Despertar

Hechos 12:7

Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos.


El sueño espiritual de Pedro, fue porque estaba en una cárcel encadenado y rodeado de guardias, o verdugos. Cuando nos disponemos a creer en Jesús y nos esforzamos por buscar su presencia, y anunciar a otros la buena noticia del Evangelio, puede venir algún tipo de persecución espiritual. Las dificultades nos desaniman, a nadie le gustan los problemas, y cuando el temor y la desesperanza nos invade, viene el adormecimiento del espíritu, sin darnos cuenta somos encadenados y puestos en prisión, por el enemigo para desactivar el propósito de Dios en nosotros. El Apóstol Pedro tenía una iglesia que oraba por él sin parar, y Dios envió ayuda de lo alto para liberar al Apóstol de aquellas cadenas, y abrir las puertas de la cárcel. No dejes que el adormecimiento espiritual te encadene, no te conformes con estar en la prisión del estancamiento, hoy Dios envía su ángel a despertarte para que seas libre, y tu vida se ilumina con la luz de la presencia de Dios, las cadenas caerán de tus manos, y las puertas de esa cárcel que te detenía, se abren en el nombre de Jesús. Escucha la voz de DIOS que te dice: levántate, vístete, calza tus pies, despierta, hoy es el día de tu liberación, hoy es el día de tu restauración espiritual y física, vuelve a servir al Señor, Dios te quiere activo y despierto, no es tiempo de dormir, y mucho menos de estar encadenado en prisión, porque Cristo nos hizo libres. Levántate resplandece, porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová brilla sobre ti..

Bendiciones a todos.

Pastor. Aldo D. Monegal

Somos de Dios

Isaías 43:1-4

Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.

Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.

Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti.

Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida.


Dios mismo nos habla de amor en esta palabra, el nos redimió, pago por nuestra libertad, nos compró para que fuéramos suyos. Por amor el Señor estreno naciones por nosotros. Llevamos la marca del Espíritu Santo que nos distingue, somos propiedad del todopoderoso. La promesa de protección en medios de cualquier situación es poderosa, ni el agua ni el fuego nos podrán dañar, dos de los elementos más poderosos usa Dios en su palabra para describir las fuerzas que se levantan contra nosotros en la vida. Él no dice que no pasaremos por dificultades, Dios dice que cuando transitamos por momentos difíciles, él estará con nosotros y saldremos ilesos de cualquier situación. Una vez más el Señor dice que lo hace porque nos ama, "a mis ojos fuiste de gran estima, y yo te amé" dice el Señor, "fuiste honorable", que bueno es saber que a los ojos del Creador, somos amados, aunque para el mundo y la gente que nos rodea, no significamos nada, para nuestro Dios somos de gran estima, eres valioso, valiosa para Dios. El amor divino no es como el amor de los hombres que es temporal y condicional, el amor de Dios es incondicional y sacrificial, "porque de tal manera amó, Dios al mundo que entregó a su hijo" dice Juan 3:16. Recuerda que ya no perteneces a este mundo, Dios te redimió para que seas su especial tesoro, y si Dios con nosotros quién contra nosotros.

Pastor Aldo.

Aviva el fuego

2Timoteo 1:6-7

Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.

Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.


La gracia de Dios y el poder del Espíritu Santo, nos fueron dados, y son un recurso inagotable en nuestro interior,  que influencia nuestro entorno. La bendición de Dios está en nosotros y se manifiesta en toda nuestra vida. Una vez que creímos y recibimos a Jesús, Dios derrama su bendición sobre nosotros. El fuego del Espíritu Santo, arde en el corazón de los hijos de Dios. Pero existe la posibilidad de que ese fuego se extinga, y que nos enfriemos espiritualmente. Corremos peligro de caer en la indiferencia espiritual, y de volvernos cobardes para enfrentar las cosas que nos impiden hacer la voluntad de Dios. Si nos descuidamos podemos terminar, abandonando la comunión con Dios, sin darnos cuenta, estaríamos volviendo atrás. Cuando la debilidad espiritual se apodera de nosotros, el desgano para servir a Dios, la negligencia, la pereza, nos hunde en un sueño espiritual que puede ser fatal.

Por lo tanto es necesario, tomar el consejo del Apóstol Pablo, que viene del Señor mismo, y procurar avivar el fuego del Espíritu Santo que está en nuestro corazón, usar el poder de Dios que nos da dominio propio, para vencer la pereza y la negligencia, para orar, servir a Dios o asistir a la iglesia. Aviva el fuego del Espíritu, y no te duermas. Desecha la cobardía espiritual, deja a un lado la pereza y no seas tibio, aviva el fuego!


P. Aldo.

Los ojos de la fe

El le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.

2 Reyes 6:16


Las dificultades se nos presentan como grandes y numerosos ejércitos que vienen contra nosotros. La preocupación, el temor la idea de pensar que estamos peleando solos con los problemas, nos desanima y nos hace desfallecer. El enemigo de nuestras almas, fábrica escenarios negativos para preocuparnos, y nuestro punto débil es lo que ven nuestros ojos naturales, a veces la realidad no es tan real como parece, y no todo lo que ven nuestros ojos naturales es realidad. Las cosas de Dios, su poder y su gloria, no son cosas que podamos percibir fácilmente con los ojos naturales, las cosas espirituales solo se ven con los ojos del espíritu. Cuando estemos en apuros, cuando estemos entre la espada y la pared, acorralados por los problemas, no dejemos que la desesperación nos cierre los ojos espirituales de la fe, ora a Dios para que te abra los ojos.

La Biblia dice en el Salmo 27:3 aunque un ejercito acampe contra mi, no temera mi corazón, aunque contra mí se levante guerra yo estaré confiado. La ceguera espiritual anula la fe, y sin fe no podemos acceder al reino de Dios, no podemos ver más allá de lo que ven nuestros ojos naturales. El Profeta Eliseo estaba parado, en una llanura y frente a él venía un gran ejército enemigo, el siervo de Eliseo, Giezi, estaba aterrado al ver a esos guerreros frente a ellos, y clamó a su maestro Eliseo, que observaba tranquilamente la situación, fue entonces que Eliseo dijo a Giezi esta palabra que hoy leemos en este devocional. Hermano, hermana en este día recuerda que pase lo que pase, Jesús está contigo, y que es mucho más poderoso el té está en tí, que aquel que viene contra ti, abre tus ojos espirituales y verás la gloria de Dios a tu favor.


Pastor Aldo.

Obediencia

Josué 11:15

De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés su siervo, así Moisés lo mandó a Josué; y así Josué lo hizo, sin quitar palabra de todo lo que Jehová había mandado a Moisés.


Hay una ley espiritual, que genera unidad, y da autoridad contra el enemigo, la ley de la sumisión. Cuántas veces nos preguntamos porque el mundo se nos viene encima, oramos y parece que nuestra oración no llega ni al techo, buscamos la paz, y tenemos una guerra permanente en nuestras casas.

Vemos pasar las bendiciones, pero no podemos apropiarnos de ellas. La unidad al cuerpo de Cristo es una prioridad, Jesús dijo: "permaneced en mí y yo en vosotros" permanecer en contacto con los hermanos es estar unidos al cuerpo, escuchar a los pastores, poner por obra sus enseñanzas es sujetarse a la autoridad delegada por Dios. Jesús dijo: "un reino dividido contra sí mismo no permanecerá" El reino de Dios es unidad, el Apóstol Pablo lo compara con un cuerpo, en el cual todos lo miembros son diferentes, pero permanecen unidos al cuerpo, de lo contrario mueren, la cabeza del cuerpo en Jesús, esto nos da una imagen de la unidad de la iglesia, mientras cada uno de nosotros estemos unidos a Jesus, estaremos unidos a los hermanos y seremos parte del cuerpo. Jesús es la cabeza, la autoridad máxima, pero esa autoridad de Jesús fue dada por Dios, por ser obediente hasta la muerte en la cruz, los líderes de la iglesia deben estar sometidos a Jesús, sujetos a sus consiervos, y los Cristianos deben estar sujetos a Jesús, bajo la obediencia a la autoridad delegada por Dios que son sus pastores. Sujetarse a la autoridad es propagar un legado, Moisés fue el que recibió los diseños de Dios para su pueblo, Josué fue servidor de Moisés, y por causa de esa obediencia, Dios lo eligió como el sucesor de Moisés, para continuar el plan de Dios para Israel. El principio de la autoridad, está en la obediencia, y su fruto es un legado, una herencia que pasa de generación en generación hasta que el plan sea consumado. No entender este principio espíritual de obediencia a Dios y a sus autoridades delegadas, es quedar fuera del plan, fuera de la herencia de sus promesas. Este es el motivo, por el cual muchos hijos de Dios no están disfrutando, de la bendición de Dios, porque sigue rigiendo sus vidas por el principio de la rebeldía, esa es la ley de este mundo, pero la ley de Dios es para los entendidos, si aprendes a sujetarte a la autoridad delegada por Dios para ti, estarás sujetándose a Dios, y disfrutarás de la herencia. Josué fue un servidor, después fue un líder, y un continuador de la obra de Dios, la bendición de Dios es para los que creen y guardan su palabra, poniendo por obra sus principios.


Pastor Aldo.

Claves para la acción

Lucas 11:9-10

Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.


Jesús dijo, que para recibir hay que pedir, y hay que buscar, las claves que nos enseña Jesús en esta palabra son tres, pedir, llamar, y buscar.

La oración es dinámica, toda oración debe contener estas tres claves. Podemos decir que la oración tiene que ser persistente, seguir a Jesús es cuestión de persistencia, abnegación, sacrificio y constancia. No podemos ir a Jesús con una actitud, pasiva, estática, dejar que las cosas sucedan y pensar que eso es lo que Dios quiere para nosotros. Tenemos que insistir, Dios espera que seamos persistentes en la búsqueda, no solo de las peticiones, si no también de su presencia.

Las cosas que nos pertenecen, sus promesas y su voluntad, están escritas en su palabra, así podemos saber qué cosas son nuestras. Hay promesa de vida eterna, de propiedad, de salud, de bendición familiar, hay promesa de una vida bendecida, hay promesa de fortaleza, y liberación de las pruebas. Y la llave para obtener toda estas cosas y lo que necesites de parte de Dios, tiene tres claves, pedir, buscar, llamar. La conclusión que nos da Jesus es lógica, es como una fórmula de acción y resultado, el que pide recibe, el que busca halla, y el que llama le será abierto. Nótese que en estas tres claves, hay revelación, pedir para "recibir", aquello que se recibe puede ser algo inmerecido, o un regalo, algo que no teníamos, un tesoro, recibir de gracia, gratuitamente sin tener que dar nada a cambio, solo la acción de pedir. Buscar y hallar, se relaciona con encontrar cosas perdidas, recuperar, encontrar tesoros escondidos, es necesario buscar. Golpea y se abrirá, tiene que ver con apertura de puertas cerradas, nuevas oportunidades, entrar en nuevas temporadas, caminar bajo cielos abiertos.

La fe es acción, y Jesus dice ora y actúa, lo que se mueve tiene vida y afecta su entorno, es tiempo de abandonar la pasividad, y comenzar a moverse, bajo las claves de las enseñanzas de Jesús. Pide, busca y golpea, te declaro una lluvia de bendición sobre tu vida.


Pastor Aldo D. Monegal

Entre luz y tinieblas

(Devocional corto)

Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo;el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Juan 8:12

Las tinieblas, son oscuridad, significan confusión, caminar sin rumbo, estar perdido, sin ver. Estar en oscuridad es andar a tientas, sin visión, es vivir engañados por la mentira. Hay pocas expectativa para los que viven en tinieblas, todos los días son grises, viven una falsa felicidad, y se refugian en pequeñas cosas que los distraen del vacío que sienten en sus corazones, por causa de las densas tinieblas de sus vidas. Jesús es la luz porque es todo lo contrario a la oscuridad, cuando vivimos en la luz, sabemos quiénes somos y hacia dónde vamos, tenemos visión para mirar hacia dónde nos dirigimos y elegir el mejor camino, que es Cristo, en todo sentido. La luz en esperanza, fe, bendición, verdadera alegría, que que tiene la luz de Cristo vive en bendición continúa, y ve un futuro glorioso para él y sus seres queridos. El que halla la luz de la vida, ya no está en tinieblas, porque fue libertado de las cadenas de la mentira, el engaño de satanás, y del yugo del temor. Jesús es la luz de la vida, hoy es el día de seguir a Jesús, porque en él está todo lo que necesites para vivir una vida de abundancia, espiritual, familiar, y eterna!

Sigue a Jesús, la luz de la vida, y se libre de la oscuridad hoy.

Pastor Aldo.