Pues, «¿Quién puede conocer los pensamientos del SEÑOR? ¿Quién sabe lo suficiente para enseñarle a él?”*. Pero nosotros entendemos estas cosas porque tenemos la mente de Cristo.1 Corinto 2:16
Pablo
nos estaba diciendo que, como creyentes en Jesús, el Hijo de Dios, se nos ha dado la mente de Cristo. Esto significa que podemos tener pensamientos espirituales porque Cristo está vivo dentro de nosotros. No podemos pensar como lo hacíamos antes. Empezamos a pensar como Él lo hacía.
Cuando tenemos al Espíritu Santo activo y viviendo dentro de nosotros, la mente de Cristo se pone en acción. La mente de Cristo se nos ha dado para dirigirnos hacia el camino correcto. Si tenemos Su mente, vamos a tener pensamientos positivos. Vamos a pensar en cuán bendecidos somos, en cuán bueno ha sido Dios con nosotros.
Jesús era positivo, a pesar de que le mintieron, estaba solo, nadie le entendía y muchas otras cosas negativas. Fue abandonado por sus discípulos cuando Él más los necesitaba, aunque permaneció positivo, siempre dispuesto a ofrecer una palabra de ánimo y alentadora. Solo estar en Su presencia sugiere que todo el temor, los pensamientos negativos y la desalentadora desesperación se evapora en el aire.
La mente de Cristo en nosotros es positiva. Así que, cuando le damos la oportunidad a ser negativos sobre algo, podemos inmediatamente discernir que no estamos operando de acuerdo a la mentalidad de Cristo. Dios quiere levantarnos. Es el enemigo de nuestra alma él que quiere hacernos caer, deprimirnos. Tenemos muchas oportunidades para tener pensamientos negativos, pero esto no es cómo la mente de Cristo trabaja en nosotros. No aceptemos estos pensamientos. ¡No son nuestros!
Stella Maris Ramirez
Pablo
nos estaba diciendo que, como creyentes en Jesús, el Hijo de Dios, se nos ha dado la mente de Cristo. Esto significa que podemos tener pensamientos espirituales porque Cristo está vivo dentro de nosotros. No podemos pensar como lo hacíamos antes. Empezamos a pensar como Él lo hacía.
Cuando tenemos al Espíritu Santo activo y viviendo dentro de nosotros, la mente de Cristo se pone en acción. La mente de Cristo se nos ha dado para dirigirnos hacia el camino correcto. Si tenemos Su mente, vamos a tener pensamientos positivos. Vamos a pensar en cuán bendecidos somos, en cuán bueno ha sido Dios con nosotros.
Jesús era positivo, a pesar de que le mintieron, estaba solo, nadie le entendía y muchas otras cosas negativas. Fue abandonado por sus discípulos cuando Él más los necesitaba, aunque permaneció positivo, siempre dispuesto a ofrecer una palabra de ánimo y alentadora. Solo estar en Su presencia sugiere que todo el temor, los pensamientos negativos y la desalentadora desesperación se evapora en el aire.
La mente de Cristo en nosotros es positiva. Así que, cuando le damos la oportunidad a ser negativos sobre algo, podemos inmediatamente discernir que no estamos operando de acuerdo a la mentalidad de Cristo. Dios quiere levantarnos. Es el enemigo de nuestra alma él que quiere hacernos caer, deprimirnos. Tenemos muchas oportunidades para tener pensamientos negativos, pero esto no es cómo la mente de Cristo trabaja en nosotros. No aceptemos estos pensamientos. ¡No son nuestros!
Stella Maris Ramirez