Si tu ley no hubiese sido mi delicia, Ya en mi aflicción hubiera perecido.
Salmo 119:92
La Palabra de Dios es nuestro refugio, Yeshua es el verbo encarnado, según Juan 1:1 por tanto el es nuestro refugio como dice el Profeta Isaías 4:6. Nuestra relación con Yeshua es nuestro deleite, El nos librará de la aflicción, hay muchas cosas que pueden causar aflicción, la Biblia dice muchas son las aflicciones del justo y de todas ellas lo librará Yahweh Salmo 34:19. En este día vuelve a refugiarse en el Señor, búscalo en su palabra, solo Él puede ayudarte, a veces en la desesperación buscamos soluciones alternativas en otras cosas en vez de ir a nuestro Dios, cuando Abraham y Sara pidieron a Dios tener un hijo, porque Sara era estéril, Dios le prometió que tendrían un hijo, pero al pasar el tiempo y ver que la promesa no se hacía realidad, buscaron tener un hijo por otro camino, Sara entregó su esclava Agar a su esposo para tener un hijo y darle descendencia, un día la promesa de Dios se cumplió y Sara concibió a Isaac, y el hijo de la esclava se transformó en una de las naciones enemigas de Israel hasta el día de hoy, por eso no te descuides espera en el Señor. Pero hoy es tiempo de deleitarte en su presencia y poder decir como el salmista si tu ley no hubiera sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiera perecido, confía, búscalo y lo hallarás. Que Dios te bendiga en esta día.
A.D.Monegal
Salmo 119:92
La Palabra de Dios es nuestro refugio, Yeshua es el verbo encarnado, según Juan 1:1 por tanto el es nuestro refugio como dice el Profeta Isaías 4:6. Nuestra relación con Yeshua es nuestro deleite, El nos librará de la aflicción, hay muchas cosas que pueden causar aflicción, la Biblia dice muchas son las aflicciones del justo y de todas ellas lo librará Yahweh Salmo 34:19. En este día vuelve a refugiarse en el Señor, búscalo en su palabra, solo Él puede ayudarte, a veces en la desesperación buscamos soluciones alternativas en otras cosas en vez de ir a nuestro Dios, cuando Abraham y Sara pidieron a Dios tener un hijo, porque Sara era estéril, Dios le prometió que tendrían un hijo, pero al pasar el tiempo y ver que la promesa no se hacía realidad, buscaron tener un hijo por otro camino, Sara entregó su esclava Agar a su esposo para tener un hijo y darle descendencia, un día la promesa de Dios se cumplió y Sara concibió a Isaac, y el hijo de la esclava se transformó en una de las naciones enemigas de Israel hasta el día de hoy, por eso no te descuides espera en el Señor. Pero hoy es tiempo de deleitarte en su presencia y poder decir como el salmista si tu ley no hubiera sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiera perecido, confía, búscalo y lo hallarás. Que Dios te bendiga en esta día.
A.D.Monegal
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