El Deseo de Dios

Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. 3° de Juan 1:2

Esta es una palabra que el Apóstol Juan escribe en su carta al líder de esa casa, pero teniendo en cuenta que el texto biblia es inspirando por Dios, por eso está en la biblia, sabemos que por medio de este versículo, Dios nos está hablando a nosotros hoy. Si la palabra está vigente hoy en día, y Dios nos sigue hablando por medio de ella. 
Por eso siempre los pastores nos insisten que no descuidemos la lectura de la biblia, porque por medio de ella Dios habla a nuestro corazón.
Aquí lo primero que Dios nos dice es "Amado", "Amada" el Señor quiere que sepas que te ama, porque eso es lo que nosotros necesitamos más que ninguna otra cosa, ser amados. Luego continúa diciendo, "yo deseo que tú seas prosperado en todo" Dios mismo quiere que sepamos que nos ama, y quiere que seamos prósperos, cuántas veces al ver las dificultades y las calamidades que nos rodean pensamos que todo lo malo que nos pasa a nosotros y en el mundo, es culpa de Dios. Hay gente que piensa que su enfermedad, o la adversidad que está viviendo, viene de parte de Dios, y la aceptan, aunque piensen que Dios es injusto. Eso pasa porque las personas no conocen a Dios, y no saben cual es su deseo para nosotros. Dios nos amó tanto a vos y a mi, que entregó a su único hijo, Jesús, para salvarnos. El deseo de Dios como un padre es que vos y yo seamos prósperos en todo, y que prospere nuestra alma, eso significa bendición total para nosotros. Dios quiere que sepas que te ama, y quiere bendecirte, cree y busca a Dios para que su deseo se cumpla en tí.

Invierte tu talento en el Reino

Mateo 25:21

Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.


Esta palabra habla de la recompensa que recibe alguien que es fiel a Dios, que maravilloso es escuchar al Señor diciendo a nuestro corazón "bien buen siervo, y fiel" .

Este versículo pertenece a la parábola de Jesús, sobre los talentos, y aunque habla de un tema financiero, nos deja una clara enseñanza, sobre la necesidad de esperar el regreso del Señor, pero no de manera pasiva, sino más bien activa, trabajando para sus propósitos, usando los talentos que él nos dejó a cargo. 

En la parábola habla de dos siervos que negociaron con lo que su señor les dejó, y obtuvieron el doble, mientras que otro siervo, decidió esconder lo que su Señor le dejó, por temor a perderlo. El resultado fue que el Señor recompensó a los que negociaron y ganaron más, y sancionó al que por temor esconde lo que le fue dado. 

La enseñanza es, usa los dones y talentos que Dios te dió, en el servicio y en la vida, y ganarás más, esfuérzate y no tengas temor de perder lo que Dios te dió. Dios te bendijo, usa esa bendición, invierte en el reino tus talentos, arriesga sin temor y verás como se multiplica tu bendición, en todas las áreas.

No entierres tu talento, recuerda que nada de lo que tenemos es nuestro, todo es de Dios, y daremos cuenta  de todo. El temor paraliza, la confianza nos hace ir más allá, Dios espera que cuando Jesús vuelva no nos encuentre como al principio, él quiere que estemos diez veces más bendecidos, por haber confíado en él. El temor genera negligencia, paraliza, nos vuelve holgazanes, la confianza en Jesús, nos hace avanzar, ser intrépidos, no tener miedo a perder, y esa actitud nos vuelve prósperos, multiplicadores de  bendición. 


P. Aldo

La importancia de los niños

Mateo 19:14 Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.
Mateo 18:3 y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
Mateo 21:16 y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman Perfeccionaste la alabanza?


Tres versículos poderosos que nos hablan de la importancia de los niños, en el reino de Dios. El mundo y la sociedad no estima al niño, no lo tiene en cuenta, los adultos tienden a dejarlos de lado, a no darles importancia, y esa es la causa de la decadencia social, los niños que crecen en circunstancias de abandono y descuido de su familia, llegan a ser adultos con problemas, que pueden ir desde las adicciones, pasando por la delincuencia, hasta los desórdenes emocionales, psicológicos, son adultos con limitaciones, o con actitudes destructivas para ellos mismos, así como para la sociedad. 
Pero la palabra de Dios nos enseña que los niños son la semilla del futuro de nuestra familia, y de la sociedad del mañana, si buscamos un futuro mejor y un mañana bendecido, debemos darle prioridad a los niños, cultivar en ellos la semilla de la palabra de Dios, el amor y la contención necesaria para que sean adultos sanos en las tres áreas del ser, que son cuerpo, alma y espíritu. 
Debemos dar el lugar que les corresponde a los niños, y aprender de ellos, a ser como ellos son, sencillos, limpios de corazón, dependientes de Dios, Jesús dijo que de los niños es su reino, y debemos ser como ellos si queremos entrar en él. En este día revisa cómo te estás ocupando de los niños de tu familia, ora a Dios por los niños, y trata de ayudarlos en todo lo que puedas, porque esto agrada a Dios.


P. Aldo

La historia continúa

13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,

 14  anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz (Colosenses 2:13-14)


Estos dos versículos contienen el centro del mensaje del Evangelio, y deberíamos aprenderlos de memoria, recitarlos con voz audible para no olvidar lo que fuimos y lo que somos ahora, que tenemos a Jesús.

Estábamos muertos literalmente, en el espíritu, condenados a muerte, con una sentencia que no podía revertirse. Con la misma acción de una condena judicial, teníamos que pagar con nuestra vida, por un delito, como cualquier delincuente común, si, así como lo lees, estar sin Cristo es ir directo a la muerte, "Y vosotros, estando muertos en pecados..." Por este motivo nos urge predicar el Evangelio a la gente, porque no saben que están condenados a muerte, que la sentencia pesa sobre sus vidas, pero tampoco saben, que hay una salida.

Jesús vino a este mundo, para decirnos que el Padre nos ama, y que tiene una salida para todo aquel que acude a Él, Jesús dejó su gloria, dejó su lugar en la casa del Padre, para hacerse hombre y acercarse a nosotros, los condenados a muerte.

Jesús mismo es la salida, él se ofreció como nuestro sustituto, para morir en lugar de nosotros, y pagar la deuda, el nos dió vida ofreciendo su propia vida, en la cruz.

El mismo tomó, nuestra condena en sí mismo, y la llevó a la cruz, "anulando el acta (legal) de los decretos que había contra nosotros" esto significa que la deuda fue pagada, que ya no hay condena para los hijos de Dios, la carga fue retirada de los hombros, gracias a Jesús. Y ese decreto de muerte fue "clavado en la cruz" con el sello de "pagado" y fue exhibido para que todos lo vean, tanto la humanidad, como el mundo espiritual, por lo cual los demonios, y el mismo satanás, no puede tocar a los hijos de Dios, porque la deuda fue pagada en aquella cruz. Debes entender, que ahora no puedes volver atrás, ya no eres esclavo, ya no estás condenado, ahora eres libre y tienes un propósito, la posibilidad de volver a empezar tomado de la mano de Jesús, nuestro abogado, nuestro Rey, que vive para siempre! La historia continúa...


P. Aldo Daniel Monegal

Fortaleza interior

Efesios 6:10  "Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza."


Buscar estar fuertes en el Señor es una necesidad de cada hijo de Dios, como en todas las actividades humanas si no logramos estar bien fuertes en lo que hacemos y profesamos, corremos peligro de caer o fracasar. La palabra de Dios da ejemplos, comparando la carrera de la fe con la de un deportista, (2 Timoteo 2:5) que si no entrena para competir, puede fracasar. 

Es un entrenamiento constante mantener la fe fuerte, nuestra devoción a Dios, los ejercicios que fortalecen el hombre interior son la oración, el ayuno, la lectura y estudió de la palabra, y llevar una vida que glorifique a Dios en todo, nuestra apariencia, nuestros actos, y palabras, deben manifestar lo que hay en nuestro corazón, si está Cristo en nosotros, entonces debemos dejar que se vea a través nosotros. Descuidar al hombre, o la mujer interior, debilita la fe, la persona se vuelve apática a las cosas de Dios, a tal punto de apartarse por completo, corriendo peligro de perderse para siempre. 

Por está causa el Apóstol Pablo oró al Señor, pidiendo que los creyentes sean fortalecidos con poder en el hombre interior, "para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu"(Efesios 3:16) Dios nos da la posibilidad de ser fortalecidos en el interior, esto es en el espíritu, ahora nosotros debemos buscar está fortaleza que viene de parte de Dios por su gracia, la oración el ayuno son el ejercicio, pero el que da la fortaleza, la fuente de todo poder es Dios. No permitas que la debilidad, el desaliento, el engaño mentiroso del enemigo, el rencor, la amargura, o alguna herida te debilite hasta terminar con tu vida espiritual, el mandato de Dios es fortalecerse en el interior, con su poder en el nombre de Jesús.


P. Aldo Daniel Monegal

La importancia del matrimonio

El matrimonio es una institución Divina, desde el comienzo de la creación, cuando Dios creó al hombre y la mujer, Dios los creó para que sean uno, y  pronunció un decreto: "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne." (Génesis 2:24) 
Entender el poder de esta palabra, cuando dice: "una sola carne" es entender un misterio de Dios. El Apóstol Pablo dijo que la unión de un hombre y una mujer en matrimonio es un misterio : "Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia." (Efesios 5:32) 
Pablo revela que el matrimonio, es un símbolo profético, desde la creación del mundo, que señala a la Unión entre Jesús y la iglesia "la esposa del Cordero(Jesús)" (Apocalipsis 22:17)
Cuando un hombre y una mujer se unen delante de Dios, en matrimonio, es Dios el que hace que sean una sola carne, cuando Dios une no hay nada que pueda separar, este es el misterio, Dios hace de dos personas una sola! 
El matrimonio no se realiza por voluntad humana, es por eso que tantas parejas viven mal, y muchos se separan, porque no comprenden la ley espiritual establecida por Dios desde el Edén, que encierra lo que es el matrimonio. 
El hombre hizo del matrimonio un acuerdo legal, frío y humano, como si fuese un contrato comercial, con miras a lo material, y a los "derechos individuales de cada uno"; algo totalmente contrario a lo establecido por Dios. Las familias están divididas y las parejas que viven en concubinato, o en acuerdos legales, nunca alcanzan la felicidad, porque evaden lo establecido por el Creador.
La Biblia dice: "Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;" ( Romanos 10:3) eso es lo que el hombre hace en todo "establece su propia justicia" y así se revela contra Dios, las parejas se unen solo por motivos de conveniencia individual, algunos para no estar solos, otros por atracción física, otros por un sentido de amor humano, parecido a la amistad, pero todos tienen la misma idea : "vivo con alguien solo para probar, y si no funciona me separo y ya está" así viven y tiene hijos y después se separan y sus hijos sufren y crecen heridos, y terminan cometiendo el mismo error de sus padres.
Amados los que se acercan a Dios no viven en oscuridad, sepan que el matrimonio es una ley Espiritual que Dios estableció, y es un misterio que encierra un milagro de unidad entre dos personas, y para toda la vida, porque Dios los une, esa es la base de la familia. 


Dios los bendiga!! 

P. Aldo D Monegal

Cristo es el Señor

Romano 10:8-11

 8  Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:

 9  que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

 10  Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

 11  Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.


Está palabra que el Apóstol Pablo nos deja en la carta a los Romano, es una declaración directa que Dios hizo a su pueblo hablando sobre la obediencia y la restauración, en el antiguo testamento, por medio de Moisés, en Deuteronomio 30:11-14.

Es maravilloso como toda la palabra de Dios habla una misma cosa, en el texto del Antiguo Testamento, el pueblo de Dios es puesto delante de la bendición y la maldición, era el pueblo del pactó, pero ese acuerdo implicaba que si obedecían a Dios en todo serían bendecidos en todo, pero si no cumplían con el pacto, todas las maldiciones anunciadas en el pacto, caerían sobre el rebelde. 

Esto tiene que ver con la justicia de Dios, bendiciendo a los obedientes y enviando maldición sobre los rebeldes, y luego dice Dios en su palabra, que no es difícil obedecer, no hay que subir al cielo, ni cruzar el mar para obedecer el mandamiento, solo hay que amar a Dios y andar en sus caminos, solo por amor. En este tiempo presente, en el que vivimos, tiempo de gracia, también hay algo de aquellas demandas, Jesús dijo a sus discípulos que:  "El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado" Mateo 16:16.

Cuántos hay que dicen creer, de sus labios para afuera, pero en sus vidas no se ve, creer es obedecer, y la desobediencia es incredulidad. El que ama a Dios como un Padre, lo buscá, los adora, Lee y pone por obra su palabra, su carácter refleja su obediencia y fe en Dios. 

Los religiosos del Antiguo Testamento, se esforzaban por cumplir cada palabra de la ley ritual y moral, estaban tan enfocados en esto que comenzado a creer que Dios los justificaría, por cumplir al pie de la letra una serie de preceptos y mandatos, imposibles de realizar, a la perfección, se olvidaron que la mayor exigencia de Dios era la más fácil de todas las demandas, Dios solo pide que lo ames "porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella." (Deuteronomio 30:16)

Hoy en esta época, también existe el peligro de olvidar, que Dios no te justifica por lo que haces, tampoco alcanzarás la salvación por creer a tu manera, o buscar como a ti te parece a Dios, esto sería una señal de tu desamor. También el arduo servicio ministerial, tareas interminables en la iglesia, no aseguran la salvación, nada de eso significa que estás ganando el favor del altísimo, sabés ¿por qué? Porque el favor de Dios no se gana, él lo regala a quien él quiere, cuando ve la intención de un corazón que ama desinteresadamente a Dios.

Esta palabra de Romanos que leemos hoy, nos recuerda que, no tenemos que hacer nada, Cristo ya lo hizo todo por nosotros, solo nos resta amar a Jesús, como él nos amó, creer con el corazón y confesar con la boca que Jesús es el Señor.


P. Aldo.