Escucha a Dios

Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios.
Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás.

Isaías 50:4-5


Hay dos cosas que Dios nos dice en esta palabra por medio del Profeta Isaías, primero nos dice que Él nos da "lengua ver sabios" para saber hablar palabras al cansado. Es un don de Dios poder predicar, en que usamos nuestra lengua, en los que Dios nos manda? Usamos nuestra lengua sabiamente, o la usamos para criticar, ofender y desanimar a los demás?. Dios nos da la capacidad de ser portadores de su mensaje.
En segundo lugar dice que nos abre los oídos,  para escuchar sabiamente. A que prestamos oído? A los chismes, a las críticas, que cosas negativas estamos escuchando?. La palabra dice que Dios nos abre el oído, para escuchar como los sabios, es bueno saber escuchar a las personas, a veces estamos tan apurados por dar el mensaje que no prestamos atención, no escuchamos lo que la gente nos dice, aquel que está cansado tiene necesidad de ser escuchado, y nosotros tenemos el oído entrenado por Dios para hacerlo. Pero además oír como los sabios, es saber escuchar a Dios, oramos y escuchamos palabra más de lo que oímos, cuántas veces te quedas en silencio buscando oír al Espíritu Santo?
La relación con Dios es un diálogo, oramos para que Dios nos escuche, pero no intentamos escuchar lo que Dios nos dice. Si prestamos atención, en lo más íntimo de tu corazón, escucharás la voz del Espíritu Santo, hablándole, enseñándote a, hacer la voluntad del Padre.
Dios nos da lengua de sabios para comunicar su mensaje, y abre nuestros oídos para que nos llene de su palabra. No seamos rebeldes, cuando escuchemos blanco voz de Dios, no dudemos, si escuchas su voz cree y obedece, solo los verdaderos hijos tiene este privilegio.

Ptr. Aldo

Un día como mil años

Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.
2 Pedro 3:8

Dios es Eterno, está sobre el tiempo, está sobre todo, nuestra mente limitada no alcanza a entender la dimensión de la grandeza del Creador. El hombre es limitado en muchas áreas, y una de ellas es que su existencia en la tierra está limitada por el tiempo, son pocos los años de nuestro paso por la vida, que tiene un promedio de ocho décadas, aproximadamente.
Cuando confiamos en Dios y sus promesas nos desesperamos por recibir lo que pedimos al Señor en Oración, y al pasar el tiempo parece que la bendición tarda en llegar al punto de perder la esperanza de recibir aquello que pedimos, y que nos fue prometido por el Señor, pero su bendición vendrá. Esta palabra nos enseña que los tiempos de Dios no son los nuestros, el Señor vive en un eterno presente, su tiempo no pasa y no tiene fin, sus promesas llegarán, a nosotros, en el tiempo perfecto de Dios.
Así también el día del Señor vendrá, el regreso de Cristo es inminente, aunque pasen los años y parezca que está todo igual, su palabra se cumplirá, como si fuese ayer que Jesus entregó su vida en la Cruz, porque un día es como mil años y mil años es como un día para el Señor.
Pero Dios en su misericordia quiere que todos se salven, y cada día es un regalo una oportunidad de acercarse y ponerse a cuentas con el Creador.
No te desesperes tu bendición vendrá a tu vida, Dios no se olvida, a su tiempo su promesa se cumplirá, vive cada día como si fuera el último, recuerda cada mañana dar gracias a Dios por una oportunidad más, y aprovecha el tiempo que Dios te regaló al máximo, corrige tu  vida, pon por obra la palabra y ayuda a tu prójimo, vive una vida que agrada al Señor, y sus bendiciones lloverán sobre ti.

Ptr. Aldo

La luz de su palabra

Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
Salmo 19:8


Cuando estamos a cuentas con nuestro Creador, nos sentimos liberados y llenos de alegría y paz. A Veces buscamos esas cosas en lo material, en lo sentimental, creemos que lo pasajero puede llenar ese vacío interior, que solo puede ser aliviado con lo Eterno de Dios. Conocer y practicar los mandamientos del Adon de Israel, trae alegría al corazón, hacer la voluntad del Eterno genera placer y bienestar.
Los preceptos de Jehová alumbran los ojos, nos da una buena percepción para vivir, son como un gps espiritual, que nos dirige desde el cielo para no errar el camino, nos dirige hacia el destino correcto. Su luz aleja la oscuridad de la ignorancia, el temor, la incertidumbre, la luz genera confianza, orden, paz, certeza de saber dónde estamos y hacia dónde vamos. Moisés conocía bien el valor de la palabra del Eterno, y dijo a Josué : Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditaras en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Josué 1:8.
La palabra de Dios es nuestra guía, es nuestro manual de vida, es segura y confiable, nunca pasa de moda, ni deja de cumplirse, es promesa fiel, es consejo, es alimento para nuestro espíritu, es eterna, la tierra y el cielo pasarán pero la palabra permanecerá para siempre. Lo más glorioso de todo es que Dios nos dió a nosotros la posibilidad de conocerle por medio de su Palabra, mi oración es que tus ojos y tus oídos se abran para oír lo que el Espíritu Santo te está diciendo. La alegría y la luz que esperan en tu vida está en la palabra del Eterno Elohim de Israel en el nombre de Yeshua Ha Mashiaj.

Ptr. Aldo D. Monegal

La paz divina

Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien.
Job 22:21

La paz que busca la gente esta relacionada con un estado transitorio, que tiene que ver con un sentimiento de tranquilidad, y quietud asociado a un lugar o una situación que inspira paz. Pero la paz de la que habla la Biblia, es paz sobrenatural, Jesús dijo la "paz que sobrepasa todo entendimiento" es la que viene de Él. Hoy en día el mundo está lejos de la paz que la sociedad necesita, la gente perdió la paz vive en una ansiedad constante, pero además la humanidad perdió el verdadero significado de la paz. Hoy se habla de la paz mundial, de paz social, pero pocos conocen la paz que Jesús nos da en el corazón, esa es la verdadera paz que el hombre necesita. Cuando no hay paz en el corazón del hombre, surgen todo tipo de pleitos y divisiones en su entorno, la Biblia dice en Santiago 4:1  "¿Qué es lo que causa las disputas y las peleas entre ustedes? ¿Acaso no surgen de los malos deseos que combaten en su interior?" (NTV). La paz de Dios es la respuesta a toda inquietud, es la salida a todo temor, la paz de Dios nos hace estar seguros, es un estado interior que nos hace ver la vida desde otro punto de vista. Cuando nos volvemos a Dios tenemos paz, y el bien nos rodea, lo malo se aleja de nosotros, el bien que proviene de Dios nos llena el corazón. Cualquier cosa que esté robando tu paz, es más pequeña y débil que Dios, no dejes que las circunstancias te atormenten, no te alejes de tu creador vuelve a refugiarte en Dios para disfrutar de su paz divina.

Ptr. Aldo D. Monegal

Nuevas fuerzas

El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Isaías 40:29

Hay muchos tipos de cansancio, el cansancio mental, cuando estamos llenos de actividades y estudio, el cansancio físico cuando el trabajo es muy pesado y extenso, o cuando hacemos demasiada actividad física. El cansancio emocional, cuando sufrimos a causa de maltrato, cuando somos rechazados, cuando nuestro amor no es correspondido. Y el cansancio, espiritual cuando buscamos a Dios en los lugares equivocados, cuando conociendo a Dios luchamos con nuestras fuerzas y no dejamos actuar al Señor, cuando el peso y la lucha en el espíritu es tan intensa que nos deja sin fuerzas.
Cualquiera sea tu cansancio, tienes que buscar la verdadera fuente de poder, tu Padre Celestial renovará tus fuerzas, aunque ya no te quede nada, el te dará esfuerzo, la palabra de Dios no habla del aliento que produce un mensaje y motivacional, la promesa de Dios nos declara que si confiamos en el Señor recibiremos fuerza sobrenatural para hacer proezas en su nombre!
Hay cansancio que solo puede ser aliviado sobrenaturalmente, lo espiritual no tiene medicina, ni tratamiento de este mundo,  solo el Dios de Israel, solo nuestro Señor Jesús puede, quitar este cansancio, porque su poder es divino, su fuerza es sobrenatural y quiere compartirla con nosotros los que confiamos en El.
Pide a Dios en Oración que hoy renueve tus fuerzas, y declara: diga el débil, fuerte soy!

Ptr. Aldo D. Monegal

Antes de la dádiva es la demanda

¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? Lucas 6:46

Jesús es Señor y Rey, se le escucha y se le obedece, muchos confunden el amor de Cristo, y piensan que El necesita algo de nosotros, dejan de respetar y reverenciar su señorío como Él se merece. Tienen la imagen de un Jesús pobre y desvalido, piensan que Jesús es como esos ídolos que estaban acostumbrados a servir.
Por eso Jesús dice: me llaman Señor pero no me obedecen.
El servir a Jesús no es un asunto de conveniencia, debemos entender que El es Rey, nosotros somos sus siervos. Un siervo no tiene derecho a elegir en qué momento va a cumplir con su servicio, tampoco tiene derecho a elegir las condiciones de servicio, ni el lugar, ni el clima. Un siervo es un esclavo, pero por naturaleza el hombre la mujer es rebelde a la autoridad, nadie quiere someterse a nada, y en estos tiempos que vivimos mucho menos.
Dios no es un tirano que somete por la fuerza a sus hijos, no es lo mismo el sometimiento forzado por una autoridad que por la fuerza impone dominio, que la sumisión voluntaria a una autoridad que nos ama, más allá de lo que podemos entender. La regla básica que la Biblia nos enseña es recibir la palabra de Dios en nuestro corazón y luego obedecerla, solo así podemos disfrutar de los beneficios de nuestro Señor. "Antes de la dádiva es la demanda" la demanda de Dios es creer y obedecer al Señor Jesucristo, y la dádiva es vida eterna en Él. Es una ley espiritual antes de la dádiva es la demanda, hay demandas de Dios que debemos cumplir antes de recibir sus preciosas dádivas.
El desafío de hoy es ponernos a cuenta con las demandas del Señor, hacer lo que Él nos pide, para poder disfrutar de sus bendiciones.

Ptr. Aldo

Dios camina con nosotros

Éxodo 33:14-15
Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.
Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.

Cuando tenemos el privilegio de experimentar la presencia de Dios en nuestra vida, se nos hace impensable vivir sin ella. Somos peregrinos, caminamos en la dirección que Dios nos señala, para alcanzar el propósito que él tiene para nosotros. Moisés estaba guiando a Israel rumbo a la tierra prometida, ellos eran esclavos en Egipto, pero Dios los libertó, para trasladarlos a la tierra de la libertad, y aunque tenían que cruzar un gran desierto Dios estaba con ellos.
Moisés entendió que sin Dios no podía enfrentar el desierto, sabía que el Señor le daba dirección, lo defendía de los enemigos, le daba identidad, de día los cubría del sol con una nube, de noche los alumbraba y les daba calor con una columna de fuego. Los alimentaba con pan del cielo, le proveyó de agua, de carne para comer, nada le faltaba a Israel en medio del desierto. Cuando Dios nos llama para que lo sigamos, no debemos preocuparnos, porque el ya proveyó todo lo necesario para nuestro camino, solo tenemos que confiar en Él plenamente, aprender a depender de Dios, no de nuestras fuerzas, ni de nuestro intelecto, tampoco de otras personas, ni de nada que le quite el primer lugar a Dios en nuestro corazón.
Vivir sin la presencia de Dios, trae confusión, falta de visión, estancamiento, falta de paz, y cansancio.
Jesús dijo: venid a mí todos los que están trabajados y cansados y yo los haré descansar. Cuando la Biblia habla de cansancio no se refiere solamente al cansancio físico, el descanso que Dios ofrece es la paz y la confianza de saber que aquel que nos guía, nos guarda y nos provee de todo está con nosotros, "y si Dios está con nosotros ¿quién contra nosotros?" El descanso de Dios es mucho más profundo, por eso el Señor dice a Moisés, "mi presencia irá contigo y te daré descanso" hoy Dios te lo dice a tí ! Y tú respuesta debe ser: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.

Ptr. Aldo D. Monegal