La gran batalla

Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.

1 Timoteo 6:11-12

Aunque esta palabra esté dirigida a un hombre de Dios, está dirigida también para mujeres de Dios.
La vida es una batalla, y el caminar en Cristo es un desafío diario, nuestra pelea es contra dos enemigos nuestro yo personal, con nuestras emociones y todo lo que venimos arrastrando de nuestro pasado, y el enemigo Espiritual que busca destruirnos, Jesús dijo: que el diablo vino para matar, hurtar y destruir.
Tenemos que huir de todo lo que pueda dañar nuestra vida espiritual y nuestra relación con Dios, y sabemos que si hay algo que nos puede separar del Padre Celestial, eso es el pecado, nadie está libre de pecar, y no hay pecados mayores o pequeños para Dios, tanto una mentira como el adulterio son pecado delante de Dios. Pero gracias a Jesús si nos arrepentimos, somos recibidos nuevamente por nuestro Padre, en el nombre de Jesús.
Tenemos que pelear la batalla, con la armas que Dios nos da, y " echar mano de la vida eterna" que es tomar los recursos espirituales y sobrenaturales que Dios pone a nuestra disposición para vivir en Victoria, y hacer nuestra parte, orando, congregando, sujetarnos a nuestros líderes, estudiar la palabra, no dejar de crecer espiritualmente.
Somos llamados a disfrutar de una herencia, que tiene efectos en esta vida, y promesa de una eternidad junto al Señor, y nuestro deber es cuidarla, disfrutarla y compartirla, no dejando de predicar y confesar que Jesús es el Señor, y que en él hay salvación y vida eterna.
Vamos soldado de Jesús, pelea la buena batalla de la fe, porque hay recompensa de parte de nuestro General !

A.D.Monegal

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