Hechos 28:30-31
30 Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían,
31 predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.
A esta altura de la vida de Pablo, ya estaba llegando a la meta del llamado que Jesús, le hizo el día que fue derribado de su caballo, cuando se dirigía a Damasco. Pablo el Apóstol a los gentiles, que recibió el evangelio de Jesucristo por revelación, que fue llevado al tercer cielo donde escucho cosas imposibles de expresar, vivió gran parte de su Ministerio preso, y terminó sus días como lo dice el texto aquí citado. Estaba preso, pero tuvo el privilegio de vivir en una casa alquilada, custodiado por una guardia romana, durante dos años el Señor le concedió predicar con libertad a todos los que venían a él. Su misión fue predicar a Jesús en Roma, la capital del mundo antiguo, y eso fue lo que sucedió.
Pero lo que quiero destacar es que las cadenas de esa condena injusta que sufría el Apóstol, y esa prisión custodiada por soldados, no pudo detener el propósito de Dios en la vida de Pablo. Me atrevo a decir que por causa de esa condena injusta, y gracias a ella, el Apóstol Pablo logró hacer proezas para la gloria de Jesús. El Apóstol Pablo no solamente estableció numerosas iglesias en todo el mundo antiguo, y en su capital la ciudad de Roma, sino que también fue usado por Dios para formar la mayor parte de la doctrina Apostólica de la Iglesia, que hoy podemos estudiar todos los cristianos. Estando encerrado, privado de su libertad, Pablo escribió cartas con enseñanzas doctrinales fundamentales, administró las iglesias que fundó, formó y envió discípulos, estableció ministros de Dios. En medio de su situación Pablo no dejaba de dar fruto abundante para Dios.
Hay prisiones de castigo, y de corrección donde los que hacen mal las cosas son corregidos, (Este había sido echado en la cárcel por sedición en la ciudad, y por un homicidio. Lucas 23:19). reciben el pago de sus acciones, la biblia dice: la paga del pecado de muerte, la injusticia se paga, el que hace lo malo tarde o temprano caerá en la cárcel, Mateo 5:25 dice: Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. Hay cárceles de esclavitud, por causa del pecado, y por ser esclavos de satanas, como dice Hechos 8:23, "porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás." Jesús vino para liberar a los cautivos del diablo. Pero también hay cárceles que a veces pasamos en el camino de Dios, y que son necesarias para sus propósitos divinos en nosotros. Muchos siervos del Señor, profetas y sabios en el Antiguo Testamento, pasaron por prisión, o por cautividad, pero allí fueron procesados para estar en un lugar de autoridad en los propósitos de Dios, como Daniel, José, Jeremías, los momentos que pasaron en cautiverio fueron parte del plan de Dios para ellos, y para su tiempo. En el nuevo testamento los Apóstoles y los primeros cristianos pasaron por persecución, cárcel, opresión pero cuánto más sufrirán más se fortalecían en el Señor. La clave de esta palabra está en el hecho de que más allá de la circunstancias en las que estés el propósito de Dios se cumplirá, y sea como sea estarás bajo la bendición del Señor, Pablo pasó por muchos obstáculos en su camino, hasta llegar a Roma y predicar el evangelio a los que estaban en el poder, quizá no llegó como un importante predicador, no fue recibido con honores, ni alojado en un palacio, él llegó como un prisionero, un condenado, pero eso fue solo una apariencia, en realidad Pablo fue un embajador del reino de Dios, y esa casa alquilada fue su sede diplomática en la capital de Roma, finalmente logró su objetivo. Pablo escribió este célebre versículo: a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan para bien ( Romanos 8:28) todas las situaciones que vívas en tu presente, si permaneces en el Señor, te ayudarán para bien, no temas a las cárceles, ni a las apariencias negativas, Dios está al control de todo.