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Efesios 6:18

Efesios 6:18
orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

Una de las actividades más importantes en la vida cristiana es la oración, es como la respiración para nuestro espíritu, pero también es la actividad más descuidada, en lo personal, las reuniones de Oración en la iglesia, son las que menos gente asiste.
El Apóstol Pablo nos dice: orando en todo tiempo, en el Espíritu, velando, perseverando, suplicando y por todos los Santos, la traducción NTV de este versículo dice: "Oren en el Espíritu en todo momento y en toda ocasión. Manténganse alerta y sean persistentes en sus oraciones por todos los creyentes en todas partes."
La oración nos llena de la presencia de Dios, muchos creen que la oración es únicamente para pedir cosas a Dios, no es así, por medio de la oración crecemos espiritualmente, nuestro interior es renovado, somos fortalecidos, recibimos sabiduría espiritual, somos activados en el llamado de Dios, recibimos dones espirituales.
Hay muchos tipos de oración y sus beneficios son abundantes, pero orar por los santos y por los incrédulos para que vengan a Cristo es olor grato delante de Dios, orar para que venga su reino, orar por el regreso de Jesús es una señal de obediencia y amor al Rey.
En este día debemos examinar nuestra vida de oración, darle el lugar que realmente debe tener en nuestras vidas, meditemos en este consejo de la palabra de Dios. Que nuestra vida de intimidad con Dios sea enriquecida con una vida de profunda que nos lleve a disfrutar de la plenitud de las bendiciones de nuestro Padre Celestial, y nuestro Señor Jesucristo.

A.D.Monegal

Grandes Promesas de Dios

Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
2 Corintios 7:1

Cuando recibimos al Señor como nuestro salvador en nuestro corazón entramos en un proceso de santificación, es una trasformación de nuestro carácter y todo nuestro ser es transformado. Este proceso no tiene que ver con los estudios bíblicos, o con graduarse en un seminario, que es muy bueno, tampoco tiene que ver con obtener títulos o posiciones jerárquicas. La santificación se produce en nuestras vidas por el poder del Espíritu Santo, que nos guía y nos hace aprobar lo mejor y desechar lo malo. Pero nosotros también tenemos que aportar nuestro esfuerzo en obedecer y aceptar esa transformación, Dios nos cambia, pero nosotros también tenemos que hacer cambios en nuestras vidas, de acuerdo a lo que profesamos y según sea nuestro crecimiento en el Señor.
En esta Palabra que el Ap. Pablo escribe a los corintios, les Dice que recuerden que tenemos promesas de Dios que son fieles, promesas de bendiciones en todas las áreas de nuestras vidas, la biblia contiene más de tres mil quinientas promesas para nosotros los creyentes, y que debemos hacer entonces limpiarnos, cambiar dejar de hacer lo que a Dios no le agrada, cambiar en nuestra vida lo que es responsabilidad nuestra cambiar, lo demás lo hace Dios.
Demostrar nuestro amor a Dios obedeciéndole haciendo cambios en nuestra manera de vivir y de actuar, esa es nuestra parte, Dios hace el resto. Dios no obliga a nadie, él es Señor pero nos dio la capacidad de decidir seguirlo por amor, o hacer nuestra propia voluntad y caminar de espaldas a Él.
Evaluemos nuestras vidas, como estamos actuando con Dios, y con nuestro prójimo, cual es nuestra manera de hablar, de vestir, de actuar, de comportarnos frente a los demás y frente a nuestro círculo íntimo. No podemos tener una doble vida, el hijo de Dios maduro es genuino, tiene una sola cara y es la que todos ven, y Dios conoce. Santidad significa apartarse para Dios, si hacemos esto Dios derramara su bendición hasta que sobre y abunde en nosotros, limpiémonos de toda contaminación, pidamos perdón a Dios y la sangre de Jesús nos limpiara, el poder de Espíritu Santo nos restaurara, y capacitara para vivir bajo la bendición de Dios obedeciendo a su Palabra.
Que grandes son sus promesas! Aprovecha el regalo de Dios!




Hay recompensa para nuestra labor

Por eso, mis queridos hermanos, manténganse firmes, y nunca dejen de trabajar más y más por el Señor Jesús. Y sepan que nada de lo que hacen para Dios es inútil.
1 Corintios 15:58 TLA

La perseverancia es un requisito para los hijos de Dios, las escritura nos alienta continuamente a seguir adelante pese a todo. Una vida invertida en Cristo requiere perseverancia, paciencia los frutos de nuestra labor a veces tardan en ser cosechados, las dificultades nos desaniman para que dejemos de trabajar, el desánimo empieza en nuestro interior en la mente una voz engañosa nos dice: todo es en vano, de nada sirve tu esfuerzo, nadie reconoce tu trabajo, la incredulidad nos ataca y nuestro enemigo espiritual nos tienta a desobedecer a Dios dejando de confiar en el.
El Ap Pablo sabía de estas cosas, estando con Bernabé en la prisión de filipos sintió el desánimo de la derrota, luego de trabajar para el Señor terminó en la cárcel en el cepo, entonces recibió la revelación de Dios y aprendió que nada puede detener a un hijo de Dios que confía en su Padre Celestial, la alabanza lo liberó y le ganó la pulseada al diablo y a la adversidad.
Así el escribe a los corintios estas palabras, manténganse firmes! No dejen de trabajar en el Reino de Dios porque hay recompensa para su trabajo.
Toma fuerza en este día no te desanimes sigue trabajando más y más para el Señor, él convierte lo malo en Bendición, y nada de lo que hagas pasara desapercibido para el, tu reconocimiento y galardón vienen del Señor. Que en este día no falten tus fuerzas, busca en tu corazón allí están los ríos de aguas vivas del Espíritu Santo, en el está la fortaleza de los siglos!
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