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Conserva el gozo

Alégrense por la esperanza segura que tenemos. Tengan paciencia en las dificultades y sigan orando. Romanos 12:12 (NTV)

La esperanza segura es la promesa de liberación que tenemos es Jesús, si confiamos plenamente en el Señor podemos alegrarnos y tener paz en todo momento ¿Por qué? , la razón principal es que para Dios no hay nada imposible, porque él es Todopoderoso, y porque prometió ayudar a los que confían en él.
¿Y cuál es el mayor testimonio del amor y la fidelidad de Dios? La prueba de estás cosas es Jesús, él dejó la gloria que disfrutaba con el Padre, y vino a este mundo se hizo hombre, padeció todas las cosas como hombre, nos reveló el amor divino, entregó su vida por nosotros en la cruz, y resucitó de entre los muertos, y ahora es la cabeza de la iglesia. Toda esta obra fue prometida por Dios desde la caída del hombre en el huerto del Edén, y a su tiempo la promesa se cumplió. Hoy vivimos en una transición, vamos hacia la consumación de la obra de salvación en Jesús, el fin de los tiempos, para entrar en la eternidad.
Está es la mayor prueba de la fidelidad de Dios a su palabra, al creer en lo que Dios nos prometió, estamos depositando en sus manos cada problema, cada enfermedad, los motivos de nuestras aflicciones, sabiendo que todo es posible para aquel que cree. Esa es la esperanza segura que tenemos los creyentes, por eso nos alegramos siempre!
Si estás pasando por un periodo de aflicción, por ansiedad desmedida, cualquier dificultad que estés atravesado, tiene una salida y está en Jesús, debemos orar hablar con él y entregarle tu carga, pidiendo que te dé una salida, confía en su fidelidad y su poder, y alégrate por anticipado, ten paciencia, mientras atraviesas la prueba, y verás que al final del día tendrás mucho más de lo que pediste al Señor, conserva el gozo.


P. Aldo Daniel Monegal.

Alégrense en el Señor

Mis amados hermanos, pase lo que pase, alégrense en el Señor. Nunca me canso de decirles estas cosas y lo hago para proteger su fe. Filipenses 3:1 (NTV)


Una de las palabras que más abunda en la carta de Pablo a los Filipenses es "Gozo" aquí en esta versión de la Biblia, (NTV) la palabra se traduce como "alegría". Pero el Apostól Pablo no está hablando de la alegría que tiene que ver con el estado de ánimo, nótese que dice: "pase lo que pase, alégrense en el Señor" y sé que cualquiera que lee este versículo, pensará ¿Cómo puedo estar alegre en medio de la dificultad?.
El gozo o la alegría de la que habla la palabra de Dios es un don del Espíritu Santo, que capacita a los hijos de Dios para tener gozo en cualquier situación, es como una protección contra los ataques de ansiedad y desesperación, que nos causan las situaciones difíciles. 
Cuando enfrentamos la vida con el gozo del Señor, vemos todo desde una óptica diferente, sabemos que Dios nos ama, y nosotros amamos a Dios, y este amor mutuo, es la comunión que nos da la confianza de saber que para Dios no hay nada imposible, que Dios siempre está obrando a nuestro favor para bendecirnos y por lo tanto lo malo, lo difícil, no puede dañarnos, siempre hay una salida en Dios. Vivimos en otra dimensión, la del espíritu, en el reino de Dios no hay finales tristes, no hay dolor, hay vida en abundancia. 
Desde esta perspectiva, vivimos gozosos, alegres, victoriosos, gracias a nuestro Padre Celestial, a nuestro Señor Jesús, que va delante de nosotros, en todo momento. ¡Alégrense en el Señor siempre! ¡No me cansaré de repetirles lo mismo una y otra vez! Dios es bueno.

Ptr. Aldo D. Monegal

El ejemplo de Jesús

Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios.
Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;
1 Pedro 2:20-21

A nadie le gusta el sufrimiento, ni ser golpeado en ningún sentido, la violencia es un flagelo de la humanidad y los más débiles son las víctimas más comunes. Todos fuimos en algún momento víctimas de la violencia, de ataques en todos los ámbitos, porque este mundo es violento sus códigos sociales utilizan la violencia o la agresión, como un medio para subyugar a otros, y para alcanzar los objetivos propuestos valiéndose de cualquier medio y así eliminar obstáculos.
Jesús padeció violencia cuando vino a este mundo, desde sus discípulos (Judas) hasta su familia que pensaba que estaba fuera de control, los gobernantes y líderes religiosos que lo condenaron, pero salió victorioso.
Hoy tenemos su ejemplo para seguir sus pisadas, porque no estamos llamados solo a creer sino a seguirlo como discípulos. Esto implica aprender y hacer lo que el maestro nos enseña, imitarlo en todo.
Es verdad que los ataques de los demás no son agradables, y causan dolor y desaliento, pero cuando volvemos nuestra mirada a la Cruz, entendemos que somos privilegiados por poder padecer igual que nuestro maestro. El Apóstol Santiago dice: gozaos cuando os halléis en diferentes pruebas, tenemos que entender estamos en la escuela de Jesús, y él fue traicionado, rechazado, odiado, fue golpeado y condenado a muerte injustamente, porque pensamos que nosotros no pasaremos por estas cosas?
Estando en el mundo sufrimos y soportamos a veces con razón porque cosechamos lo que sembramos, y ahora caminando con Jesús haciendo lo bueno no podemos soportar?
Jesús padeció por nosotros por amor, ahora nos toca a nosotros padecer por Él por amor.
No debemos tener temor, no hay carga ni prueba que pueda derrotarnos si permanecemos Unidos a Él, pero tenemos que estar dispuestos a todo.
Jesús prometió no los dejaré, estaré con ustedes para siempre, así que no te desanimes y bajes los brazos, si fuiste golpeado o traicionado gozate, perdona y ama, no devuelvas mal por mal, recuerda que no hay arma más poderosa que el amor de Dios.

A.D.Monegal

El gozo y la gratitud

con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;
el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,
Colosenses 1:12-13

Hay dos cosas que no pueden faltar en el corazón de un hijo de Dios, el gozo y la gratitud. Cuando alguien nos hace un favor muy grande nos produce alegría y agradecimiento, y buscamos la forma de retribuir el favor recibido.
Dios nos hizo un incomparable favor, nosotros que estábamos condenados al juicio y la perdición eterna pero por la gracia del Padre Celestial fuimos perdonados, alguien pagó nuestra fianza, nosotros estábamos condenados a muerte pero alguien murió en nuestro lugar, Jesús él entregó su vida por nosotros.
Aveces no podemos evaluar el precio que pagó Jesús por nuestra salvación, por eso hay algunos hijos de Dios que están tristes, desalentados, piensan que la salvación es algo que vamos a recibir cuando Cristo vuelva, cuando dejemos este mundo, como es algo que no podemos ver ni palpar, si no que es por la fe, entonces vuelven a sumergirse en los problemas y desesperanzas​ de la vida en lo natural, como si no hubiese recibido nada de Dios.
Pero déjame decirte que la salvación tiene Bendición para esta vida y la vida eterna porque Jesús nos hizo libres con su sangre, pero además también somos acreedores a las promesas y Bendiciones para esta vida, al ser aceptados en la familia de Dios pasamos a ser sus hijos y por lo tanto también somos herederos de nuestro Padre Celestial, las promesas de bendición en la Biblia son más de tres mil, imagínate!
La bendición del Señor incluye nuestro sustentó, nuestras finanzas, nuestra salud, todo lo que podemos necesitar, Dios prometió "no te dejaré ni te desamparare".
Entonces tenemos que estar gozosos porque sabemos que ya tenemos en el nombre de Jesús lo que necesitamos, y además tenemos que ser agradecidos por todo el favor​ de Dios. Recuerda el gozo del Señor es nuestra fortaleza, y ser agradecidos nos abre las puertas del cielo sobre nosotros.
Ya no perteneces a este mundo de esclavitud y frustración, fuimos trasladados al reino de Jesús, somos libres, en este reino todo es posible por el poder de Dios, ya no somos esclavos somos hijos y herederos, Gozate, alegrate y alaba al Señor.

A. D. Monegal.