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La lección del rey

Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades.
Daniel 4:34

La Biblia dice que la soberbia hace que Dios nos mire desde lejos, pecar de soberbia es una locura, la persona soberbia se eleva por encima de todos los que le rodean piensa que el es superior a los demás, que sabe todas las cosas y no necesita ser corregido, cree que con sus propias fuerzas logrará lo que se propone por qué él piensa de sí mismo que es superior. Así se sentía Nabucodonosor el rey de Babilonia, su rey avía llegado a su cúspide de poder y esplendor, sus conquistas no tenían límite, su grandeza fue tan sublime que la soberbia lleno su corazón y pensó que todo lo que tenía y lo que había logrado era por su poder y por su gloria.
Jesús enseño sobre un hombre que acumulaba riquezas y construía graneros para acumular más y más, pero una noche vinieron a pedir su alma y todo lo que logró quedó en nada. Así este rey fue echado de los hombres y se convirtió en una bestia durante siete años, por su soberbia, " para que sepas que Dios tiene dominio sobre el reino de los hombre y el lo da a quien quiere" este rey tuvo que ser humillado para ser libre. Cuando llegó el tiempo en el que se cumplía la sentencia del Señor, después de siete años, este rey alzó sus ojos al cielo y le fue devuelta su razón, cuando nos mantenemos conectados con Dios somos libres de la locura del pecado aún de aquello que nos son ocultos, no levantes tu mirada por soberbia, levanta tus ojos al cielo y humillante ante tu Creador. Solo después de reconocer a Dios y recobrar la razón, alabo a Dios y lo bendijo reconociendo su reino y su grandeza, solo los humildes verán a Dios, dijo Jesús, solo los que se despojaron de la soberbia y la autosuficiencia y se humillan ante el verdadero Dios son restaurados al lugar que el Señor te asignó, la Biblia dice que a los que caminan en obediencia Dios los saca de cola y los pone por cabeza. Si perdiste la razón y con ella perdiste muchas cosas, es tiempo de que alces tus ojos a los cielos y álabes a tu Dios, humíllate y El te exaltará.


Aldo Daniel Monegal

Algún día me seguiran

Pues algún día la gente me seguirá. Yo, el SEÑOR, rugiré como un león. Y cuando ruja, mi pueblo regresará temblando del occidente.
Óseas 11:10. (NTV)

El Señor dice: "algún día la gente me seguirá". Parece que Dios se sintiera defraudado por aquellos que ama tanto, a veces somos tan desagradecidos con el Señor, pero cuando nos pasa a nosotros, cuando somos víctimas de la gente mal agradecida nos enojamos o nos desanimamos.
Cuánto hizo Dios por nosotros y cuánto nos cuesta seguirlo, invertir tiempo o dinero en El, no venimos a las reuniones, no ofendamos, no lo buscamos en oración, no guardamos su palabra.
Pero Dios dijo viene el día en el que rugirá como león, si el león de la tribu de Judá rugirá, y entonces acudiremos temblando. Ese rugido nos habla de un llamado con autoridad, sin lugar a desobedecer, sin lugar a excusas para acudir a Él.
Porque tendremos que esperar a que Dios use su autoridad de Rey para ordenarlos ir a El? Porque no ir por nuestros propios medios, por amor, por agradecimiento?
Jesús llamó a sus discípulos diciéndoles "Sígueme", ese es el dulce llamado de Jesús, pero en esta palabra del profeta Oseas dice: Pues algún día me seguirán..  El Señor está llamando a que lo sigamos, como vamos a acudir ? Temblando? o con un corazón dispuesto a seguirlo por amor y con diligencia?.
Cuando el león de Judá ruge, su rugido no puede ser ignorado, quizás para ti el está rugiendo en este momento, es tiempo de congregarnos junto al pueblo del Señor. Seamos diligentes con nuestros Señor demostremos nuestro amor a él dando frutos de obediencia y perseverancia, poniendo por obra su palabra, dando lugar al Espíritu Santo en nuestra vida y escuchando su voz.

El león de Judá está rugiendo!!

Bendiciones a todos!

Aldo Daniel Monegal.

Saetas de fe

Eliseo le dijo: —Consigue un arco y algunas flechas. Y el rey hizo lo que se le indicó.
Luego Eliseo le dijo: —Pon tu mano sobre el arco. Eliseo puso sus dos manos sobre las manos del rey.
Luego le ordenó: —Abre la ventana que da al oriente. Él la abrió, y Eliseo le dijo: —¡Dispara! Así que el rey disparó una flecha y Eliseo proclamó: —Esta es la flecha del SEÑOR, una flecha de victoria sobre Aram, porque tú conquistarás por completo a los arameos en Afec.
2 Reyes: 17:15-17

El arco y las flechas de la fe son un arma Espiritual poderosa que tenemos los hijos de Dios y pocos la usan, en esta palabra el Profeta Eliseo es el representante de Dios, que le dice al rey consigue un arco y flechas y poniendo sus manos sobre las del rey al disparar, hace que su fe se proyecte. Las peticiones, los sueños y anhelos que depositamos en el Señor son flechas que disparamos hacia la ventana abierta que da al oriente, el oriente es por dónde sale el sol, significa que nuestra fe debe apuntar hacia el futuro, hacia el mañana.
Hoy Dios quiere que tomes tu arco y tus flechas y dispares hacia el oriente, al Rey le preocupaban sus enemigos arameos, cual es tu preocupación? Cuáles son tus peticiones delante de Dios.
Toma el arco de la oración y la flecha de la fe, apunta al Blanco y dispara, y cree que recibirás tu respuesta, la petición vendrá de parte de Dios, una puerta se abrirá para ti, tu mañana será victorioso.
Deja que la mano del señor te guíe y lanza tus saetas de fe hacia el oriente.
Hoy la palabra Profética te dice cómo funciona la fe, "la certeza de lo que se espera la convicción de lo que no se ve" dice Hebreos 11:1, es como una flecha lanzada al oriente no sabemos dónde caerá, pero si caminamos hacia adelante la hallaremos tenemos que movernos, trabajar a favor de lo que creímos, no es cuestión de sentarse y no hacer nada, la flechas no se lanzan por sí solas, nosotros tenemos que tensar el arco, apuntar, tomar la flecha y lanzarla, nosotros hacemos nuestra parte y Dios hará el resto. Es tiempo de usar tu fe, Jesús dijo si tu fe fuera como un grano de mostaza, trasladarías los montes hacia el mar.
Cree y verás la Gloria de Dios.

A.D. Monegal