Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
Romanos 6:22
Hay cuatros puntos que enseña el Apóstol Pablo en este versículo de la carta a los romanos, primero que fuimos liberados eso significa que estábamos en esclavitud, antes de venir a Jesús fuimos esclavos del pecado, haciendo cosas que no convienen y viviendo lejos de la voluntad de Dios, y esa esclavitud se reflejaba en nuestra frustración interior de una vida sin sentido, y de vacío existencial.
En segundo lugar fuimos hechos "siervos de Dios", esto significa que Dios nos liberó y nos dio una nueva identidad, ya no somos la persona que fuimos antes ahora somos "nuevas criaturas" pertenecemos a una familia espiritual, y tenemos un propósito, nuestra vida tiene sentido y el vacío de nuestro corazón fue llenado por el amor de Jesús.
En tercer lugar todo esto produce cosas nuevas en nosotros, antes como plantas marchitas no dábamos frutos en nuestra vida, solos hojas y un aparente follaje saludable. Pero ahora damos fruto para Dios, el odio se transformó en amor, los pensamientos destructivos fueron cambiados por la mente de Cristo, y esto produce gozo y paz en nuestras vidas, vivimos en santificación constante.
Y en cuarto lugar sabemos que la vida eterna en nuestras gracias a Jesús, vivir para siempre nos libra de la esclavitud del temor a la muerte, ya no hay muerte para los hijos de Dios, tenemos vida eterna.
Toda esta información dentro de este verso inspirado por el Espíritu Santo, nos dice que Dios quiere recordarnos que estamos en el buen camino, que no bajemos los brazos, aunque a veces sea duro vivir, vendrán problemas y dificultades, pero si tenemos bien claro de dónde nos sacó el Señor, quiénes somos ahora, cuál es nuestra tarea en qué proceso vivimos, y el premio que Dios nos dió, la debilidad desaparece y nos inunda la fortaleza del Espíritu Santo que nos transforma en valientes guerreros de Jesús.
A. D. Monegal
Romanos 6:22
Hay cuatros puntos que enseña el Apóstol Pablo en este versículo de la carta a los romanos, primero que fuimos liberados eso significa que estábamos en esclavitud, antes de venir a Jesús fuimos esclavos del pecado, haciendo cosas que no convienen y viviendo lejos de la voluntad de Dios, y esa esclavitud se reflejaba en nuestra frustración interior de una vida sin sentido, y de vacío existencial.
En segundo lugar fuimos hechos "siervos de Dios", esto significa que Dios nos liberó y nos dio una nueva identidad, ya no somos la persona que fuimos antes ahora somos "nuevas criaturas" pertenecemos a una familia espiritual, y tenemos un propósito, nuestra vida tiene sentido y el vacío de nuestro corazón fue llenado por el amor de Jesús.
En tercer lugar todo esto produce cosas nuevas en nosotros, antes como plantas marchitas no dábamos frutos en nuestra vida, solos hojas y un aparente follaje saludable. Pero ahora damos fruto para Dios, el odio se transformó en amor, los pensamientos destructivos fueron cambiados por la mente de Cristo, y esto produce gozo y paz en nuestras vidas, vivimos en santificación constante.
Y en cuarto lugar sabemos que la vida eterna en nuestras gracias a Jesús, vivir para siempre nos libra de la esclavitud del temor a la muerte, ya no hay muerte para los hijos de Dios, tenemos vida eterna.
Toda esta información dentro de este verso inspirado por el Espíritu Santo, nos dice que Dios quiere recordarnos que estamos en el buen camino, que no bajemos los brazos, aunque a veces sea duro vivir, vendrán problemas y dificultades, pero si tenemos bien claro de dónde nos sacó el Señor, quiénes somos ahora, cuál es nuestra tarea en qué proceso vivimos, y el premio que Dios nos dió, la debilidad desaparece y nos inunda la fortaleza del Espíritu Santo que nos transforma en valientes guerreros de Jesús.
A. D. Monegal
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