Descansa en la promesa

“La tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.” Génesis
28: 13.

Ninguna promesa es de interpretación privada: las promesas no pertenecen a un
solo santo, sino a todos los creyentes. Hermano mío, si tú puedes acostarte en fe
sobre una promesa, y descansar sobre ella, es tuya. Jacob tomó posesión del
lugar al que “llegó”, yen el que durmió y descansó. Poco se imaginaba que al
acostar su humanidad sobre el suelo y usar las piedras del lugar como
almohadas, estaría tomando posesión de la tierra; y, sin embargo, así fue. Vio en
su sueño esa maravillosa escalera que une para todos los creyentes la tierra con
el cielo; y en verdad el lugar donde estaba la base de la escalera había de
pertenecerle por derecho, pues de otra manera no habría podido alcanzar la
divina escalinata. Todas las promesas de Dios son Sí y Amén en Cristo Jesús; y
como Él es nuestro, cada promesa es nuestra si nos acostamos en ella en
confiada paz.
Vamos, tú que estás cansado, usa las palabras de tu Señor como tu almohada.
Acuéstate en paz. Sueña únicamente con Él. Jesús es tu escalera de luz. Mira a
los ángeles subir y bajar sobre Él entre tu alma y tu Dios; y puedes estar seguro
de que la promesa es tu propia porción que te ha sido dada por Dios, y que no
cometerás un robo si la tomas para ti, como expresada especialmente para ti.

Charles Spurgeon

La prioridad en la oración

Vosotros, pues, orad de esta manera: «Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre…».(Mateo 6:9)

En el Padre Nuestro, Jesús enseña que la primera de las prioridades al orar es pedir que el nombre de nuestro Padre celestial sea santificado.
Notemos que este es un pedido, no una declaración (algo que pensé por años). Es una petición a Dios de que se asegure de que su propio nombre sea santificado.
Se parece a otro pasaje, Mateo 9:38, en donde Jesús nos dice que roguemos al Señor de la mies que envíe obreros a su propia mies. Nunca deja de sorprenderme que nosotros, los obreros, debamos recibir instrucciones de acercarnos al propietario de la hacienda, quien conoce la mies mejor que nosotros, para pedirle que agregue mano de obra a su hacienda.
Pero ¿acaso no es lo mismo que encontramos en el Padre Nuestro, Jesús diciéndonos que pidamos a Dios, quien tiene un infinito celo por la honra de su propio nombre, que se asegure de que su nombre sea santificado?
Esto puede sorprendernos, pero es lo que el texto dice, y nos enseña dos cosas:
La oración no mueve a Dios a hacer nada que él no se sienta inclinado a hacer. Él tiene toda la intención de hacer que su nombre sea santificado. No hay nada más alto en la lista de prioridades de Dios.La oración es la manera en que Dios ordena nuestras prioridades para alinearlas con las suyas. Dios quiere que nuestras oraciones tengan como consecuencia grandes respuestas, cuando nuestras oraciones son consecuencia de sus grandes propósitos.
Ponga su corazón en línea con el celo de Dios para que su nombre sea santificado, y entonces sus oraciones producirán grandes efectos. Que su primer motivo de oración, y el que determina todos los demás motivos, sea que el nombre de Dios sea santificado, y entonces sus oraciones estarán conectadas al poder del celo de Dios.

Jhon Piper

La disciplina trae paz

Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien penosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella. —Hebreos 12:11

Demasiadas cosas compiten por nuestros limitados recursos de atención, energía y tiempo.
Solía quejarme con Dios sobre mi horario abrumador. Yo lloraba, “Dios, ¿cómo se puede esperar que alguien haga todo lo que yo tengo que hacer?”
Entonces me di cuenta: ¡yo fui quien hizo mi horario, y nadie podría cambiarlo más que yo! Ya no podía perder el tiempo deseando que las cosas fueran diferentes porque desear no cambiaría nada.
Dios me mostró que tenía que disciplinarme para hacer mi vida más fácil.
Tendrás que hacer eso también si quieres que la vida vaya más despacio. Pídale ayuda al Espíritu Santo. Él puede guiarte, mostrándote qué compromisos tomar y cuáles rechazar.
Puede ser difícil al principio, especialmente si no has sido disciplinado en el pasado, pero las recompensas de la disciplina y el autocontrol valen la pena. La Biblia dice que la disciplina trae frutos de paz. Comienza a disciplinarte hoy mismo, y puedes empezar a disfrutar de una vida de paz que Dios tiene esperando para ti.

Oración Final:

Señor, quiero experimentar el pacifico fruto de una vida de disciplina. Cuando me sienta tentado a comprometerme de más e ir muy lejos, ayúdame a ir más despacio y hacer cosas que Tú quieras que yo haga.

Perfecta voluntad

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.

Isaías 55:8

Cuando entendemos que la voluntad de DIOS, no siempre satisface nuestros deseos personales, empezamos a tener paz en el corazón, porque aunque nos  sintamos molestos por no obtener lo que queremos, tenemos la certeza, si creemos en Dios, de que, "para aquellos que aman a Dios, todas las cosas ayudan para bien" Romanos 8:28.
Los pensamientos que tiene Dios para nosotros siempre son buenos, el Padre siempre tiene una respuesta de bendición para nuestras necesidades, aunque eso implique atravesar un tiempo de sufrimiento, o de aparente pérdida, si mantenemos en alto la bandera de nuestra fe, la victoria está asegurada . Si nos mantenemos bajo su cobertura, como dice el Salmo 91:1, todo lo que pase a nuestro alrededor, coopera a favor nuestro.
Es necesario confiar plenamente, en la perfecta voluntad de Dios, y saber que su amor hacia nosotros es infinito, y perfecto.
Dios tiene un plan para tí, la biblia dice que él nos elige desde el vientre de nuestra madre, hay un propósito de Dios para nosotros, y es de bendición.
El Apóstol Pablo dijo: Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. 1 Corintios 2:16.
Nuestra mente limitada, no puede entender las cosas que Dios hace, pero Dios provee la solución, un trasplante de mente, quitar nuestra mente limitada, y poner en nosotros la mente de Cristo.
La única forma de comprender, los pensamientos de Dios y darnos cuenta de lo alto que están en comparación con los nuestros, es por medio de la mente de Cristo.
El Dios que creó el universo, que mantiene todo en perfecto equilibrio, sabe lo que es mejor para nosotros, y tiene las mejores bendiciones preparadas para entregarlas en el momento indicado. Así que desechemos toda ansiedad, aunque no entendamos bien el actuar de Dios, permanezcamos en Jesús, descansamos en él, y veremos como la voluntad es lo mejor para nosotros, en todas las áreas de nuestra vida.

Bendiciones!

Pastor Aldo D. Monegal

Renovados en el Espíritu de la mente

La Biblia está llena de historias sobre personas que experimentaron nuevos comienzos. Moisés se convirtió en un líder después de ser pastor durante 40 años. Pablo odiaba a Cristo hasta que Dios lo renovó y lo hizo uno de los más grandes apóstoles de todos los tiempos.

Cuando recibimos a Jesús como nuestro Salvador, es el nuevo comienzo supremo. Nos convertimos en nuevas criaturas con la oportunidad de aprender una nueva forma de vida. Pero el primer paso para experimentar esa nueva vida es creer que está disponible para ti.

Efesios 4:23 dice que debemos renovarnos constantemente en nuestras mentes y actitudes. Es fácil leer acerca de personas geniales en la Biblia y pensar que tú no te pareces en nada a ellas, pero cuando comienzas a pensar eso, necesitas renovar tu mente de inmediato.

Elige pensar de acuerdo con la Palabra de Dios, no cómo te sientas. Recibe Su amor y experimenta un nuevo comienzo. La vida será mucho más dulce si vives con una actitud que dice “Dios me está cambiando completamente de adentro hacia afuera”. Me está dando un nuevo comienzo y hay cosas más grandes por delante “.

Oración Final:

Señor, quiero renovar mi mente con tu palabra, yo sé que Tú tienes un nuevo comienzo y un llamado para mí como lo hiciste con Moisés y Pablo. Lo recibo hoy, creyendo que Tu puedes llevarlo a cabo.

Joyce Meyer.

Discípulos

Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.

Lucas 6:35

Esta palabra fue dirigida a los discípulos de Jesús, no es para los oyentes casuales. Por eso cuando leen esta palabra les resulta casi imposible ponerla por obra, pero para aquellos que son discípulos, está palabra no es difícil de cumplir.

Un creyente es una persona, que simpatiza con las cosas de Dios va a la iglesia, canta las alabanzas, y escucha el mensaje, pero pone límites a Dios, no está dispuesto a dejar todo por Cristo, y llevar una vida Cristocéntrica.

El discípulo, es una persona que dispuesta a seguir a Jesús, se compromete, está dispuesto a dejar todo por Cristo, el anhelo de un discípulo es llegar a ser como su maestro. Lucas 6:20 dice "alzando sus ojos miró a sus discípulos" y comenzó a enseñar. Todos escucharon la enseñanza, pero solo sus discípulos la recibieron, los demás estaban allí sólo para ser sanados o recibir algún beneficio del Señor, pero no quieren comprometerse, a seguir a Jesús dejando todo de lado incluso su necesidad.

Si estás dispuesto a seguir a Jesús, sus enseñanzas serán posibles para tí, no seas creyente solamente, que escucha la palabra y no puede practicarla, se un discípulo de Jesús, dispuesto a vivir la vida que Jesus te señala. Si haces estas cosas serás bienaventurado.


Pastor. Aldo D. Monegal

Despertar

Hechos 12:7

Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos.


El sueño espiritual de Pedro, fue porque estaba en una cárcel encadenado y rodeado de guardias, o verdugos. Cuando nos disponemos a creer en Jesús y nos esforzamos por buscar su presencia, y anunciar a otros la buena noticia del Evangelio, puede venir algún tipo de persecución espiritual. Las dificultades nos desaniman, a nadie le gustan los problemas, y cuando el temor y la desesperanza nos invade, viene el adormecimiento del espíritu, sin darnos cuenta somos encadenados y puestos en prisión, por el enemigo para desactivar el propósito de Dios en nosotros. El Apóstol Pedro tenía una iglesia que oraba por él sin parar, y Dios envió ayuda de lo alto para liberar al Apóstol de aquellas cadenas, y abrir las puertas de la cárcel. No dejes que el adormecimiento espiritual te encadene, no te conformes con estar en la prisión del estancamiento, hoy Dios envía su ángel a despertarte para que seas libre, y tu vida se ilumina con la luz de la presencia de Dios, las cadenas caerán de tus manos, y las puertas de esa cárcel que te detenía, se abren en el nombre de Jesús. Escucha la voz de DIOS que te dice: levántate, vístete, calza tus pies, despierta, hoy es el día de tu liberación, hoy es el día de tu restauración espiritual y física, vuelve a servir al Señor, Dios te quiere activo y despierto, no es tiempo de dormir, y mucho menos de estar encadenado en prisión, porque Cristo nos hizo libres. Levántate resplandece, porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová brilla sobre ti..

Bendiciones a todos.

Pastor. Aldo D. Monegal