La frescura del Espíritu

Desperté esta madrugada con una imagen fija en mi mente y en mi espíritu, la imagen era una refrescante cascada de agua que caía desde la montaña a una poza de agua cristalina de un río. A un lado del río había un sendero rodeado de árboles por sobre el cual caminábamos tú y yo cansados y muy afectados por el calor que imperaba.

Al llegar al borde del río, donde estaba la poza, dejamos sobre las rocas lo que cargábamos, nos pusimos cómodos y nos sumergimos en el agua fresca y cristalina. Aquello era realmente delicioso y muy refrescante.

Las aguas que bajaban de la cascada eran aguas fluyentes y con una corriente muy poderosa.

Al meditar en tan interesantes imágenes, el Espíritu Santo me dio esta Palabra: "Hoy le daré reposo al cansado y agua fresca al sediento. Hoy haré bajar desde la Alto mis aguas refrescantes para sumergirlos en mi PODER, en mi SOBRENATURALIDAD y en mi REPOSO".

En medio de tal visión y tan contundente Palabra tuve que emitir una DECLARACIÓN DE FE:

"YO PROCLAMO que hoy es el día hecho por Dios para introducirme en Su Río y hacerme fluir libremente hacia mi Destino.

DECLARO confiado que HOY el Eterno me dará buen ánimo y nuevas fuerzas para el camino.

DECLARO confiado que en esta hora somos sumergidos por el Altísimo en Su RÍO a un nuevo nivel de PODER Y REVELACIÓN DIVINAS que nos llevarán de la mano hacia nuestro DESTINO PROFÉTICO.

¡Amén!
Ap. Rony Chaves

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