Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Isaías 1:18
Este es uno de los versículos más conocidos sobre la gracia de Dios. Por medio del profeta Isaías, Dios habla a su pueblo, para que corrijan su camino, ellos estaban viviendo de una forma desagradable para Dios, y todo lo que Dios no aprueba es Pecado. Salirse de la voluntad de Dios, errar el camino es pecado. ¿Por qué es tan importante librarse del pecado? Porque el fruto del pecado es muerte, es como una enfermedad terminal, la biblia lo compara con la lepra, y no podemos por nosotros mismos librarnos de las manchas del pecado, solo Dios puede hacerlo. Jesús es quien limpia nuestros pecados con su sangre, y nos da vida.
En este contexto de la palabra que leemos hoy, Dios le dice a su pueblo que se arrepientan, pero lo más destacado es que no le dice que deben ayunar o hacer largas oraciones, Dios les pide que cambien su actitud, que dejen de hacer lo malo, "aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda" (Isaías 1:17)
Dios no solamente le estaba hablando a los no creyentes, está palabra estaba dirigida también para los religiosos, aquellos dicen ser creyentes, y tienen apariencia de gente cristiana, pero sus corazones no son rectos. Todo lo que hacen para Dios no es para darle Gloria, tienen motivos personales, buscan beneficiarse o conseguir algo a cambio. " No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes," (Isaías 1:13) Jesús dijo "bienaventurados los de limpio corazón porque ellos verán a Dios" para poder caminar en paz con Dios, primero debemos evaluar nuestra vida, a la luz de las demandas del Señor, reconocer nuestros errores, y cambiar, dejar de hacer lo malo, esto es arrepentimiento. No es solamente ayunar y orar, y seguir viviendo sin cambiar, cómo vivimos, Dios quiere que nos pongamos a cuenta con él. Cuando Dios nos muestra nuestros errores, los vemos de un color fuerte, como dice esta palabra "rojos como la grana", es imposible lograr que la grana, deje de ser roja y pase a ser blanca, solo Dios puede hacer que sea blanca como la lana, el blanco es símbolo de pureza y santidad. Dios nos invita hoy, a cambiar, y después a ir a èl, dice "venid" estemos a cuenta. Que bueno es estar a cuenta con Dios! Y saber que su gracia, nos libera de la peor enfermedad, que ni la ciencia, ni nada creado puede curar, el pecado.
¡Bendiciones!
P. Aldo.
Este es uno de los versículos más conocidos sobre la gracia de Dios. Por medio del profeta Isaías, Dios habla a su pueblo, para que corrijan su camino, ellos estaban viviendo de una forma desagradable para Dios, y todo lo que Dios no aprueba es Pecado. Salirse de la voluntad de Dios, errar el camino es pecado. ¿Por qué es tan importante librarse del pecado? Porque el fruto del pecado es muerte, es como una enfermedad terminal, la biblia lo compara con la lepra, y no podemos por nosotros mismos librarnos de las manchas del pecado, solo Dios puede hacerlo. Jesús es quien limpia nuestros pecados con su sangre, y nos da vida.
En este contexto de la palabra que leemos hoy, Dios le dice a su pueblo que se arrepientan, pero lo más destacado es que no le dice que deben ayunar o hacer largas oraciones, Dios les pide que cambien su actitud, que dejen de hacer lo malo, "aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda" (Isaías 1:17)
Dios no solamente le estaba hablando a los no creyentes, está palabra estaba dirigida también para los religiosos, aquellos dicen ser creyentes, y tienen apariencia de gente cristiana, pero sus corazones no son rectos. Todo lo que hacen para Dios no es para darle Gloria, tienen motivos personales, buscan beneficiarse o conseguir algo a cambio. " No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes," (Isaías 1:13) Jesús dijo "bienaventurados los de limpio corazón porque ellos verán a Dios" para poder caminar en paz con Dios, primero debemos evaluar nuestra vida, a la luz de las demandas del Señor, reconocer nuestros errores, y cambiar, dejar de hacer lo malo, esto es arrepentimiento. No es solamente ayunar y orar, y seguir viviendo sin cambiar, cómo vivimos, Dios quiere que nos pongamos a cuenta con él. Cuando Dios nos muestra nuestros errores, los vemos de un color fuerte, como dice esta palabra "rojos como la grana", es imposible lograr que la grana, deje de ser roja y pase a ser blanca, solo Dios puede hacer que sea blanca como la lana, el blanco es símbolo de pureza y santidad. Dios nos invita hoy, a cambiar, y después a ir a èl, dice "venid" estemos a cuenta. Que bueno es estar a cuenta con Dios! Y saber que su gracia, nos libera de la peor enfermedad, que ni la ciencia, ni nada creado puede curar, el pecado.
¡Bendiciones!
P. Aldo.