Romanos 12.
17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.
18 Si fuere posible, en cuanto esté en vosotros, vivid en paz con todos los hombres
Recordemos que ya no somos de este mundo, así que no actuamos como los demás, nosotros tenemos que actúa como hijos de Dios, imitando a nuestros Padre celestial, su amor, su paciencia, perdonando y dando nuevas oportunidades a los que se arrepienten, por lo tanto recordemos no vengarnos dejar todo en manos de Dios, no devolver mal por mal, pero sí estar atentos para nos ser golpeados por los que son malos. No demos lugar al enojo, aunque sea difícil de dominar, cuando estamos enojados no actuamos con claridad, tratemos de hacer lo posible para no meternos en peleas y contiendas, estemos en paz con todos, hasta con aquellos que son difíciles de soportar, Dios nada hará los recursos espirituales necesarios para vencer y hacer lo que a él Señor le agrada. Si hacemos estas cosas no solamente predicaremos con nuestras palabras, nuestros hechos hablarán por nosotros y la gente glorificará a Dios por nuestras vidas. Leamos y guardemos la palabra de Dios y hagamosla estoy seguro que las bendiciones de Dios nos perseguirán y nos alcanzarán si caminamos en obediencia al Señor.
Aldo Daniel Monegal
17 No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.
18 Si fuere posible, en cuanto esté en vosotros, vivid en paz con todos los hombres
Recordemos que ya no somos de este mundo, así que no actuamos como los demás, nosotros tenemos que actúa como hijos de Dios, imitando a nuestros Padre celestial, su amor, su paciencia, perdonando y dando nuevas oportunidades a los que se arrepienten, por lo tanto recordemos no vengarnos dejar todo en manos de Dios, no devolver mal por mal, pero sí estar atentos para nos ser golpeados por los que son malos. No demos lugar al enojo, aunque sea difícil de dominar, cuando estamos enojados no actuamos con claridad, tratemos de hacer lo posible para no meternos en peleas y contiendas, estemos en paz con todos, hasta con aquellos que son difíciles de soportar, Dios nada hará los recursos espirituales necesarios para vencer y hacer lo que a él Señor le agrada. Si hacemos estas cosas no solamente predicaremos con nuestras palabras, nuestros hechos hablarán por nosotros y la gente glorificará a Dios por nuestras vidas. Leamos y guardemos la palabra de Dios y hagamosla estoy seguro que las bendiciones de Dios nos perseguirán y nos alcanzarán si caminamos en obediencia al Señor.
Aldo Daniel Monegal