hijo de David ten misericordia de mí, y recibió la vista.
Y así muchos recibieron milagros por la fe en Jesús, Zaqueo, la mujer Sirofenicia, Lázaro, los diez leprosos, el endemoniado Gadareno, y muchos más.
Todos creyeron y se esforzaron por lograr su milagro que estaba en Jesús, y ninguno se fue decepcionado.
Nuestra fe en Jesucristo obra milagros, extrae de Jesús el poder milagroso, y esa misma fe nos edifica nos mantiene firmes, y hace que la iglesia se mantenga unida, conservando nuestra unión con el Señor, amándonos unos a otros y esperando su regreso.
El Apóstol Judas nos enseña que la fe genuina es el medio por el cual el poder de Dios se manifiesta y también nutre y edifica la iglesia, hace que los Milagros se manifiesten sobre sus hijos.
Es tiempo de activar la fe, Jesús dijo si tuvierais fe como un grano de mostaza..
La fórmula es una fe Santa, oración en el Espíritu, mantener la unidad amándonos unos a otros, y esperar el regreso del Señor para vida eterna.
A.D.Monegal
conservados en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
Judas 1:20-21
Cuando hablamos de la fe lo primero que viene a nuestra memoria son los hechos de los héroes de la fe en el Antiguo testamento, hombres como Abraham el padre de la fe, David con sus victorias, como venció a Goliat, Sansón, los profetas y la lista es interminable.
Pero en los evangelios, también hay relatos de persona con fe, por ejemplo la mujer con flujo de sangre, doce años enferma, socialmente discriminada, pensó: si tan solo tocare el borde de su manto..seré sana.. y se acercó a Jesús entre una gran multitud, y por la fe arrebato su sanidad. O como Jairo que en medio de la agonía de su hija salió a buscar a Jesús, y a pesar que su hija murió, por su acto de fe Jesús la resucitó, o el ciego Bartimeo que corría detrás de Jesús diciendo: Jesús hijo de David ten misericordia de mí, y recibió la vista.
Y así muchos recibieron milagros por la fe en Jesús, Zaqueo, la mujer Sirofenicia, Lázaro, los diez leprosos, el endemoniado Gadareno, y muchos más.
Todos creyeron y se esforzaron por lograr su milagro que estaba en Jesús, y ninguno se fue decepcionado.
Nuestra fe en Jesucristo obra milagros, extrae de Jesús el poder milagroso, y esa misma fe nos edifica nos mantiene firmes, y hace que la iglesia se mantenga unida, conservando nuestra unión con el Señor, amándonos unos a otros y esperando su regreso.
El Apóstol Judas nos enseña que la fe genuina es el medio por el cual el poder de Dios se manifiesta y también nutre y edifica la iglesia, hace que los Milagros se manifiesten sobre sus hijos.
Es tiempo de activar la fe, Jesús dijo si tuvierais fe como un grano de mostaza..
La fórmula es una fe Santa, oración en el Espíritu, mantener la unidad amándonos unos a otros, y esperar el regreso del Señor para vida eterna.
A.D.Monegal
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