Lo más importante de todo es que sigan demostrando profundo amor unos a otros, porque el amor cubre gran cantidad de pecados.
1 Pedro 4:8. (NTV)
El amor es una cobertura que tapa los defectos de las relaciones interpersonales, la Biblia no habla del amor cómo nosotros lo conócenos, cuando la palabra nos habla de amor está hablando del amor de Dios.
Jesús es la mayor expresión del amor de Dios a la humanidad, San Juan 3:16 dice: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." El amor de Dios es el que entrega todo sin esperar recibir nada a cambio, es un amor sacrificial está representando en la obra de la cruz donde Jesús entregó su vida por toda la humanidad, aún por los injustos, también por sus enemigos.
El amor de Dios está ligado al perdón, a la tolerancia, a dejar pasar la ofensa para mantener el vínculo. En la familia de Dios buscamos mantener la unidad, perdonando, dando nuevas oportunidades a los desleales, ayudando, y estando siempre dispuestos a restaurar relaciones en la medida de lo posible y bajo la guía el amor de Dios. La iglesia es un hospital donde los que están enfermos en el alma o en el cuerpo pueden hallar sanidad, donde las familias son restauradas, donde a los pecadores se les da la oportunidad de cambiar. Las relaciones interpersonales en el Reino de Dios son diferentes porque no se rigen por por los códigos humanos, no se rigen por códigos religiosos o basados en la ciencia y la psicología, en el Reino de Dios nos regimos por la ley del amor de Dios manifestado en nuestros Señor Jesucristo y el poder del Espíritu Santo.
Jesús dijo: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros." Juan 13:34.
Si no perdonamos a nuestros semejantes, no podemos esperar recibir perdón de Dios, la naturaleza de Dios es el amor, si somos sus hijos tenemos que manifestar su naturaleza. El amor es el vínculo perfecto y es un arma poderosa en las manos de la iglesia de Jesús, amemonos unos a otros, perdonemos y busquemos restaurar, unir porque esta es la voluntad de Dios para su pueblo.
Aldo Daniel Monegal
1 Pedro 4:8. (NTV)
El amor es una cobertura que tapa los defectos de las relaciones interpersonales, la Biblia no habla del amor cómo nosotros lo conócenos, cuando la palabra nos habla de amor está hablando del amor de Dios.
Jesús es la mayor expresión del amor de Dios a la humanidad, San Juan 3:16 dice: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." El amor de Dios es el que entrega todo sin esperar recibir nada a cambio, es un amor sacrificial está representando en la obra de la cruz donde Jesús entregó su vida por toda la humanidad, aún por los injustos, también por sus enemigos.
El amor de Dios está ligado al perdón, a la tolerancia, a dejar pasar la ofensa para mantener el vínculo. En la familia de Dios buscamos mantener la unidad, perdonando, dando nuevas oportunidades a los desleales, ayudando, y estando siempre dispuestos a restaurar relaciones en la medida de lo posible y bajo la guía el amor de Dios. La iglesia es un hospital donde los que están enfermos en el alma o en el cuerpo pueden hallar sanidad, donde las familias son restauradas, donde a los pecadores se les da la oportunidad de cambiar. Las relaciones interpersonales en el Reino de Dios son diferentes porque no se rigen por por los códigos humanos, no se rigen por códigos religiosos o basados en la ciencia y la psicología, en el Reino de Dios nos regimos por la ley del amor de Dios manifestado en nuestros Señor Jesucristo y el poder del Espíritu Santo.
Jesús dijo: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros." Juan 13:34.
Si no perdonamos a nuestros semejantes, no podemos esperar recibir perdón de Dios, la naturaleza de Dios es el amor, si somos sus hijos tenemos que manifestar su naturaleza. El amor es el vínculo perfecto y es un arma poderosa en las manos de la iglesia de Jesús, amemonos unos a otros, perdonemos y busquemos restaurar, unir porque esta es la voluntad de Dios para su pueblo.
Aldo Daniel Monegal
No hay comentarios:
Publicar un comentario