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Arrojado a la Cisterna

Los siervos de Dios son pregoneros de la verdad, pero aveces la verdad no es bienvenida por algunos. El que decide seguir a Jesús, se está comprometiendo con Dios, y aceptando las condiciones y demandas del Creador. El llamado del Señor es: aquel que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.
Uno de los personajes bíblicos que mejor ilustra lo que padece un mensajero del Señor es el Profeta Jeremías.
Cuando él fue llamado por Dios, sabía muy bien a qué se enfrentaba, y dijo: no podré servirte porque soy niño, y Dios le respondió no digas soy niño porque a todo lo que te mande dirás tú.
Mientras todos los profetas decían que Israel no sería vencido por los Caldeos, Jeremías decía: que todos serían llevados cautivos. La reacción de sus compatriotas fue echar a Jeremías en una cisterna sin agua.
"Entonces tomaron ellos a Jeremías y lo hicieron echar en la cisterna de Malquías hijo de Hamelec, que estaba en el patio de la cárcel; y metieron a Jeremías con sogas. Y en la cisterna no había agua, sino cieno, y se hundió Jeremías en el cieno."
Jeremías 38:6
A nadie le gustaba escuchar que serían llevados cautivos por sus peores enemigos, pero esa era la verdad de Dios, y el profeta no podía decir otra cosa.
La cruz de Cristo es cargar con el desprecio, la burla, y la violencia que el mundo ejerce contra el Señor, así como Jesús fue golpeado, escupido en su rostro, mientras cargaba la cruz rumbo al monte Calvario, así debemos estar dispuestos a ir por esa vía Dolorosa hasta llegar a nuestra crucifixión. Seguir a Jesús es ir contra el mundo, es renunciar a la mentira y hacer de la verdad nuestro ideal.
Jeremías tenía un compromiso con la verdad del mensaje que Dios le dio que proclamase, y aunque esta verdad fue causa de dolor y rechazo, el profeta se mantuvo firme y por su fidelidad alcanzó la bendición de Dios.
Aunque seas echado en una cisterna, aunque te hundas en el cieno, Dios enviará ayuda de lo alto, él te rescatará, no temas cree y verás la Gloria de Dios en tu vida.

Pastor Aldo Monegal

La lección del rey

Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades.
Daniel 4:34

La Biblia dice que la soberbia hace que Dios nos mire desde lejos, pecar de soberbia es una locura, la persona soberbia se eleva por encima de todos los que le rodean piensa que el es superior a los demás, que sabe todas las cosas y no necesita ser corregido, cree que con sus propias fuerzas logrará lo que se propone por qué él piensa de sí mismo que es superior. Así se sentía Nabucodonosor el rey de Babilonia, su rey avía llegado a su cúspide de poder y esplendor, sus conquistas no tenían límite, su grandeza fue tan sublime que la soberbia lleno su corazón y pensó que todo lo que tenía y lo que había logrado era por su poder y por su gloria.
Jesús enseño sobre un hombre que acumulaba riquezas y construía graneros para acumular más y más, pero una noche vinieron a pedir su alma y todo lo que logró quedó en nada. Así este rey fue echado de los hombres y se convirtió en una bestia durante siete años, por su soberbia, " para que sepas que Dios tiene dominio sobre el reino de los hombre y el lo da a quien quiere" este rey tuvo que ser humillado para ser libre. Cuando llegó el tiempo en el que se cumplía la sentencia del Señor, después de siete años, este rey alzó sus ojos al cielo y le fue devuelta su razón, cuando nos mantenemos conectados con Dios somos libres de la locura del pecado aún de aquello que nos son ocultos, no levantes tu mirada por soberbia, levanta tus ojos al cielo y humillante ante tu Creador. Solo después de reconocer a Dios y recobrar la razón, alabo a Dios y lo bendijo reconociendo su reino y su grandeza, solo los humildes verán a Dios, dijo Jesús, solo los que se despojaron de la soberbia y la autosuficiencia y se humillan ante el verdadero Dios son restaurados al lugar que el Señor te asignó, la Biblia dice que a los que caminan en obediencia Dios los saca de cola y los pone por cabeza. Si perdiste la razón y con ella perdiste muchas cosas, es tiempo de que alces tus ojos a los cielos y álabes a tu Dios, humíllate y El te exaltará.


Aldo Daniel Monegal

Tiempo de liberación

La Biblia habla de tiempos en los que su pueblo padeció esclavitud, Israel fue esclavo en Egipto, y Dios lo liberó por mano de Moisés. Pero ese tiempo de cautiverio no destruyó a Israel, apesar de la aflicción y el descontento de estar en esa situación, el pueblo fue multiplicado y se transformaba en una amenaza para los mismos egipcios. También por desobediencia a Dios, Israel fue desterrado y llevado a Babilonia para ser cautivos durante muchos años, pero allí también el pueblo fue sostenido por Dios. En medio del cautiverio, Dios nunca abandonó a su pueblo. El Apóstol Pablo y Bernabé fueron puestos en la cárcel, por predicar el evangelio, pero en ese cautiverio Dios estaba con ellos, y en medio de su Alabanza el Señor los liberó.
Nosotros también sufrimos cautiverio en este mundo, antes de venir a Jesús el pecado, los vicios, la enfermedad y la muerte nos esclavizaban, pero Jesús nos hizo libres de todas las formas de esclavitud.
En nuestro andar como hijos de Dios también podemos sufrir tiempos de cautividad, sea por desobediencia o por ir contra la corriente de este mundo, a veces las pruebas son formas de cautividad. Pero debemos saber que Dios nos llamó a libertad, no a esclavitud, y aunque ahora estemos como en una cárcel, y sintamos que estamos limitados que no podemos ir donde queremos, hacer lo que deseamos, y tener lo que anhelamos, en medio de esta situación Dios está con nosotros y nos fortalecerá, pero además El promete levantar nuestro cautiverio y hacernos volver a casa! Y cuando eso suceda estaremos más fuertes y disfrutaremos más intensamente de la libertad que nuestro Dios nos dará!
Nunca dejes de Soñar, José el hijo menor de Jacob era un soñador, hasta en la cárcel más profunda soñaba con la libertad, y confiaba en Dios, hasta que sus sueños en el Señor se hicieron realidad.
Cree, sueña y cree, y cuando venga tu libertad te llenarás de risa y de alabanza !
Tu liberación es hoy y ahora!

Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan.  Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.  Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres.
Salmos 126:1‭-‬3

A.D.Monegal